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Jimin no podía dejar de pensar en que Jungkook levantó su plumón y se lo dio.

No paraba de pensar en que conocía sus plumones, lo conocía a él. Su corazón estaba feliz, el estaba feliz.

Llevaba horas pensando en Jungkook, tanto que olvidó su tarea. Reaccionó al instante y comenzó a hacerla.


——————

Jungkook se encontraba concentrado haciendo su tarea, pero no lo estaba del todo. No dejaba de pensar en Jimin, en su carita toda bonita.

Mientras escribía, pensaba en él.

"Jimin fue un..."

—¡Dios, no! —grito al ver que había escrito el nombre de Jimin, en lugar del nombre que iba.

Tomó su corrector y lo puso sobre el nombre para borrarlo.

—Eso no quiere que te estoy borrando, corazón... es que me confundí, tecueme. —susurró mientras borraba el nombre, como si lo estuviera escuchando.

Al día siguiente, Jungkook se levantó, echó su cuaderno a su mochila y comenzó a vestirse.

Jimin se levantó, muy a pesar y comenzó a vestirse. El pantalón le quedaba justo a su talla, resaltando su cintura, a comparación del pantalón de deportes, el cual escondía un poco de su cintura y piernas.

—¡Buenos días! —exclamo Tae, entrando a su habitación.

Detalle a destacar; Tae y Jimin vivían juntos desde hace unos meses, completamente solos.

—¡Tonto! Me haz asustado..

—Así de puerquesota tendrás la conciencia...

—Para nada... estaba concentrado en cambiarme.

—Sure... —susurró y acomodó su cabello ahora negro— Vámonos que se hace tarde, siempre somos los primeros en subir al autobús. Además que si llegamos tarde, no verás a tu amorcito.

Jimin asomo una sonrisa y asintió.

—Tae, la playera debe ir dentro del pantalón. —esto era de todos los días, Jimin regañando a su mejor amigo por no usar el uniforme cómo se debía.

—Pito. —contesto Tae, encogiéndose los hombros con suavidad y saliendo del cuarto.

Jimin rodó los ojos y negó con la cabeza. Salieron de su departamento, la parada donde el autobús los recogía quedaba a unos cuantos pasos de ahí, así que se apresuraron para llegar.

Justo cuando llegaron, el autobús iba parándose. Subieron corriendo, ya que era la primera parada del autobús, siempre iban de primeros.

—Buenos días. —saludo Jimin con una sonrisa al chofer, que ya los ubicaba perfectamente, como a todos.

—Buenos días, Jimin.

—Cámara, buenos días. —dijo Tae con una sonrisa, el chófer río

—Buenos días, TaeTae.

Tae tomó el brazo de Jimin para irse a sentar en los asientos que quedaban en medio, como siempre, Tae en la ventana y Jimin en pasillo. Así le resultaba más fácil asomarse de vez en cuando para ver a su amorcito, quién se sentaba al último.

Poco a poco iban subiendo los alumnos, la parada donde subía Jungkook era la tercera.

—¡Ah, ya es esta! —exclamó con felicidad, aparentando el brazo del pelinegro.

—Wuu, que emoción, brinquitos brinquitos. —dijo con sarcasmo y dio un liguero aplauso.

Jungkook y sus demás amigos subieron.

Disimulando 𔔀 ִֶָ  𝗸ook𝗺inDonde viven las historias. Descúbrelo ahora