EPILOGO

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La oscuridad se propago por todo el pueblo y el sol cayó en sueño. Las luces llamadas estrellas aparecieron iluminando la noche del lugar.

Las familias en sus hogares disfrutando un día más concluido, tal vez bebiendo una rica taza de café, hablando de sus cosas cotidianas, cenando a la luz de una fogata o discutiendo para después reír de sus desgracias.

Mientras tanto él ahí una noche más sentado debajo la luz de la luna, apreciando el cielo detrás de aquella gran ventana dentro de su cuarto, sentado esperando y admirando.

Silencio sepulcral donde los grillos cantaban una hermosa melodía, las luciérnagas danzaban al ritmo del chillido, el patio su gran salón y el cielo las luces que lo decoraban.

Su madre después de tantos días entro a la habitación donde su presencia se hacía tan grande y tan diferente, sus pasos se escuchaban en todo el lugar y hasta que se detuvo frente al azabache. No dijo nada, solo lo miro y lo abrazo, le dio su apoyo emocional, le dio algo que necesito desde hace tiempo.

-Él siempre estará ahí arriba, iluminando mis noches y mis días, tal vez no lo veas pero es muy brillante- su mirada nuevamente se dirigió hacía el cielo tan despejado que las estrellas parecían brillar mucho más – Él me dijo que era esa estrella- apunto- Pero yo le dije que no.

La rubia lo miraba tan expectante, su mirada caída y su sonrisa apagada, solo al escucharlo hablar de él todo se iluminaba. Sabía que era tarde que en algún momento tuvo que pasar, pero le dolía verlo cada día menos vivo, la felicidad se perdía y temía que dejará de existir en su corta vida.

-Porque él sería la estrella más brillante y hermosa del universo. Mi estrella. Mi universo.


CAMINO A LAS ESTRELLAS
FIN

Camino a las estrellas [Creek]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora