Abrió los ojos de golpe y la luz del cálido día que se filtraba por la mañana la recibió abruptamente.
Se removió entre las sábanas y frunció el ceño al sentir su cabeza palpitar de dolor. Cerró los ojos de nuevo para volver a los brazos de Morfeo pero un olor a waffles con miel de maple la distrajo.
Giró sobre la cama hasta llegar al filo de esta y cayó al suelo al recordar los que había pasado la noche anterior.
"No, esto no debe estar pasando"
Se intentó levantar pero el dolor entre sus piernas no se lo permitió y trató no recordar el porqué aunque ya sentía un calor presente en sus mejillas.
Agarró la sábana que tapaban su desnudez, buscó con la mirada su vestido pero lo único que encontró fue la camisa de Sasuke.
-A la mierda...- Se colocó la camisa azul, doblando las mangas para que le quedaran a la altura de sus codos. Se jaló la camisa para abajo intentando que no la dejara tan expuesta, ya que la camisa solo le llegaba a la altura de sus muslos.
Caminó con un poco de dificultad, salió de la habitación y lo primero que vio fue la espalda de Sasuke, dejándola atónita. Era musculosa y muy tonificada, dando a entender que daba un entrenamiento diario. La examinó más a fondo y estaba segura que su rostro podía ser comparado con el de un tomate.
Sasuke tenia marcas de arañazos por toda la espalda y algunos eran casi profundos.
"¿Ella acaso...?"
Se mordió el labio discretamente y siguió mirando aquella ancha espalda llena de evidencias de la desenfrenada noche de ayer.
-¿Te quedarás mirándome como una boba o te sentarás a desayunar? Y si, esto me lo hiciste anoche- Ella solo se sentó en la silla junto a la pequeña mesa, aún aturdida y miró como Sasuke maniobraba la waflera.
Se detuvo a mirar con detenimiento la cocina, tenía que admitir que era una muy bonita comparada con la suya, estaba casi segura que tenía un mejor abastecimiento a la mano.
Agitó la cabeza absurda.
"¿Te acostaste con el prometido de tu amiga y lo único en que piensas es que la cocina es bonita? Vaya que te superaste"
Sasuke se acercó y posicionó los waffles en un plato agregándole una gran cantidad de miel de maple teniendo en cuenta los gustos de Sakura. Sirvió un vaso de jugo y se lo dejó a su disposición.
Ella solo miró la comida sin decir nada, el pelinegro jaló la silla para sentarse frente a ella, haciendo que dé un respingo. Sus ojos la miraron, deteniéndose solo para parpadear, haciendo sentir a Sakura intimidada.
-¿Vas a comerlo o lo hago yo?- El desayuno se veía más que delicioso, lo describiría todos sus derivados y más.
Sasuke levantó la ceja al verla tan callada, nunca en tanto tiempo había visto aquella fase en ella.
Siempre tenia una respuesta para todo y nunca optaba por el silencio. Esa era su Sakura.
"Vamos Sakura...La comida no tiene nada que ver en esto. Comida es comida"
Se llevó un gran bocado saboreando lo dulce de la miel de maple acompañándolo con la esponjocidad del waffles. Emitió un pequeño gemido de satisfacción pero se arrepintió de haberlo hecho.
El Uchiha se la devoró con la mirada, intentando no saltar sobre ella y volver hacerla suya contra esa misma mesa. Comparó los gemidos de la noche anterior y vio la gran pero sutil diferencia en ello.
Los gemidos anteriores mostraban necesidad y estos en cambio no eran tan desesperados.
Sus ojos verdes se toparon con los negros. Se quedaron así por un tiempo, sin decir nada solo observándose con aquella atracción sexual y algo más que no lograba descifrar. Sakura se negaba a aceptar aquello, no con el novio de su amiga.
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Con mi amiga || Sasusaku
Romance¿Matrimonio? En la ruina, ¿Familia? En su contra ¿Pasado? Reviviendo. Sabía que era malo dejarse llevar, pero aún así lo hizo. ¿Era tonto, verdad? Se había dicho que no a sí misma tantas veces, sintiéndose débil al caer con un solo beso. Y como sino...