Ahí estaba ella, no era mucho de salir en la noche y tomarse un trago. Pero esa era una ocasión que lo merecía.
Sabia que el alcohol no era su fuerte, pero quería olvidar por un momento a Sasori.
Soltó un gran suspiro recordando lo de esa tarde. De ninguna manera pensaba que el supuesto "mejor amigo" de ahora su exnovio, sería el amante, "La otra". Y sí, estaba muy decepcionada, esperaba enterarse se otra manera aún mejor pero ese no fue el caso.
Encontrarlo en su propia cama, en la que compartía con la supuesta persona que la conocía y amaba desde hace tanto tiempo le hizo sentir algo afligida.
Pero...
No lloró, no habían lágrimas. Suponía que se estaba engañando a sí misma...
En algún momento creyó que amaba a Sasori, pero simplemente no sintió nada...
Estaba agotada por el él de ahora, eso había terminado definitivamente.
No le dolió la parte del engaño.
Lo que sí le dolió, era saber que...Todos esos años juntos fueron nada más que un triste desperdicio de su tiempo. Intentó buscar el porqué de no decirle que ya no sentía lo mismo por ella...
O por las mujeres en general.
Fue todo un fiasco, no sabía como explicarle a su madre que el chico que aparentaba ser un perfecto novio. Resultó engañándola con su propio mejor amigo.
Cada vez perdía la fe en encontrar su supuesto príncipe azul, ya no creía en eso.
-¿Disculpe me puede servir otro trago?- Aquel era dulce y le recordaba a la calurosa brisa de verano, una de sus estaciones favoritas. El bartender le ofreció uno nuevo y ella se dispuso a seguir disfrutando la noche.
-Hmp...¿Pero qué hace una bella dama sola por aquí, acaso no sabe que hay lobos buscando una presa?- Sintió un escalofrío recorrer su espalda, reconocía aquella voz ronca y malditamente sexy. Ladeó la cabeza y miró al tipo que se encontraba sentado al lado suyo.
Lo aceptaba, era un hombre guapo, pero ya se encontraba próximo a comprometerse. El próximo esposo de Ino Yamaka, que ya no sería Yamaka sino la señora Uchiha.
Llevaba puestos unos pantalones vaqueros negros, unos zapatos de cuero formal y una camisa color celeste con los primeros botones abiertos dejando ver parte de su pecho. Se veía malditamente bien.
Sabía que no debía estar pensando ese tipo de cosas, era el novio y próximamente el esposo de su mejor amiga.
Era un hombre prohibido, lejos de su alcance.
Sasuke por su lado se estaba comiendo con la mirada a Sakura, vestía tan solo un vestido satén rojizo corto, que le llegaba hasta la parte de sus muslos, dejando ver esas largas y tonificadas piernas. Su cabello estaba ligeramente amarrado y sus labios estaban pintados de un color rojo oscuro.
Sus pensamientos no eran puros y eso lo sabía, no era de esos hombres pervertidos pero en ese momento se consideraba uno.
Desde hace un buen tiempo que la admiraba desde lejos, era simplemente una belleza para la vista y con aquel cuerpo de infarto era difícil de borrar de su cerebro.
-Ho~hola Sasuke, ¿Disfrutando la noche?- Dijo ella tomando un sorbo de alcohol, Sasuke no quería dar detalles, después de todo ella era la mejor amiga de la causante de su estrés.
-Hmp...Nada en especial, solo vine a disfrutar esta bella noche- Dijo simplemente y sí, era muy bella y no hablaba de la noche- ¿Y tú? tengo entendido que no eres ese tipo de persona de salidas nocturnas, ¿Pasó algo malo?- Sakura casi se atragantó con su bebida, el pelinegro sonrió triunfante, pues había dado en el clavo.
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Con mi amiga || Sasusaku
Romance¿Matrimonio? En la ruina, ¿Familia? En su contra ¿Pasado? Reviviendo. Sabía que era malo dejarse llevar, pero aún así lo hizo. ¿Era tonto, verdad? Se había dicho que no a sí misma tantas veces, sintiéndose débil al caer con un solo beso. Y como sino...