Horacio pasó varios dias en la soledad, caminando por las calles vacias y frias con una botella de vodka en la mano, recorrió lugares que habia ido con Volkov como la comisaria, la azotea de ella, la playa y por ultimo su departamento. Le costó demasiado ingresar a el, apenas abrió la puerta, los recuerdos le invadieron la mente, los besos sobre su cuerpo, las caricias que le hacian erizar su morena piel, cerró los ojos haciendo que un par de lágrimas resbalaran por su rostro.
Con las pocas fuerzas que le quedaban, tambaleandose se dirigió a la habitación del peligris, lentamente se acurrucó en la cama y abrazó la almohada que aún llevaba su olor. Suspiró y cerró los ojos intentando dormir, pero notó como la pequeña luz entraba por la ventana, la cual significaba un unica cosa.
Miró a su alrededor y rezaba para estar en otro lugar, era demasiado duro para él no poder estar con la persona que amaba y encontrarse delante de su tumba era aún peor. Conway daba disparos al aire en honor a la perdida de su Comisario, algunos policias tambien se encontraban en el lugar, algunos lloraban, otros tenian la mirada fija al vacio.
Los observó por largos minutos y los envidiaba, no sabian que eran controlados, no sentian el verdadero dolor ya que cuando las luces se apagaban ellos olvidaban todo y regresaban a sus vidas normales, suspiró resignado vaciando la botella de vodka sobre el césped. Dio una ultima mirada al cementerio y cabizbajo se dirigió a su nueva auto, agradeció el pequeño gesto que hizo su creador de comprar un mercedes negro como el de Volkov.
Colocó su valiga en la maletera y entró al auto, echó su cabeza para atras quedandose en silencio algunos segundos, sintió vibrar su telefono y de mala gana lo desbloqueó, era un mensaje de Conway.
"Buen viaje, te lo mereces".
El Superintendente le habia preparado nuevos documentos para que se fuera de la ciudad y se creara una nueva vida, lo que no sabía era que él ya habia llegado a su final, le prometió que atraparía a Gustabo y lo encarcelaría de por vida.
Suspiró tristemente bloqueando el celular y encendió el motor haciendo marcha atrás y salió de ese lugar, a los pocos metros el motor se apagó al igual que las luces de su alrededor, sabía lo que se venía, notó como su cuerpo comenzó a ser mas pesado.
Apoyó su rostro sobre el volante y sus ojos lentamente comenzaron a cerrarse, sus manos comenzaron a desaparecer, al igual que el resto de su cuerpo, su ultimo pensamiento fue el peligris, dio un último suspiro y todo se apagó.
<<Se cierra el telón>>
- Ya estoy llegando James, estoy tarde - dijo Dan al telefono mientras corría por la universidad más prestigiosa de Londres, se estaba arrepintiendo de asitir a una fiesta en plena semana, sobretodo si al dia siguiente tenia Ciencias a la primera hora.
Rogaba para que su profesor llegase almenos cinco minutos tarde.Llegó a su aula con el respiro agitado y se maldijo al ver que su profesor ya se encontraba en el aula, abrió lentamente la puerta y entró gateando pretendiendo no ser visto.
- Joven Daniel - gritó el profesor y todos los alumnos comenzaron a reirse al ver el espectáculo que estaba haciendo.
Dan se puso de pie, tragó saliva y se giró temeroso encontrando los ojos de su profesor que parecía que lo quería matar con la mirada, se tocó la cabeza apenado e intentó hablar.
- Yo... - no tuvo ni tiempo para terminar la frase que el profesor lo interrumpió.
- Fuera de mi clase, en mi clase no permitimos los tardones - dijo furiosamente mentras señalaba la puerta.
El joven rodeó los ojos y sin añadir alguna palabra se dirigió a la salida, haciendo que algunos alumnos se rieran, volteó enojado y obviamente era su hermano junto a sus amigos que se reian de él, les sacó el dedo medio y sin más se retiró del aula.
Enfurecido se dirigió a la azotea de la grande universidad, ese lugar le trasmitia paz, cerró los ojos dejando que el viento despeinara un poco su bella cresta roja.
- Te dije que nos volveriamos a encontrar -El de cresta se sobresaltó al escuchar una voz detras suya, se giró rapidamente para ver de quien se trataba, pero por culpa del sol que golpeaba en sus ojos, solo podia ver que era una persona un poco más alta que él.
Sin darse cuenta este se acercó rapidamente, al punto de encotrarse a pocos centímetros de él y sin más apoyó sus labios delgados sobre los de Dan, el cual no entendía nada y se quedó inmóvil.
Hasta que este comenzó a acariciar lentamente sus mejillas y fue como si viera pasar una pelicula antes sus ojos.
Recordó la comisaria, el mar, su habitación, el disparo, cerró los ojos y una lágrima mojó su rostro, cogió al peligris del cuello acercandolo mas a él y profundizando más el beso, esos labios no se podian olvidar, sus lenguas danzaban y sus corazones latian rapidamente.
Dan comenzó a llorar, abrazandolo fuertemente, no creía lo que estaba viendo, no creía que tenía a Viktor delante suyo, se separó un poco para mirarlo a los ojos de los cuales se había enamorado y brillaban de la emoción.
- Eres mas joven Viktor - dijo el de cresta, tocando el rostro del peligris, secando delicadamente con la yema de sus dedos algunas lagrimillas que habia soltado.
- Ambos somos jovenes... - sonrió Viktor depositando un tierno beso en los labios del de cresta roja.
- Pero... ahora soy Patrick, un simple estudiante - dijo sonriendo.
- Y tu? - preguntó curioso viendo aquellos ojos verdes.
- Pues... me llamó Daniel - rieron juntos antes los nuevos nombre que tenian y el más pequeño apoyó su cabeza en el cuello del peligris y respiró su aroma.Era ellos, más jovenes, pero seguan siendo ellos, era el amor que le arrebataron sin poder hacer nada al respecto.
- Para mi, siempre serás mi amado Viktor - sonrió y se puso de puntillas dejando un beso en sus labios.
- Y tu siempre serás mi amado Horacio - susurró Viktor, acariciando tiernamente las mejillas del más bajo.
Se miraron por algunos segundos y unieron nuevamente sus labios, dandose un largo y tierno beso. La vida les habia dado una segunda oportunidad, donde ellos eran los protagonistas de su historia, no se amarian solamente en esta historia, tambien lo harian fuera de ella.
Sus vidas estaban unidas por un hilo rojo y se amarian en todos los escenarios posibles, de niños, de adolescentes, de jovenes, de adultos y hasta de viejos, no importaria el lugar, ellos se encontrarian siempre y su amor cada vez sería más fuerte y duradero.
FIN
Esta historia ha llegado a su fin, espero les haya gustado, enserio agradezco a las personitas que leen esta historia y dan apoyo, es mucho para mi. Gracias <3
@Ale_phoenixx2 -> Este es mi cuenta de Twitter, siempre publico cosas alli.
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CUANDO LAS LUCES SE APAGAN, YO VIVO
FanfictionDonde Volkov y Horacio viven en un mundo donde no pueden controlar sus acciones, pensamientos porque son controlados da fuerzas externas.