Viktor fue el primero en abrir los ojos, encontrandose con el rostro del más joven, el cual dormia placidamente, lo observó por algunos minutos y no podia explicar lo que este pequeño provocaba en él, no habia palabra suficiente para definir lo que sentia, hasta la palabra amor le parecia poco. Lo hacia sentir feliz, vivo, ya no habia dias grises desde cuando él apareció, sonrió y pasó delicadamente con la yema de sus dedos por su rostro, haciendo accidentalmente que este despertara, el cual sonrió automáticamente al ver al peligris, se acercó depositando un tierno beso en él.
- Buenos dias - pronunció Horacio con voz aún adormilada, apoyó su cabeza en el pecho de Volkov abrazandolo por la cintura, mientras este comenzaba a masajear lentamente su espalda, movimientos que hizo erizar la piel al de cresta y de forma juguetona inició a dar pequeños besitos en su cuello. Viktor echó la cabeza hacia atrás haciendo un profundo respiro sabiendo lo que queria el más joven.
- No te cansas eh? - preguntó provocativamente, aferrando sus muñecas y colocandose sobre él. Horacio sonrió lamiendose los labios y negó con la cabeza.Volkov comenzó a besar sus labios lentamente y se retiró la camiseta negra que llevaba, Horacio lo observó encantando pasando su mano sobre su vientre haciendole temblar un poco ante su toque, continuaron a darse besos y caricias sin percatarse de la pequeña luz que entraba por la ventana.
Entre respiros profundos y pequeños lamentos de placer Horacio abrió los ojos por algunos segundo dandose cuenta de lo que estaba por suceder.- Espera Vik...- no tuvo tiempo de terminar la frase, que su cuerpo se encontraba en comisaria junto a Conway y al hombre que segundos antes estaba en su cama besandolo y apunto de ser suyo de nuevo.
Suspiró indignado y molesto, por un momento ambos habian olvidado que al salir el sol ellos no eran dueños de su cuerpo, maldijo a su creador, ya que se habia despertado en el peor momento.
Dio una pequeña mirada al peligris, el cual se encontraba vestido con su usual vestimenta de Comisario, unos pantalones negros y una camisa gris, suspiró al verlo y despues su mirada se posó sobre Conway que no paraba de dar vueltas en el despacho, parecia enojado y frustado.
- No lo sé Super, la otra vez Gustabo recibió una llamada y salió corriendo - comentó el de cresta. Horacio internamente no entendia del porque estaba alli, pero se dejaria llevar sin hacer preguntas, para eso existia para ser una simple marioneta.
Al parecer Conway llevaba dias que sospechaba de Gustabo, habia notado algunas actitudes sospechosas en él, desde cuando dijo que aplazarian el dia de la redada, aunque estuviese actuando, Horacio conocia a Gustabo, sabia que no le haria eso a él ya que llevaban mucho tiempo juntos como para olvidar todo y simplemente desaparecer.
Horacio sintió vibrar su pantalón, cogió el telefono de su bolsillo y vió que Gustabo le habia mandado un mensaje diciendo que queria verlo solo a él. El mensaje lo desconcertó un poco asi que decidió llamarlo, digitó su numero mientras salia de la sala.
- Que es ese mensaje Gustabo? Donde estas? Conway esta como loco - exclamó al telefono, esperando una respuesta, su corazón comenzó a latir muy rapido y empezó a preocuparse.- Horacio... yo te dije que no queria trabajar con el viejo, el siempre nos humilla - respondió Gustabo, se notaba un velo de tristeza en su voz.
- Que cojones me estas contando Gustabo? Tenemos que hacer la redada - soltó furioso y confundido a la vez, no podia creer lo que estaba escuchando.
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CUANDO LAS LUCES SE APAGAN, YO VIVO
FanfictionDonde Volkov y Horacio viven en un mundo donde no pueden controlar sus acciones, pensamientos porque son controlados da fuerzas externas.