Hug

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¿Seremos capaces de abrazar estos sentimientos por siempre?

El mundo conspira en nuestra contra y... Pronto sus palabras en mi mente se convierten en verdades.

Minamoto kou.

•••

Era un día de clases como cualquier otro, Minamoto se reunía con Hanako y Nene en el baño de mujeres para pasarla divirtiéndose durante todo el receso.

Mas, aquel día el Minamoto menor se encontraba más hiperactivo de lo normal, algo que reflejaba su ansiedad.

Tiempo después llamó la atención de sus dos amigos, anticipandoles que les contaría algo de suma importancia. Tomó algo de aire dentro de sus pulmones y luego lo soltó todo.

—Chicos... Hace un tiempo conocí a alguien que se volvió muy especial para mí y... ¡de hecho ya lo conocen! —pausó— Bueno, el punto es que él y yo comenzamos a salir hace un tiempo... Y como ambos son amigos míos me veía en la obligación de contárselos. ¡Mitsuba y yo nos amamos mucho, espero que no estén mal con eso! —apretó sus párpados y se encogió en su lugar, expectante.

—¿Eh? —fue lo primero que dijo Hanako, pero no hacia Kou, sino hacia Yashiro.

Ambos, Hanako y Yashiro; intercambiaron miradas extrañadas y luego se susurraron cosas que Kou no alcanzó a oír, este los miraba triste, pensando en que sus amigos quizá confabulaban en contra de él. Después de un tiempo, al parecer los dos chicos acordaron algo y entonces Yashiro habló:

—¿Acaso no sabes que Mitsu-

—Minamoto Kou, como siempre tan lento —dijo Mitsuba, quien hace un instante había sacado la mitad de su cuerpo de uno de los espejos.

Todos voltearon a ver al nuevo personaje, unos más extrañados que otros. Mitsuba salió por completo del espejo y se sentó al borde del lavado como solía hacerlo siempre, y con una cara algo arrogante dijo:

—A Rábano-senpai ya le había contado hace unos días y supongo que ella se lo dijo a su noviecito.

—¡Que no es mi novio! —reclamó Yashiro, pero nadie le hizo caso, ni siquiera Hanako, quien estaba muy al pendiente de lo que la pareja se decía.

—¡Pero Mitsuba! —Kou estaba algo triste—  Habíamos acordado contárselos juntos, no es justo... ¡No cumpliste nuestra promesa!

—¡Oh! ¿Con que quieres hablar de promesas? Entonces dime ¿Por qué ibas a contárselos tú solo? ¿Uh? Eres hipócrita —le reclamó Mitsuba.

—Está bien, ya pasó —Kou dio por concluido el tema— ¿Te parece si salimos a caminar un rato por el colegio? Así nos distraemos un poco.

—Claro —sonrió Mitsuba, y luego ambos se fueron tomados de la mano.

—Por un momento dudé de mi existencia por la forma en que nos ignoraron —susurró Nene aturdida— ¿Sabes? Eso fue lo más raro que he visto en mi corta vida; y eso que he visto muchas cosas...

—Literal... Incluso para mí —respondió Hanako— Bueno, ¿Quieres ir a comer donas? Hace un par de días vi una tienda cerca.

—Está bien, ¡vamos!

Luego de que estos dos últimos abandonaran el baño, un mokke salió del pequeño escondite en el que se encontraba y comenzó a caminar apresuradamente directo hacia la salida.

En otro lugar de la escuela, Mitsuba y Kou caminaban hombro a hombro, conversando sobre cosas triviales de vez en cuando.

—Minamoto-kun —Mitsuba se detuvo por un momento— ¿Sabes que apresar de todo aún deseo cumplir mi sueño, verdad?

Por un momento el ojiazul volteó a ver a su novio, dedicándole una mirada que expresaba ternura.

—Por supuesto que lo sé, Mitsuba —Kou tomó una de sus manos— Espero que tampoco hayas olvidado que prometí cumplir aquel deseo.

Sonriendo, ambos continuaron caminando hacia una gran ventana, en este instante se encontraban en el lugar poco concurrido del colegio para evitar cualquier tipo de problemas.

Mitsuba sacó su cámara, la cual había sido entregada por Kou hace varios minutos mientras recorrían el colegio, y con un recuerdo muy grato y calor en el pecho, se puso a fotografiar lo que observaba.

—Si lo que buscas es algo precioso para fotografiar entonces solo deberías voltear la cámara hacia tu rostro.

—Incluso Minamoto-kun puede ser un gran coqueto —dijo, para luego acorralarlo contra la pared—. Me gusta mucho eso.

Luego de pronunciar aquellas últimas palabras unió sus labios con los de Kou en un profundo beso, Minamoto solo se dejó hacer y tomó al menor por la cintura.

El beso continúo durante un par de minutos más, después ambos chicos se separaron con una sonrisa. Ninguno entendió a dónde se había ido aquella timidez que los caracterizaba.

—¿Ahora quién es el pervertido? ¿Eh Mitsuba? —dijo Minamoto sonriendo ladino.

Mitsuba volteó el rostro, ignorando a su novio. Y luego lo volvió a mirar para encogerse de brazos y sonreírle tiernamente.

La pareja comenzó a reírse de tonterías, Mitsuba seguía acorralando a Kou en la pared con sus dos brazos, pero en cuanto se escuchó un ruido ambos se separaron muy alterados.

—Kou... —el chico estaba impactado luego de lo que sus ojos habían visto.

—T-Teru-nii...

—¡¿Cómo te atreves a traicionar a nuestro clan?! ¡Tú...! —no sabía cómo expresar su enojo.

La pareja no tenía tiempo de darle una charla al chico, Teru exorcisaría a Mitsuba, no había duda de ello. Así que Kou gritó lo primero que se le vino a la mente:

—¡El presidente Minamoto está buscando una pareja!

Mitsuba y Kou corrieron luego de ver como una multitud se acercaba, sabían que a pesar de estar en un lugar poco habitado y alejado del colegio, ellos vendrían.

Al bajar las escaleras ambos vieron como un mokke herido estaba tirado al final de estas.

We'll never make it; MitsukouDonde viven las historias. Descúbrelo ahora