758 Días # Antes

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Alguna vez has visto como... al tomar arena entre tus manos, esta termina cayendo entre tus dedos mientras sólo observas sin poder hacer algo?
Algo así sentí esa vez, cuando veía como mi pequeña burbuja se rompía y como todo se desmoronaba enfrente de mis ojos, sin yo poder hacer algo para detenerlo.
Solo estaba parada ahí, aferrándome a mis bolsas de compra, viendo como esas personas atacaban a otras sin razón, todo el mundo corría, algunos lloraban, y otros agonizaban al ser devorados por otros, y yo solo lo veía, sintiéndome en un trance tan profundo del que sólo salí cuando fui jalada del brazo, y entonces recordé todo, donde estaba y quien más estaba conmigo. Ella simplemente tiraba de mí y yo la seguía, lo sentía todo en cámara lenta.
Tomamos las otras bolsas de compra y dejamos el carrito, sin dejar de correr por el miedo a un "no se que", un miedo a que seamos devoradas, un miedo que te inundaba hasta llegar a los huesos, sintiendo mi estómago revuelto y mis piernas temblorosas, mi cabeza no dejaba de dar vueltas.
– ¡Hagas lo que hagas no dejes de correr! –seguía tirando de mi, guiándome entre los pasillos con su mirada fija al frente. Aún no sabía qué pasaba.
– ¿Qué es esto?... – respiraba con dificultad, ella seguía guiándome entre los pasillos llenos de gente, sentía la mirada perdida y un zumbido en mis oídos.
– la cosa de Japón, finalmente llegó a aquí... –su mirada estaba llena de miedo y preocupación, miraba a todos lados ahora, buscando donde refugiarse o por dónde salir – no me interesa que pase ahora lo único que se es que debemos llegar al departamento ¡ahora!

Miyeon... Miyeon... Miyeon... ¿Porqué cargas conmigo?

Mire hacia los lados en busca de respuestas ¿por qué todos se están volviendo locos? Y entonces veía como tres personas devoraban a un chico joven, este solo gritaba y trataba de quitárselos de encima; prestando atención, esas 3 personas parecían haber sido medio devorados también, hacían sonidos de bestias y sus ojos estaban de un color grisáceo, con las puntas de los dedos en un color negro, sangraban e incluso a uno de ellos le faltaba un brazo, y cuando pensaba correr socorrer a ese chico, lo vi como se retorcía en el suelo, sin poder respirar, hasta que simplemente paró, ya no se movía...
– Miyeon... – la voz casi no salía y se quedaban las palabras atoradas en mi garganta ¿acababa de presenciar un acto de canibalismo?
Y entonces, lo vi, este chico entre convulsiones volvió a despertar, yo seguía corriendo pero no podía dejar de verlo, ahora tenía la apariencia de esas tres personas... y el ahora me veía a mí, y ahora esas 4 cosas... Me veían a mi.
Y ese sonido, ese horrible sonido de una bestia.
Con trabas y dificultad comenzaron a correr hacia nosotras y fue ahí en donde entre en razón y me di cuenta de lo que estaba pasando, o bueno, al menos sabía que debía correr. Tomé a Miyeon y solo comencé a correr, no sabía a donde, solo quería ir lejos y escapar. 

A l i v e [J u n g k o o k]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora