The Black Rose

Un pasado tortuoso

Julio 1979

Un joven junto a su pareja esperaban con ansias y preocupación en medio de la sala de la gran mansión Black a su estimado elfo doméstico, pues fue enviado a una misión encargada por cierto señor tenebroso

-Cariño ¿No tendría que haber llegado ya? , Llevan un día desaparecido- dice la rubia mirando al joven.

- Le di una orden que tiene que cumplir, no va a fallar- réplica con seriedad.

Y así poco a poco fueron pasando los minutos, y las horas hasta que muy tarde en la madrugada aparece el tan esperado elfo doméstico en un estado deplorable.

-Amo pido me disculpé por mi tardanza- dijo la criatura con una voz quebrada y debil- Hice lo que pude.

-Kreacher dime qué sucedió - demanda el hombre.

Después de unos largo minutos dónde el elfo doméstico le contaba a su amo lo que sucedió, el joven que escucho todo atentamente tomo la decisión que lo llevo al fin de sus días.

-Escuchame bien Kreacher, me vas a ayudar a cambiar todo esto - dijo al elfo doméstico.

- Pero amo...- el joven lo interrumpió

- No me cuestiones Kreacher- lo observó severamente - anda a descansar mañana me ayudarás con el plan.

- ¿Y que le digo a la Ama Walburga? - pregunta el elfo

- Solamente dile que todo salió bien- lo miro y se retiró del lugar en dirección a la habitación que compartía con la rubia de su corazón.

- Amor debo contarte algo...- dice la rubia

- Ahora no es momento Rebecca- dijo el hombre y se acostó a descansar.

- Está bien- la rubia lo observó y decidió dormir también pensando en que quizás mañana podrá decirle sobre la gran noticia.

Que equivocada estaba...

......... .......... ......... ........

El día comenzó muy temprano para el Joven Black pero para Rebecca Minus fue diferente, se despertó y se dió cuenta en que ya no estaba a su lado el hombre que ama y que no puedo decirle la maravillosa noticia, decidió dejarlo ir quizás en la tarde le podría decir.

El resto del día fue un poco extraño, estaba sola en la casa Black no había mucho que hacer, a eso de las 3:00 pm se encontraba la rubia leyendo un libro de artes oscuras, tiene una gran pasión y respeto por ellas. Mientras ella se encontraba sumida en sus páginas , la puerta del mansión estaba siendo abierta dejando escuchar como unos pasos se dirigían a ella pero en ningún momento se pensó que quien aparecería por el umbral sería su querida suegra Walburga.

- Señorita Minus , es una falta de respeto que no atienda a sus visitas- declara la Black

- Pero si está es su casa...- pensó con incredulidad la joven americana.

-Disculpe , realmente no me di cuenta de que habían llegado- se levantó dejando a un lado su libro - tomen asiento ¿Les gustaría tomar algo?- ofreció la rubia

- No, gracias- dijo la joven trigueña con extrañes por la situación

- ¿Estás haciendo el trabajo de elfo doméstico? Se supone que vienes de una familia de sangre pura ¿No? - comenta con ironía la señora

- Lamentablemente MI PROMETIDO se llevó al el elfo, por eso las atiendo yo, ¿Va a querer algo? - al decir esto último mito a su suegra.

- Yo dudaría mucho eso - dice con burla

- Disculpe... ¿ me podría explicar la razón de su comentario?- dijo la rubia conteniendo la furia interna

- Por su puesto cariño - le ofrece una risa burlona - conoces a Isabelle Potter? Seguro que si pues es hija de una familia de sangre pura y va a ser la única que me va a dar un nieto deseado.

- Señora Black se muy bien que no soy de su agrado pero está demás este tipo de bromas - sonríe la joven a su "suegra"

- Lo siento cariño pero es así , hasta esta esperando un hijo de él -toma asiento en un mueble de piel

- Pero... No es posible - devastada la rubia sube a su habitación.

Y decide enviar una carta a su única amiga en Inglaterra... Narcissa Black.
Aunque hace unos meses que es la nueva señora Malfoy.

Al bajar se da cuenta que Walburga ya no está .

- Al menos no tengo que lidiar con ella- susurra la joven para si misma y busca la lechuza de Regulus, no tarda prácticamente nada en enviar la carta y la joven mientras espera, decide hacer su equipaje por qué si todo esto llega a ser real , ella no se quedaría a soportar todo lo que va a suceder a su alrededor.

La joven américana estaba terminado de preparar su equipaje cuando por la chimenea de la mansión aparece una Narcissa Malfoy de unos dos meses de embarazo.

Rápidamente Rebecca va dónde apareció su amiga - Narcissa tu eres mi única amiga en este lugar y se que puedo confiar en ti pero antes de decirte ¿me podrías prometer algo? - pregunta mientras tomas las manos de la rubia recién llegada.

- Por supuesto Becca ¿Que sucede? - asiente la joven intentado darle confianza a la americana.

- ¿Tú sabías sobre Regulus con Isabelle Potter?- la mira directamente a los ojos

- No nunca le he visto junto salvó en esa reunión de la sociedad mágica hace unos meses - dice mientras la mira con confusión - ¿Por qué lo dices?

- Hace menos de una hora llego Walburga me dijo que ella también está embarazada- dice mientras intenta no romper en llanto

- Espera... ¿También? - pregunta Narcissa

- Me hubiera encantado haberte dicho de otra manera , hasta decirle primero a Regulus... Pero no todo es como un planea- dice la joven y toma nuevamente de la manos a su amiga- vas a ser tía Narcissa, estoy esperando un hijo - sonríe.

- ¡Que maravilla Becca! Por Merlin - sonríe y acaricia la pancita apenas un poco abultada- ¿Pero como es que no te habías dado cuenta? Yo con apenas unas semanas y ya no aguantaba los síntomas- sonríe y la mira

- Realmente no lo se, nunca tuve síntomas solo un gran apetito y la pancita pensé que era por qué había engordado - acaricia su pancita.

- Pero... ¿Que piensas hacer?- dice Narcissa

- Había pensado en como le iba a decir a Regulus, quizás hacer una reunión y celebrar el embarazo pero después de lo de hoy dudo eso...- ve que su equipaje está mal cerrado y se encarga de cerrarlo bien - decidí irme Cissy , quiero tener un embarazo tranquilo y en este lugar no lo voy a estar , son tiempos difíciles y además no planeo pelear por un hombre, me quiero más a mí que a él y quiero aún más a mi bebé que a mí , así que me iré.
Le dejaré una carta y si el decide buscarme para hablar y conocer al bebé está bien , lo estare esperando pero no para siempre.

- Lo entiendo , comprendo perfectamente - la miro- ¿Pero no te veré más nunca?

- Claro que no Cissy , estás invitada a visitarme a mi y a tu ahijado o ahijada cuando quieras - la miro con picardía esperando que entienda el propósito de sus palabras.

- Espera.... ¡Ahijado! -la abrazo- claro que sí, me encantaría , es más para el día de tu parto estaré.

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