Un Futuro Diferente.

Capítulo 7. Ira en Espuma.

A la mañana siguiente se despertó a las 9:00 a.m., hora del oeste, se podía escuchar la puerta principal abriéndose.

"Por favor, ten cuidado", susurró el Dr. Briefs detrás de su hija.

"¡Papá, no estoy tan delicada!" Respondió.

Bulma simplemente no pudo soportar permanecer más en el hospital. Siempre había odiado los hospitales, pero el médico principal quería mantenerla allí al menos una noche. La operación había sido difícil. Por supuesto, fue su turno de inmediato porque tenía un seguro privado, pero todavía no era un procedimiento de rutina.

"¡Sabes lo que dijo el médico!", Dijo su padre.

"Sí, Sí."

No fue fácil moverse. Su pierna todavía estaba enyesada y tenía que caminar con muletas. No debe haber peso sobre su pierna lesionada. Ella lo había aceptado, pero no quería ser holgazana en todo el día. Quería ser tan móvil como antes del accidente.

Se metió en la cocina con sus dos compañeras y en realidad quería sentarse en esta mesa, pero cuando descubrió el caos, se detuvo abruptamente.

"Qué demonios ..."

"Oh, eso debe haber sido de ayer. Le pedí a Vegeta algo de comer ", dijo su padre y miró por encima de los hombros de Bulma los restos de las cajas de comida.

"Él nunca aprenderá modales. ¡¿Cómo puede dejar eso ahí ?! Y eso también de la noche a la mañana, ¡Échale un vistazo! Huele a sudor vuela por todas partes, bah ", dijo Bulma y se tapó la nariz.

Tu madre estará limpiando esto en un minuto, supongo. Te llevare a tu cuarto Vamos ", dijo el Dr. Briefs y la ayudó colocando un brazo debajo de sus axilas.

Ella aceptó su ayuda de mala gana, pero era mucho más fácil subir las escaleras con él que mantener el equilibrio cada vez que subía las muletas un escalón.

De camino a su habitación, no habló mucho. Usaba su aire más para respirar regularmente que para su boca. Pero su padre todavía tenía algo que hacer, al parecer ...

"Me pregunto cómo estará Vegeta." Murmuró y Bulma lo miró interrogante, "Bueno, anoche apenas si respondió. Creo que estaba preocupado por ti ".

Quién lo creería.

Vegeta preocupado? Ella recordó lo de ayer. Hasta donde llegó. Apenas podía recordar nada. De vez en cuando tenía el rostro de Vegeta frente a sus ojos y al momento siguiente solo podía ver rostros vagamente desconocidos. Pero realmente se despertó anoche, después de la operación. Todo había tardado unas buenas tres horas. Afortunadamente, no había sufrido una intoxicación sanguínea, pero su dolor en la pierna era insoportable.

Su padre la miró de nuevo y le dijo.

"Deberías agradecerle por sacarte de allí. Ni siquiera quiero imaginar lo que hubiera pasado si ... ".

Bulma le impidió hablar. Ella no quería escucharlo. Ya era bastante doloroso escuchar todo de segunda mano.

"Esta bien. Cuando lo vea, le daré las gracias. "Fueron sus últimas palabras y Bulma y su padre tomaron el camino hacia su habitación.

Una vez en su habitación, su padre la ayudó a meterla en la cama. Cuando ella estuvo sentada, se despidió y salió de la habitación de su hija.

Bulma suspiró profundamente y miró su yeso. Se mordió el labio inferior nerviosamente y dejó las muletas a un lado. Pasarían semanas antes de que le quitaran el yeso. Tenia una Fractura del cuello femoral y tendones desgarrados. El médico dijo que tuvo suerte. La barra de hierro fácilmente podría haberle perforado el corazón.

La mujer de cabello azul se dejó caer sobre la almohada y cerró los ojos. Hizo una mueca brevemente cuando recordó que también tenía varias costillas rotas. Un fuerte vendaje alrededor de su pecho evitó que la mayor parte del dolor se filtrara.

Debería tener una buena noche de sueño. Una hora como mucho, pero un gemido le impidió hacerlo. Miró a su izquierda y miró por la ventana del balcón. Sonaba como un gemido combativo.

Se sentó de nuevo, volvió a coger las muletas con ambas manos y se apretó contra los zancos.
Caminó unos metros hasta que abrió la puerta del balcón y tuvo una vista despejada.

Solo una mirada fue suficiente para exponer al culpable, quien aparentemente se negó a permitirle descansar.

Vegeta estaba entrenando de nuevo. ¿O había estado entrenando todo el tiempo? Ella lo miró descaradamente y lo observó realizar combinaciones de puñetazos y patadas durante un rato. Su torso estaba desnudo, solo vestía pantalones deportivos grises. Sin zapatos, estaba descalzo.

Apenas podía apartar la mirada de él. Se veía tan ... deprimido. Las palabras de su padre vinieron a su mente.