‒Capítulo XI

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『Carrera a la Isla Gusafuego』

『Carrera a la Isla Gusafuego』

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Narrador

—¡¡No, no y no!!—

La morena se talla la sien cansada pues había pasado toda la semana debatiendo con su madre sobre la distribución del cuartel, claramente teniendo ideas diferentes.

—Mamá, llevamos toda la semana con este tema y no hemos avanzado en nada ¿Qué es lo que no te gusta de unas aguas termales para los vikingos y dragones?— preguntó ya fastidiada Gisli

—Escucha la idea no es mala pero ahora el pueblo necesita más establos que unos baños.— Engla

—Los establos tardarían más tiempo, uno con el tamaño suficientemente grande, sin abusar del poco espacio de la isla.— Gisli

—Podemos hallarlo ese no será el problema. Punto final.— dijo Engla viendo los planos de la isla

Gisli ya fastidiada dejó caer su cabeza contra la mesa gruñendo:—¡Argh! ¡Olvidalo! Mejor lo dejamos para después, debo ir a la práctica con el resto.—

Rápidamente la morena se levanta de su silla siendo seguida por Duke que se puso en su espalda, al salir de la casa encuentra a Hipo que descendió con Chimuelo cerca suyo con una expresión agradable.

—¿Lista?— le pregunta Hipo calmado

—Hay que practicar ¿no? — le digo nerviosa

Preocupada doy un paso hacia él sin antes mirar a su madre pidiendo su permiso, Engla con una expresión seria asintió observando al dúo elevarse en el aire. Desde el aire Duke sujetaba a la morena acostumbrándose de volar con ella cerca del suelo, mientras volaba al lado del chico tomando su mano manteniendo su postura boca abajo, Gisli lo mira sin evitar preguntar lo que sucedía.

—¿Qué te parece?— le pregunta preocupada la morena

—Vas bien, solo debes ser más confiada, Duke no quiere estrellarse como tu. Ya verás muy pronto serás una profesional.— dijo Hipo tratando de animarla

Asintiendo preocupada observa al frente continuando con su vuelo al punto de encuentro, mirando de reojo como Duke se acostumbraba a su peso.

Asintiendo preocupada observa al frente continuando con su vuelo al punto de encuentro, mirando de reojo como Duke se acostumbraba a su peso

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