Kummet se moría con su propia risa, al ver a Lirio como trataba de lanzar aquella lanza sin resultado alguno, haciendo que la loba se frustrada más, debía tenerlo en la sangre lo cazadora, pero se enfocó en otras cosas, estudió mercadotecnia y de ahí se olvidó de las viejas costumbres, además no tenía pensado regresar.
Su padre la dejo ser libre y escogiera lo que ella más gustara hacer, jamás se metió.
Fue muy doloroso, el día que salieron de toctak, su padre no lo demostró pero tenía cierto conflicto en su rostro, cuando uno es pequeño no ve los problemas o situaciones que los adultos llevan, creen que por ser niños deberían mantenerlos alejados, pero a veces esos mismos los llevan como cadenas invisibles.
Sabía que para su padre la aldea era su vida, pero su abuelo jamás lo dejaba ser, siempre habla y o hacia las cosas por él y no lo dejaba, mi madre la culpo de la decisión de irse lejos y hacer su propia vida, pero no entendió que el culpable de todo eso y de alejarlo era su padre.
Pero así era el abuelo culpando a los demás, el día que ella nació hizo una gran fiesta, pero se amargo al saber que era una niña, el linaje se perdía por ser mujer, las costumbres machistas hacia la mujer siempre han existido ahí, no tenemos votos no voz, nuestro único propósito es atender a nuestro esposo y crías a nuestros hijos como buenas madres.
Hay mujeres fuertes pero deprimidas, lo veo en sus ojos, pidiendo auxilio, jamás mostró cariño por ser su nieta al contrario siempre me dejaba la carga pesada, tal vez para hacer mi espíritu fuerte. Insistió que mi madre debía engendrar un varón pero jamás sucedió y no solo eso para ponerle la cereza al pastel soy omega como mi madre.
_Deberías lanzarlo sin tanta fuerza, deja que tu mano te guíe Lirio así_ me muestra lanzándolo
Me quedo observando cada detalle como lo hace, vaya a este paso perderé.
_Bien, tratare
Pero aun así después de más cien intento no había lograr clavar la lanza en el árbol, hasta que la otro risa del apestoso cayó sobre mi espalda, lanzando una lanza pasado sobre mí, dando en el árbol
Idiota presumido gruño
_deberías darte por vecindad
No quiero voltear porque si lo hago me lanzare encima de él.
Kummet me mira implorando que no caiga en sus redes, pero la sangre mía hierve como lava, y solo deseo estrangularlo
Vuelve a lanzar otra lanza destroncando la misma que lanzo, mis ojos se abren como el maldito hijo de cretino lo hizo.
Hasta el mismo Kummet esta sorprendido, va hacia el pero tomo su mano, indicándole que no me deje ahí con la rabia que sale por mi boca, pero otra mano nos separa tomando la mía, para quitar la de Kummet
_Creo que esta mano me pertenece Kummet_ dice con si fuera cierto
_oh descuida, es toda tuya_ dice el otro para empeorar mi mal animo sonriéndole _ deberías enseñarle a lanzar así
_Es bueno saberlo Kummet, por cierto el abuelo te busca_ comenta con una sonrisa
Mi amigo de la infancia se va, dejándome con la bestia mientras yo por dentro suplica no me dejes ¡!!
Me suelto de su agarre, con fuerza que el suelta un quejido, que exagerado es este hombre!!!
_Se puede saber porque haces eso
_ ¿Hacer qué?
Se acerca a mí, como mirándome con descaro, es un atrevido tocando mi cabello de mi coleta, oh no mi corazón está latiendo con fuerza y mi loba traicionera está ronroneando.
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En sus Garras
Werewolfella lo odia el se burlo de ella ella nunca perdona el busca la manera de remediar su error entre el amor y el odio solo puede pasar algo, el pasado vuelve