Capítulo 3. Mudanza

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Capitulo 3


Cuando regresé con mi ropa faltante Kakashi aún se estaba bañando.

Decidí darme un pequeño tour por el departamento, tenía dos habitaciones amplias, una cocina gigante, al igual que la sala, era enorme.

Un baño completo por el corredor y medio baño al costado de la sala.

Lo que llamó mi atención fue la enorme cama Queen size, con esas suaves almohadas, y en la otra habitación había una colchoneta un par de sabanas y una almohada.

Tampoco tenía muebles.

Genial dormiré en el piso- pensé en voz alta.

—Una disculpa,- dijo Kakashi con bata de baño y una toalla cubriendo su rostro—intenté conseguir un catre pero no hubo. Trataré de conseguirte algo mejor y unos muebles para que puedas guardar tus cosas.

—Descuida, no me quedaré muchos días—dije guardando mi ropa interior bajo las sabanas para que no pudiera verlas.

—Insisto aunque sea una cajonera.-

Con mi ropa en mano y mi cepillo pase a lado de el, quería ignorarlo quería tratarlo como siempre o bueno con naturalidad pero este departamento me tenia desconcentrada, me obligué a creer.

—Suena bien, no tardo  me bañare.—

Desaparecí por un momento en ese esplendido baño.

Juro que este baño parecía de hotel de lujo.

Jacuzzi y regadera amplia, el agua salía perfecta, tenía un espejo gigante lleno de luz, una secadora en la pared.

De verdad quería darme un baño en Jacuzzi y relajarme por horas pero aun debía cenar. Y dormir para entrenar al día siguiente.

Cuando Sali del baño, aproveché esconder mi ropa interior en las maletas y sacar unas cuantas prendas que sabía que usaría por la mañana.

Un olor delicioso entró por mi habitación, así que salí al corredor a ver de qué se trataba.

Kakashi estaba cocinando, y oh mi Kami olía fantástico.

—Pensé que al Hokage le traían la cena.- dije poniéndome detrás de el

—Y desperdiciar esta lujosa cocina yo creo que no- viéndome de reojo- venga dame tu plato te serviré.

—Gracias sensei

Era un arroz con verduras y camarones

—¡Oh que rico!- dije al probarlo

Él me sonrió con sus ojos nuevamente.

Los dos nos sentamos en la mesa de la cocina, supuse que este sería el momento Kakashi tendría que mostrarme su rostro.

—Y bien ¿no vas a comer?-

Ehm-

—¿Quieres que me dé la vuelta?-

—Seria agradable-

—Solo porque la cena esta deliciosa no me sentiré ofendida-

—No deberías-

—Dijiste que vería tu rostro-

—No recuerdo haber dicho tal cosa-

—Dijiste que no lo harías en tu oficina porque podría entrar alguien, nadie va a entrar-

—Hump-

—Por favor Sensei—hice manos de plegaria y lo mire a los ojos suplicante.

Estaba a punto de darme la vuelta para cenar, cuando él dijo...

El interés se ganaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora