20.

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Evie lanzó un suspiro cansado cuando visualizó el enorme castillo a lo lejos, sabiendo que estarían por llegar a ese lugar dónde estaba el muchacho que más le molestaba en toda su tropa

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Evie lanzó un suspiro cansado cuando visualizó el enorme castillo a lo lejos, sabiendo que estarían por llegar a ese lugar dónde estaba el muchacho que más le molestaba en toda su tropa. Realmente no quería soportar a Eren en ese momento, no después que se convirtiera en un arma tan importante para la humanidad ya que debía tratarlo con respeto y no había nada que le costara más que hacer eso.

Pero aún así intentó poner su mejor expresión vacía mientras bajaba del caballo, dispuesta a seguir a seguir al veterano que les explicaba un poco sobre cómo eran las cosas allí. Había estado todo el día aprendiendo sobre las formaciones que se utilizarían en la expedición y se sorprendió bastante al escuchar que no usarían a Eren para absolutamente nada en esa misión, pero esta vez confiaría en el comandante aunque fuese en ese ámbito de su vida.

—¡Armin, Mikasa, Evie!.

Gritó una voz sacándola de sus pensamientos, giró, algo confundida y no pudo evitar bufar cuándo vió al muchacho Jaeger correr hacia ellos con una tonta sonrisa en su rostro. Casi al instante Mikasa comenzó a verificar que se encontrara bien, cosa que le causó algo de gracia a la azabache mayor que los miraba con sorna.

—Oh, imbécil, al parecer no te disecaron.-Mencionó con un falso tono de tristeza, pero ella sabía muy bien que no había lugar más seguro para el menor que allí, siendo cuidado por una completa amante de los titanes como era Hange.

—Tan amable como siempre.

Ironizó el Jaeger, pero en vez de responderle, la azabache no pudo evitar mirar detrás del muchacho, encontrándose con la imagen de su padre adoptivo mirándolos con una ceja alzada. Casi al instante una bella sonrisa cubrió sus labios, pensando en todo lo que había extrañado a su querido protector y por eso no pudo aguantarse llamarlo de manera entusiasta.

—¡Papá!.-Gritó la pequeña adolescente de mirada cielo.

El nombrado la miró con los ojos abiertos de par en par, algo sorprendido por la manera en la que lo estaba llamado, ellos habían acordado claramente que Evie nunca le diría así delante de otras personas, pero la emoción de la menor había sido mucho más fuerte que las reglas que se habían pactado desde que ella quiso convertirse en parte de la legión.

—¿Papá?.-Preguntó Eren, algo confundido, pero sus preguntas fueron respondidas cuándo la mayor comenzó a alejarse del grupo de cadetes.

La azabache de pequeño tamaño fue directamente hacia el capitán de la legión ante los ojos impactados de muchos en ese lugar, no sólo por enterarse que ese hombre era padre de una muchacha tan tierna, si no porque vieron sonreír levemente por primera vez al amargado Levi Ackerman y sólo para más impacto, pudieron apreciar como el hombre tomaba las manos de su hija entre las suyas apenas estuvo lo suficientemente cerca para hacerlo.

Al parecer el hombre más fuerte de la humanidad tenía un enorme punto débil y éste tenía bonitos ojos azules, cuerpo pequeño y actitud encantadora.

Red swan; Reiner Braun. [#1] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora