El interés se gana

Capítulo 11 Conflictos

Conflictos.

Al día siguiente, cuando despertamos yo seguía abrazada de él, Kakashi ya se había despertado, pero por alguna razón prefería no despertarme, cuando lo observé bien, me di cuenta que aun no tenía su máscara puesta.

Juro que ese lunar bajo su labio me enamoraba con solo verlo y pues todo él era perfecto, estar en sus brazos era un sueño del que aun no estaba lista para despertar.

Instintivamente tomé su mano, era cálida, era más grande que mi propia mano, su piel era pálida, pude recordar sus caricias.

Y lo que pasó a noche, fue maravilloso, recordarlo hacia que me sonroje, estremecía mi abdomen y no pude evitar cerrar los ojos con rudeza.

—Buenos días- habló

—Buenos días-
Kakashi...

Abrí los ojos al escuchar su voz

—¿descansaste? -

—Si...-

—Ya no entrenamos otra vez-

—Lo siento, me sentía muy cansada, como para abrir los ojos más temprano-

—Pude darme cuenta-

—¿Por qué no me despertaste? –

—Disfruto el poder observarte, y para nuestra mala suerte es hora de que te levantes- dijo sonriéndome

—Hai-

Cuando nos dirigimos a la cocina, él fue el que preparó el desayuno, la verdad es que me insistió y no tuve forma de decirle que no.
Me encanta ver esa faceta de Kakashi, ea diferente, al frío Ninja, al despreocupado maestro, y el pervertido que camina por las calles con un libro de literatura erotica.

Cocinó omelettes con jamón, queso y tocino. Se veía delicioso, y me encantaba más porque el los hizo para mí, todo lo que hacía era perfecto, estaba encantada y se podía notar en mi sonrisa.

—Come bien-
Se interesaba en cada aspecto de mí.

—Lo haré- dije sonriendo

—¿a que hora sales del hospital?-

—A la una treinta de esta tarde  me retiro ¿sucede algo?—

—Por nada, solo curiosidad-

—¿ya me extrañaras para ese momento? –

Kakashi no me contestó, pero su rubor en el rostro fue evidente.

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El día continuó normal, fui al hospital y no sé cómo dupliqué la cantidad de pacientes que vi el día de ayer, y no había tenido ni un segundo para descansar.

Me encontraba limpiando mi instrumental cuando escuche a algunas enfermeras hablando a lo lejos en su estación, realmente me daba igual lo que decían, pero este tema si era de mi interés.

—No me gusta esa túnica que utiliza, no permite que se le vea-

—Mint san, realmente nunca se le ve-

—Pero aún así con el uniforme de shinobi , y esa mascara, es tan atractivo, enigmático  y sexy-

—Insisto que no me puede atraer nada que no puedo ver-

—¿y si te digo que yo ya tuve ese honor?-

Ahí yo abrí los ojos ¿cómo que ese honor?

Seguí escuchando.

—Fue hace un tiempo, antes de su nombramiento como Hokage, se encontraba en aquel bar cerca de la salida de la aldea, se le escuchaba preocupado por su puesto y otras cosas sin sentido-