Red swan; Reiner Braun. [#1]

31.

Los titanes habían sido exterminados por los miembros de la legión de reconocimiento y el grupo de jóvenes que había estado atrapado en la torre antigua pudo respirar en paz al ser rescatados por sus compañeros, los cuáles pusieron todo de sí para que esos seis chicos salieran con vida de una situación así.

Entre ellos estaba Evie Langer, la cuál estaba intentando subir por la muralla con ayuda de un pequeño ascensor de suministros ya que no tenía un equipo de maniobras a mano y era más rápido de esa manera. Justo cuándo llegó a la cima intentó subir con su propia fuerza, pero una mano amable se extendió hacia ella, la cuál aceptó con una pequeña sonrisa surgiendo en su rostro.

—¿Estas bien, pulga?.-Preguntó el chico de ojos verdes mientras tomaba el cuerpo ajeno como si fuese una pluma para colocarlo sobre la muralla con una sonrisita de burla.

Evie lanzó un pequeño suspiró cansado cuándo vió que era Eren quién la había ayudado y todo para mantener la fachada que ambos tenían, era una extraña rivalidad que se basaba en pequeños insultos y algunos encontronazos, pero con una preocupación latente detrás de todas las acciones que hacían por el otro, las cuales había surgido luego de la pérdida de sus compañeros. Claro que ninguno admitiría que el contrario le importaba, eran demasiado orgullosos como para hacerlo.

—Yo si, sólo fue un rasguño, pero Reiner se fracturó.-Exclamó la azabache ignorando la herida mediana que punzaba en su brazo, pero el castaño pudo verla y frunció el ceño casi al instante.

—Deberías desinfectar eso, idiota.-Insultó, pero detrás de ello había una clara preocupación que Eren no quería demostrar, pero desde que lo había salvado en Trost comenzó a tenerle cierto aprecio a esa tonta muchacha.

—¿Ahora te preocupo, imbécil?.-Contraatacó, pero la pequeña sonrisa que se formaba en sus labios demostraba claramente que se estaba divirtiendo con ese pequeño encuentro que estaban teniendo.

—Es obvio que no, pero tu padre asusta y curiosamente está muy encariñado con su princesa.-Picó con un tono burlesco, logrando que la muchacha de menor tamaño se pusiera justo frente a él con el mentón bien en alto.

—¿Quieres que te de una paliza?.-Amenazó colocando sus manos sobre el cuello de la camiseta ajena, siendo imitada por el chico de ojos verdes que la superaba en tamaño.

Pero tan pronto como sus ojos se cruzaron una fuerte carcajada brotó de los rosados labios que portaba la azabache y no tardó mucho en ser imitada por el titan cambiante. Eren estaba realmente estresado con toda la información que había conseguido en los últimos días, desde la traición de Annie hasta la sospecha del pasado de Reiner y Bertolt, pero le agradaba tener un momento infantil e inmaduro con esa muchacha que era bastante peculiar.

—Realmente me alegra que estés bien, sería aburrido no tenerte molestando.-Confesó Eren colocando una de sus manos en el hombro de la menor, intentando así darle un poco de apoyo, ya que sabía lo mucho que ella lo necesitaría en un futuro.