Capítulo 8

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Hospital Universitario - 11:30am

Acabo de llegar al hospital y ahora me dirijo a la habitación donde se encuentra el señor Ethan, le pregunté a su esposa en que cuarto se encontraba y afortunadamente me respondió rápidamente. . . El temor sigue en mi cuerpo, puedo sentir como me tiemblan las manos, ya sé que los veré ahí, pero tengo miedo de desmoronarme cuando vea el rostro de Hyun. . . Llegué hasta la habitación 1055 donde se encuentra el Doctor, no hay nadie aquí afuera, lo que quiere decir que seguramente estén adentro, de todas formas debo pasar a verlo, toco suavemente la puerta.

— Adelante.

— Una suave voz me responde, tomo la perilla y la giro para abrir la puerta. . . Suspiro aliviada, solo se encuentra el señor Ethan en el cuarto — Buenos días Doctor — Cierro la puerta tras de mi y me dirijo a una silla que se encuentra al lado de su cama.

— Gracias por venir a visitarme.

— Estuve muy preocupada. . . Fue todo, muy repentino, ¿Cómo se siente ahora?

— Desperté hace poco, aún me siento muy débil. . . Lo siento por las molestias que les cause.

— ¿Por qué lo mantuvo en secreto?

— La boda de mi hijo lleva planteándose hace más de un año, no quería que se preocupen y detengan los preparativos para la ceremonia. . . Uno de mis mayores sueños antes de morir es ver a mi hijo casado y si tengo mucha suerte ver a un nieto nacer, me estuve cuidando mucho por mi cuenta, tengo enfermeras que me cuidan las veinticuatro horas del día, pero justamente debía suceder esto en estás fechas, siento que un mal karma me persigue. . . Aún me queda tiempo de vida, la boda sólo se retrasó algunos días.

— Debe preocuparse por su salud ahora. . .

— Tú eres como una hija para mi y se que estas preocupada, pero aún eres muy joven y no entenderías como me siento, puedo morir en cualquier momento y deseo que mi última voluntad se realice.

— . . . Comprendo Doctor ¿Qué fue lo que dijo su familia al respecto?

— Están molestos con migo, pero creo ya aceptaron mi situación. . . Ahora fueron un momento a la cafetería después de insistirles mucho.

— Ellos lo quieren demasiado.

— Me siento muy afrontado, viví una vida maravillosa, me casé con el amor de mi vida, me volví presidente del hospital donde coseché grandes amistades, tuve un excelente hijo y disfruté cada año de mi vida, no tengo arrepientos y ahora. . . Deseó que mi hijo siga mis pasos.

El doctor estira un poco su brazo y acerco mi mano hacia el.

— Quiero pedirte un favor. . . Hace mucho que quería decírtelo pero nunca encontré la oportunidad. . .  Cuando mi hijo y mi hija política unan sus vidas, deseo que los cuides como una hermana mayor, si tienen problemas debes aconsejarles apropiadamente y ayudar a solucionarlos.

Mi último rayo de esperanza desapareció, este es el peor golpe que la boda podría darme. . . ¿Hermana mayor? Y sin darme cuenta una lágrima había resbalado por mi rostro.

— Además, quiero verte como dama de honor ese día. . . Eres la hija que nunca pude tener y me llenaría de alegría ver a ambos de mis hijos en la ceremonia. . . ¿Aceptarás verdad?

. . . ¿Podría negarme?, ¿Señor Ethan cómo puede hacerme esto?. . . Yo amo a su hijo

— ¿Sucede algo?

— . . . No doctor. . . A-aceptó ser dama de honor y cuidar de la pareja.

— Gracias, de verdad gracias. . . Alegras el corazón de este pobre enfermo.

— Aunque a mi me duela, puedo ver tranquilidad en su rostro, eso alivia un poco mi corazón, pero siento que en cualquier momento romperé en llanto, será mejor que me retire — Tengo una cita con un paciente — Me levanto de la silla y separo mi mano de la de el — Vendré a visitarlo en otra ocasión.

— No te preocupes. . . Nos vemos después.

— Le dejo la canasta de rosas blancas que le traje la mesa de noche y tomó mi bolso para irme — Espero que se recupere de la mejor manera.

— Adiós hija.

Camino un poco hasta llegar a la puerta y estiro mi brazo para agarrar la perilla, pero esta es abierta por la persona del otro lado.

— ¡Oh! Hola Brie.

— Señora Lizi, es un gusto verla — Se acerca para darme un abrazo.

— ¿Ya vas de salida?

— Sí, tengo asuntos urgentes que atender.

— Hay nena, espera un poco para que puedas saludar a Hyun y su prometida, ellos ya vienen en camino.

— Lo siento mucho pero de verdad ya voy muy retrasada.

— . . . Bien, pero espero que pronto nos volvamos a ver para hablar un poco.

— Esta bien, esperaré su llamada — Me alejo un poco de la puerta — Hasta luego.

— Adiós Brie.

Veo como entra en la habitación y doy media vuelta para seguir mi camino, me llegaron algunos mensajes que no pude leer antes, sacó mi celular y abro los mensajes, al parecer Nicolas aún está muy preocupado por mi, doblo en una esquina para llegar hasta el elevador, pero siento un fuerte golpe que me arrebata el celular de las manos y me hace caer contra el suelo.

— ¿Estás bien? Lo siento mucho.

— No se preocupe, iba distraída en el celular — Me extiende la mano y ayuda a que me levante. . . Pero ahora que lo veo bien, es el Doctor Henri.

— Brie, a pasado mucho tiempo.

— Tienes razón.

— Ahora voy a la habitación del presidente, ¿Te parece si nos reunimos después?.

— Claro. . . — Quiero decirle algo más pero la voz de Hyun me interrumpe.

— Doctor Henri, ¿Va a la habitación de mi padre?

— Sí Doctor Hyun, iba para allá.

— Pues no debería quedarse aquí hablando.

— Ahora iré, nos vemos después.

— Se acerca, me da un beso en la mejilla y simplemente se va en dirección contraria — Hasta luego — Me despido de ambos y camino hacia el ascensor. . . Seguramente me veré con ellos más a menudo desde ahora.

Antes de la locuraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora