Allá por el tercer siglo, en la época del cambio, donde la religión comenzaba a tomar fuerza entre los no magos. En esas épocas de héroes, reyes y magos donde las leyendas se crearon.
En esas épocas ya en el olvido los magos eran respetados y temidos, consejeros de reyes y poderosos dioses. los magos eran los grandes sabios a los que uno acudía cuando tenía problemas y cada vez aparecían más, cada vez había más magos dispuestos a seguir la guía de la madre magia. Los magos sabían, o al menos, creían que había un ser supremo, una diosa de incalculable poder que bendecía a cualquiera que se lo mereciera con la tan conocida magia.
Pero de entre todos se sabia que la diosa tenía dos favoritos, dos seres que si bien eran tan distintos como la noche y el día, ambos gozaban del favoritismo de la diosa.
Ellos eran Myrdin Emrys y Morgana Le Fay.
Myrdin o más comúnmente conocido como Merlín el grande, era un joven de 15 años en el apogeo de su magia, desde pequeño, desde antes de comenzar a hablar, él ya tenía un increíble deseo por aprender y comprender los fundamentos de la magia. Sus amorosos padres nunca le negaron el conocimiento y cuando cumplió la edad de once años le dejaron marchar por el mundo en busca de maestros que rebasarán lo que el pequeño pueblo de Camelot había podido enseñarle.
En la mente de Merlín abundaba la curiosidad, esa chispa que era la llama de todo el progreso de los seres humanos hasta la fecha, la curiosidad era lo que movía al mundo a los más grandes descubrimientos y en buenas dosis era bien apreciada. Su curiosidad iba más haya de la dosis correcta, era como un océano infinito que talvez nunca podría ser saciado, quería tener todo el conocimiento posible no solo de la magia, sino de cada tipo de conocimiento en este mundo.
No dudo en internarse en los más peligrosos bosques, en las más altas montañas o en lo más profundo de las aguas con tal de encontrar a alguien que tuviera un conocimiento que darle. Nunca desestimo ningún maestro y por ello en pocos años se convirtió en uno de los magos más respetados y venerados del mundo.
Morgana por otra parte era una joven hechicera, la única de su familia y aunque muchos no lo sabían, odiada. Sus padres odiaban la magia y todo lo que ello representará, el resto de su familia hacía oídos sordos a sus lamentos y ella lloraba sabiendo que a nadie le importaría.
Pero si hubo alguien que escucho sus lamentos, si hubo alguien que fue en su auxilio y la libero de las cadenas de lo mundano. Lilit se llamaba, la primera mujer.
Ella la llevo por un camino de descubrimiento, lo que se ocultaba en las sombras se mostro ante ella. Su nueva madre, limpio sus lagrimas y le enseño la fortaleza, le enseño la superioridad, le enseño que no debía arrodillarse ante seres tan repulsivos como lo eran los humanos, ella no era humana, era una bruja, la magia corría por sus venas y nunca debía inclinarse ante semejante escoria como lo eran los mundanos.
En esa misma época donde se forjaban dos poderosos magos, nació una escuela. Hogwarts se llamaba, una escuela para los magos, un bello castillo del aprendizaje. Cuatro magos, cuatro primos, todos de sangre real, fundaron el primer y más grande centro de educación mágico.
Merlín ansioso por el conocimiento no dudo en acudir, siendo seleccionado en Slytherin por su astucia, pero sobre todo por su ambición de conocimiento. Fue educado por los mismos fundadores, aprendiendo todas sus artes, el joven prodigio de los fundadores.
Mientras tanto Morgana regreso con su familia. Sus padres habían muerto y su joven hermano no era capaz de cuidarse así mismo. Con felicidad reclamo el trono como la sucesora legitima y envió a su pequeño hermano lo más lejos posible, para nunca más tener que preocuparse por la escoria no mágica.
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Harry Potter y la Sangre del Poder
FanfictionHarry ha sufrido mucho durante su corta vida, a aprendido a ser callado y utilizar todas las armas que puede para su supervivencia. Cuando llega al mundo el que pertenecían sus padres se ve abrumado por todo lo que le rodea, pero pronto descubrirá q...