❌ NO estamos saliendo ❌

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Bueno, bueno, que les sucede a las personas con que quieren saber qué tipo de relación tengo con mi asistente... se podría decir que somos amigas. Si me presionaran un poco podría decir que somos casi amigas, aunque lo haría de mala gana. Pero nadie en este patético pueblo se atrevería a preguntar, lo cual no harían. Pero definitivamente no estoy saliendo con Minatozaki Sana.

No estoy segura de donde salió ese tonto rumor, sin embargo, el lunes por la mañana cuando vi a Nayeon en la cafetería, esta exponía mi supuesta amistad con Sana como si fuera un hecho. Definitivamente la coneja necesitaba que le revisaran la cabeza. Y un nuevo pasatiempo.

- Entonces vestidos iguales, ¿eh?- Dijo mientras colocaba mi café en la mesa donde me encontraba. - ¿Algo que quieras decirme Jihyo?

Dobló una pierna sobre mí rodilla y jugueteó con los botones de mi elegante traje muy costoso mientras esperaba.

Levanto mi barbilla.

- Una coincidencia, te puedo asegurar.- Ignore sus ojos penetrantes, su sonrisa satisfecha y disfruto de mi café matutino.

Finalmente ella murmuró.

- Como si coordinara mi atuendo con solo una subordinada.- Su sonrisa burlona, hace aún más claro su sarcasmo.

- Eso fue lo que pensó Jennie.- Dijo Momo y se dejó caer en el asiento vacío frente a mí. Se inclinó hacia adelante y agregó conspiracionalmente. - De hecho, Jennie dijo que era "divino que usaras su evento para una declaración pública audaz" sobre tu nueva relación. Aunque le habría encantado que primero hablaras con ella, lo repitió tantas veces para que cualquiera que estuviera al alcance de su voz se enterara. Las infaltables chismosas del pueblo me lo dijeron.

Ella movió sus cejas sugestivamente.

- Sé lo que tan boca floja es Jen.- Sisee y le envié una mirada de advertencia antes de que siguiera hablando frente a la la mujer. - Y no estoy saliendo con mi asistente. No tengo citas con mi asistente, y punto. Ni con mujeres, para el caso. Sobre todo con mujeres de 25 años, menores que yo que son mis ayudantes ¡En serio, Momo!

Momo levantó la mano en señal de rendición.

- Ok, está bien. Entonces ¿estás diciendo que no estás poniendo ni un meñique sobre nuestra adorable "Shiba"?

Hice una pausa, sentí que mis mejillas adquirían color, ya que estas me ardían.

- No dije eso.- Admití con voz ronca.

Momo me miró confundida

- Uh...- Dijo sin poder hacer nada, antes de parecer perdida. - Um... Así que esto es ¿qué? ¿amigas con beneficios, entonces?

La mire a los ojos y deje la taza de café sobre la mesa.

- Supongo que podrías llamarlo así. Somos amistosas. Bueno, amigas.- Aclaré la garganta con leve vergüenza. - Sin duda con los beneficios. Pero nada más. ¡Que ridícula la idea! ¿Con mi prestigio y siendo madre soltera? Porque Haruto es mío.- Enfatizó. - Con una larga lista de ex novios y pretendientes, ¿salgo con mi oficinista de veintitantos años? Estoy bastante segura de que eso no ha pasado. Ahora hazte útil, Momo, y asegúrate de que la información se infiltre en el cerebro de Jennie. Su imaginación se desboca.

- Mmm. - Dijo Momo pensativa - ¿Así que esa otra historia sobre ti poniendo en su lugar al bailarín que viste hablando con Sana en la gala fue solo la imaginación salvaje de Jennie, también?

Culpable, pero no lo admitiré. Así que coloque mis ojos blancos para disimular su mueca ante el recuerdo poco atractivo de ese brutus con claros indicios que odia el agua y que se maquilla mejor que varias mujeres, babeando sobre el espectacular escote de Sana.

El arte de la negación ; Sahyo - [Adaptación]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora