The life

El atardecer

Hay días que me pregunto ¿Para qué seguir con esto?  ¿Para qué seguir viviendo? Y la vida parece que escucha mi reclamo.

En la primavera del 2014 fui a una de esas convenciones de anime y videojuegos. Recuerdo haber ido por obligación más que nada.

- Tienes que salir de esta cueva en donde estas viviendo.
- Madre yo ya no estoy "viviendo"  simplemente "estoy"

Es una pena que a la persona que conocí en esa convención no haya sido un chico, pero no todo siempre es como uno quiere.

- Ven ¡Vayamos a ver los posters!
- No soy de estas cosas - Era verdad yo no veía animes.
- Pero si estamos aquí tenemos que hacer algo, ¡Vamos! - Ella parecía la persona más alegre del mundo.

Compartimos momentos muy hermosos, días después nos encontramos en mi casa, jugamos juegos de mesa, disfrutamos del día saliendo a caminar, nos divertíamos mucho.

- Tu casa es muy bonita - Sonreía, ella siempre estaba sonriendo.

Recuerdo cuando fuimos a una plaza que estaba muy cerca de mi casa, allí encontramos a un pequeño niño que estaba jugando en las hamacas.

- ¿Ustedes son novios? - Preguntó el niño con toda la inocencia infantil. Me incomodaba mucho esa pregunta.
- No, pero algún día lo seremos. - Respondió mi Flor, pero no me gustaba nada esa respuesta. Porque yo aún no sabia lo que sentía, pero estaba seguro de que no era amor.

Para mí ella era perfecta, era la persona que tenía que amar, pero no podía, no podía amarla. Me odiaba a mí mismo por no poder hacerlo. Comprender la homosexualidad para un heterosexual es demasiado difícil. Lo único que puedo decir al respecto es que para un homosexual es tan imposible amar (en el sentido del amor de parejas) a alguien de el sexo contrario como para un heterosexual a alguien de su mismo sexo.

- Te amo - Sentí como si me clavaran un cuchillo en el corazón y lo dejaban allí.
- No puedo... perdóname - Y ahí mismo ella intentó besarme. ¿Por qué tenias que hacerlo Flor, por qué? Puse mi mano derecha sobre sus labios porque sabía que si no correspondía el beso iba a ser peor para ella.

Intenta ponerte en la situación de Mateo... Supongamos que eres una chica heterosexual, tienes una mejor amiga con la que pasan mucho tiempo juntos y comparten muchísimas cosas. Pero de un día a otro, ella dice que te ama. ¿Qué harías? Sería una tragedia, porque su amistad ya no sería lo mismo (si es que la amistad sigue en pie) y ella quedaría destrozada porque sus sentimientos no son correspondidos. Solo un buen uso de las palabras de parte tuya puede hacer un cambio significativo, pero aún así aunque ella no quede destrozada gracias a tus palabras la amistad definitivamente no sería lo mismo que antes.

De un día a otro no sabia nada de ella, había desaparecido. Mi luz que siempre sonreía había desaparecido. Le enviaba mensajes de texto, la llamaba, pero ella no respondía nunca. Algo estaba mal.

17:39 Flor?  Estas bien? Respondeme por favor.  Mensaje entregado.

13:15 Por favor Flor, que hice mal? Mensaje entregado.

18:23 Flor si es una broma no es divertida, háblame por favor. Mensaje entregado.

Mensaje tras mensaje ni uno fue respondido.

Si pudiera borrar un día de mi vida ese sería el 05/07 del 2014 ese fue el día que recibí la noticia.

- Hijo están golpeando la puerta, ve a ver quien es - Mi madre me hablaba desde la cocina.
-Ya voy -  Me había sacado de mi lectura.
Me dirigí hacia la puerta y la abrí. Allí un hombre robusto yo con los ojos llorosos, de seguramente unos cincuenta, estaba esperando. - ¿Si?
- Hijo, soy el padre de Florencia. Ella venia aquí de vez en cuando. Hace dos semanas mi hijastra se quitó la vida, lo siento. - El señor se fue sin decir ninguna otra palabra, y ahí todo inmediatamente se volvió blanco y negro, cerré la puerta y caí al suelo de rodillas y grité lo más que pude, lloraba y gritaba. Todo me dolía, estaba seguro que si alguien me tocaba me partía en dos.

Era todo culpa mía, si hubiera podido amarla ella aún estaría aquí, soy un idiota. Durante no sé cuantos días no comí, no tenía apetito. Y por otros días no hablé, no tenía razón para hacerlo. Y finalmente cuando el dolor durante la medianoche era insoportable, con una navaja hacia un corte en mi pierna, porque esa era la única manera de calmar el dolor, la única manera de olvidar por unos minutos todo el sufrimiento, la única manera de que las lágrimas no sean por todas mis pérdidas.

Nunca me quitaré la vida, hice una promesa conmigo mismo. Porque estaba seguro que la vida me estaba guardando algo especial.