Quiddich

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Al día siguiente Harry, Ron y Hermione bajaron a desayunar juntos. Conversando sobre el ataque del troll, o más espeficamente, lo que ocurrió después del ataque del troll.

—Aún no puedo creer que llamaste Snivellus a Snape, ¡si hasta le queda como anillo al dedo! También podríamos llamarlo: Severitus o Quejicus o...

—¡No podemos ir insultando así al profesor, Ron! —dijo Hermione.

—¿Por qué no? Hermione por si no lo has visto, ese desperdició de hombre no merece ser llamado profesor. Aún no se como podemos seguir asistiendo a sus clases cuando Harry es el único que puede evitar que le lea la mente, además trata a todos como si fueran basura, no enseña nada más que "sigan las instrucciones" y luego se pasa a criticar las pociones de todos los que no sean Slytherin. La única razón por la que Harry no lo ha denunciado es porque los de quinto y séptimo necesitan obtener sus TIMOS y EXTASIS. Pero creeme cuando te digo que ya muchos estudiantes incluidos mis hermanos, están buscando un sustituto.

—Bueno... supongo que tienes razón. Pero aún así es mejor no tentar suerte, no valla a ser que nos pille y nos quite puntos.

Ambos asintieron, de acuerdo con la castaña.

Cuando llegaron al gran comedor las conversaciones secaron, mientras todos los veían entrar y sentarse juntos en la mesa de Gryffindor.

—¿Por qué nos miran así? —dijo Hermione

—Probablemente se enteraron de lo del troll —respondió Ron mientras se servia un variado desayuno.

—Bienvenidos a mi mundo —dijo Harry.

Mientras pasaba el día no dejaron de seguirlos los murmullos. Harry pudó escuchar unos cuantos.

—Y mientras Weasley lo distraía Potter saltó sobre él y le clavo su varita...

—Granger convoco a un dragón de su varita, Potter lo montó y con una espada conjurada por Weasley decapito al troll...

—Entonces el mazo se elevó y el troll cayó...

Pero ninguna tenía la historia completa, algunos se acercaban, pero la mayoria eran tan fantasiosas que Harry no sabía de donde se lo habían inventado. Durante el almuerzó los murmullos a su alrededor comenzaban a ser como una mosca que no lo dejaba en paz.

—¿Es qué no tienen nada mejor que hacer? —se quejó Hermione, harta de ser señalada constantemente.

—Bueno la verdad es...

—... que aún si lo tuvieramos...

—...eso podría ser muy perjudicial...

—... para mantenerse al corriente...

—... de la red de chismes de Hogwarts.

Eran los gemelos Weasley, que se sentaron a ambos lados de Harry, mientras miraban frente a ellos a Ron y Hermione.

—¿Nos van a contar?

—¿O esperan que lo averigüemos?

Harry miró a Ron y Hermione, siendo el primero el que se encogió en hombros dándole vía libre.

—Hermione y yo nos saltamos el banquete y Ron vino a advertirnos sobre el troll, cuando me encontró a mi fuimos a por Hermione, pero el troll ya la estaba atacando así que nos lo enfrentamos. Luego llegaron los profesores y se debatieron entre castigarnos y recompensarnos.

La síntesis te Harry estaba lejos de ser mentira, pero Ron y Hermione notaron que era una burda narración de los acontecimientos reales.

—¿Y entonces...

Harry Potter y la Sangre del PoderDonde viven las historias. Descúbrelo ahora