Una serie de catastróficas......CASUALIDADES?

El accidente

Luisita

Llevaba horas sentada en aquel banco intentando que un rayo de inspiración me golpeara la mente, no había manera. Estábamos mi cámara y yo esperando inmortalizar algo que mereciera la pena pero por allí no pasaba nada ni nadie. Me sumergí en mis pensamientos y sin quererlo me transportaron un año atrás, al día de mi boda con Sebastián......

-¿Dónde está la novia más guapa del mundo?  -me gritó María entrando en el cuarto de casa de mis padres donde me estaba preparando para salir hacia la iglesia- ¡Pero bueno María Luisa! ¿Aún estás así?....-se acercó y al verme aquellas ojeras de no haber dormido nada en días y llena de lágrimas, bajó un poco el tono- ¿Qué te pasa preciosa?  Está todo como querías, has preparado cada detalle al milímetro. Tienes a toda la familia aquí y a tu príncipe esperando en el altar. Siempre has soñado con éste día, pero no sé por qué esos ojitos me dicen que algo no va bien en esa cabecita - me dijo secando las lágrimas que no paraban de salir -A ver cuéntame por favor! Que me estoy poniendo muy nerviosa

-Ains María -logré decir con un hilo de voz - Sé que todo esto es lo que siempre había querido para mí.....Un trabajo estable, un hombre que me quiere con locura y daría todo por mí, una familia unida de la que no puedo estar más orgullosa.....Si es que lo tengo todo, no puedo pedir más.....-me llevé las manos a la cara y empecé a llorar aún con más fuerza- ¡No puedo casarme María! No le puedo hacer esto, no a él....es muy bueno conmigo, una maravillosa persona. No merece vivir engañado. Estaría traicionándome a mí misma y a mis sentimientos. Llevo ya unas semanas así y sé que debería haber parado todo esto antes pero no tenía la valentía suficiente para hacerlo. Nadie merece que le pasen estas cosas....pero siento que si no lo hago, voy a ser una infeliz toda mi vida y no quiero -gritaba de rabia contenida -Siento que no estoy enamorada de él María....Le quiero muchísimo pero no es amor -Ahí me rompí de nuevo al ver que mi hermana también lloraba.

-Pero Luisi cariño -levantó mi cabeza con su mano para que la mirara- ¿Por qué no me has dicho todo esto antes?  Podríamos haber buscado una solución sin tener que llegar al extremo, siempre hemos hablado las cosas. Pensé que era lo que querías, que habías encontrado el amor en Sebas. Os veía de por vida juntos, si es que sois tal para cual... o eso creía. Pero después de lo que me has dicho veo que no, qué equivocada estaba....-me dijo mientras me miraba con cara de tristeza - Pues no te casas y no hay más que hablar. Voy a sacar a todo el mundo de aquí y le voy a decir a Ignacio que te espere abajo y te lleve al piso que tenemos en las afueras. A ver cómo me las ingenio para que no pregunte porque éste hombre...... Allí te puedes quedar el tiempo que quieras hasta que se calmen las aguas por aquí, yo te cubro hermanita. Y no me vuelvas a hacer esto en tu vida que mira el papelón que me vas a dejar caramba! - me sonrió y me dio un fuerte abrazo antes de salir del cuarto dejándome sin palabras.

Después de un mes en aquel piso decidí que era el momento de volver y dar la cara. No podía seguir huyendo toda la vida. Sentía que tenía que dar muchas explicaciones, sobre todo a Sebas y a mis padres. Mi familia lo comprendió aunque mi padre al principio estuvo algo distante conmigo, quería mucho a Sebas, era uno más en la familia y le costó asimilarlo. Al final entró en razón porque lo único que quería era mi felicidad por encima de todo. Con Sebastián la cosa no fue tan bien, lógico después de que la que fuera su novia de hacía más de 5 años lo dejara plantado en el altar. Hoy en día y después de un año no he conseguido tener con él más que un "hola" o "adiós". Me duele porque era uno de mis mejores amigos, nos conocíamos muy bien y teníamos mucha complicidad. Pero bueno, dicen que el tiempo pone todo en su sitio y yo espero que algún día podamos hablar las cosas sin reproches y volvamos a tener una bonita amistad. 

Me levanté de aquel banco porque llegué a la conclusión de que no iba a sacar nada productivo aquella mañana. Trabajaba como fotógrafa por mi cuenta y me habían encargado hacer unas fotos para una exposición, pero no era mi día. Había quedado con María para almorzar en mi piso y le mandé un mensaje para quedar sobre la una. Hoy no tenía que bajar a ayudar al Asturiano ni tenía que ir al King's porque no abría así que pensé en pasar una tarde de hermanas. María tiene el poder de levantar el ánimo hasta a los muertos, me venía genial para qué mentir.

Iba tan absorta en mis pensamientos que no prestaba atención a nada de lo que pasaba a mi alrededor. Me dispuse a cruzar la calle sin darme cuenta de que el semáforo seguía en verde y de pronto BOOM!!! Un pitido muy fuerte y de repente todo se volvió negro.....