Death

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─Entonces.. Estigia es su madre..? -le pregunte a Deméter, que sin preguntar arreglaba el vestido de novia de Perséfone. ─Porque no se lo contó desde un principio.

─No encontraba las palabras para decírselo, pero ahora se qué puedo estar tranquila.. Tiene dos madres, un esposo que la protegerá, amigos y hermanos. Que puede salir mal.

─ Deméter, estar en este mundo nos ha hecho ver las cosas diferentes, como me gustaría que se quedará como esta.- sonreí con sinceridad, llena de júbilo que ella me considerase propia de la protección de su hija. ─ No esperaba conocer a mi madre, pero me quedó satisfecha.

─Aun recuerdo cuándo te enfrentabas en las guerras santas, te hacias ver más madura. -anfitrite tenía un punto exclusivo y cierto. ─ Y es gracioso que ahora sean los otros quienes den guerras y no nosotros.

─Es irónico.. Hasta ahora, mi padre.. Zeus ha hecho de mucho para cuidar su imagen, no digo que este bien, pero esta es una nueva versión de nosotros mismos. -miré a la ventana con la escena más hermosa de una madre y una hija. ─En cambio yo, debo cumplir mi voto de castidad.

─Pero si tu estabas saliendo con Poseidón.. No lo habías roto ya?

─Salir a conversar con Poseidón es diferente, nunca hubo una muestra de afecto o algo por el extremo.. Siento.. Que mi corazón está en otra parte.

Deméter nos llevó al jardín donde estaban Perséfone y Estigia, eso para inspirarnos en los ramos de novia.

─Rhea le dejó la planeación moderna a mis caballeros, no quiero pensar que es lo que darán en la fiesta. - mantuve mi sonrisa sin apagarla. ─Y también estuve pensando en darle un regalo adecuado a mi hermana.

─Un regalo.. Que será?

─Eso será una sorpresa.. Últimamente, he visto que muchos Saissonier han desaparecido y eso temo más.

Pasó por mi cabeza unos ligeros flashback de las guerras santas anteriores y la última que marcó mucho mi personalidad.

─Athena.. Has pensado en enamorarte profundamente? Se que ya no estas bajo el yugo de la tierra, así qué podrías amar a quien te ama. -insinuó anfitrite con flores azules entre sus manos. ─Que hay de ese humano.. Cual era su nombre pero que es leal a tí..

─Hablas de Seiya?

─Asi que se llama Seiya.. -arqueo la ceja interesada en el nombre. ─Tienen mucho que podrían llevar a cabo, al fin y eres una reencarnación, tienen la misma edad.

─No Anfitrite.. Aunque quisiera no podría.

─Ya le preguntaste si el tiene los mismos sentimientos? -Deméter intervino de manera inoportuna. ─Me pasó lo mismo hace varios siglos, podría decir que el final no resultó bien, pero que el miedo no te permita negar tus sentimientos.

─Hermana! Anfitrite! Madre vengan! -Perséfone recobró la inocencia y calidez de cuando apenas fue una dulce adolescente. ─Les encantarán las flores que..

Una ráfaga de viento pasó por mi lado izquierdo, rozando parte de mi mejilla, al igual que el sonido cuando una flecha es lanzada, busqué con la mirada algún punto clave.

─Que pasa Athena? -preguntó mi hermana sin reconocer mi mirada de alerta. ─Hay alguien más?

Nuevamente el mismo sonido de la cuerda de disparo de un arco, se por conocimiento que no es de mis caballeros, tampoco de las encargadas de Artemisa. Esta cuerda es más resistente, más clara y concisa al disparar.

─Athena, no te preocupes, vamos hay unas buenas flores blancas que combinarán con tu..

Escuché como lanzaban la flecha, alertando a Anfitrite, Deméter y Estigia sobre todas las cosas que nos rodeaban. Pero la flecha había logrado su cometido, encajo sobre el lado izquierdo del pecho de Perséfone, antes de caer al suelo, Anfitrite la sostuvo para que no se lastimara aún más.

єl αmσr dє hαdєs [4 temporada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora