Pasando Nuestras Manos A Través De Las Brasas

5. El Antes del Ahora

Esta vez, cuando volvió a recordar todo, dejó de tener miedo y de sentir lástima por sí mismo y comenzó a descubrir qué sucedió entre su vida pasada y esta.

Se sorprendió al descubrir cuántos años tenía. Desde su primera reencarnación, siempre había recuperado la memoria desde el principio. Lo más que tuvo antes de que su memoria volviera a él era diez años, y eso fue antes de conocer a Wei Ying y los hermanos Lan. En esta vida, sin embargo, Wei Ying ya era un elemento fijo de su vida, y los dos estaban tan unidos como siempre, ayudados por el hecho de que sus padres parecían pelear menos esta vez.

Ya tenía dieciséis años y estaba en camino de convertirse en adulto, mucho más tarde que en sus pasadas reencarnaciones. Se preguntó si debería tomar eso como una mala señal o no, pero se había adaptado y sobrevivido durante miles de años. Pensó que podría controlarlo.

Siempre agradeció a la persona que inventó el moderno sistema del tiempo: hacer un seguimiento de sus reencarnaciones se volvió mucho más fácil. Fue con este sistema que descubrió que había apenas veinte años desde su reencarnación pasada y esta, lo cual fue sorprendente considerando que algunas de sus reencarnaciones tenían siglos e incluso miles de años de diferencia. Uno de los beneficios de reencarnarse tan temprano era que tardó menos en adaptarse a la nueva era en la que renació, ya que el lenguaje que usaban seguía siendo el mismo, por lo que no tuvo que buscar excusas torpes cuando accidentalmente usaba una frase que estaba desactualizada.

Sin embargo, a pesar de haber reencarnado tan temprano, no pudo encontrar a Zidian, su madre le dijo que gran parte de las reliquias familiares se perdieron debido a un gran robo que ella sospechaba que estaba organizado por los Wen. Sin embargo, no estaba demasiado preocupado. Una vez que derribara a los Wen, recuperaría lo que es legítimamente suyo.

Pero eso era para después. Por ahora, estaba preocupado por descubrir qué estaban haciendo los Wen y Meng Yao en esta vida.

***

Llegó a aprender que, aunque todos tenían un nombre diferente aquí, todo lo demás era igual. Los Wen gobernaron Shanghai con mano de hierro, usando su dinero y poder para apoderarse del gobierno y matar a cualquiera que se atreviera a protestar por sus acciones. También sabía que sus padres, así como los Lan, los Nie y los Jin estaban haciendo algo al respecto, una rebelión que iba a suceder justo debajo de las narices de Wen, con el objetivo final de matar a Wen Rouhan y a su familia.

Así fue como él, Wei Ying, Lan Wangji y Lan Xichen se volvieron a encontrar, durante una reunión para trazar un plan para acabar con los Wen. Era demasiado tarde, una vez más, porque Lan Xichen ya se había hecho amigo de Meng Yao y Nie Mingjue de antemano, y esta vez eran amigos de la infancia. Jin Guangshan de alguna manera había aceptado a su hijo bastardo e incluso lo acogió y le dio un puesto dentro de su empresa.

Esta no era la forma en que se suponía que debía ser, y un sentimiento en sus entrañas le dijo que había algo muy mal con los Jin, lo que no fue una sorpresa para él. Jin Guangshan a lo largo de sus reencarnaciones no había dejado de ser una serpiente viscosa de dos caras, no es que Jiang Cheng alguna vez se lo dijera a la cara del hombre, o a la cara de sus padres, para el caso, los Jin eran un aliado importante y ellos no le creería.

Así que le contó a su hermano sus sospechas, quien a su vez le dijo a Lan Wangji y Nie Huaisang, y juntos trataron de averiguar qué ocultaban los Jin. Para hacerlo, Jiang Cheng se hizo amigo de un chico que era miembro de la familia de su madre. El chico fingió una identidad para penetrar en la vasta red de espías de Shanghai y fisgoneó para ver si había alguna información sobre los Jin que se mantuviera bajo el radar por temor a represalias.