Fight

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Quise intentarlo, intentarlo aún sabiendo lo imposible e irracional que sonara.

Quizá perdería mucho haciéndolo, pero hasta eso punto ya no me importaba. Solo deseaba luchar.

Minamoto Kou.

•••

Minamoto Kou se la había pasado rogándole a su hermano por seis días consecutivos.

Aunque sonara algo tonto, había tratado de pedirle información y ayuda a su hermano mayor, sentía que él sabía que se podría hacer algo para evitar lo que ocurriría, sentía incluso que ocultaba demasiadas cosas.

Luego de su gran fracaso y pérdida de dignidad, corrió hacia el profesor Tsuchigomori algo ansioso, sentía que si demoraba un segundo más, algo malo ocurriría.

—¡Maldita araña sensei, necesito su ayuda!

—No hagas ruido, mocoso, estoy leyendo, —lo miró aburrido, poniendo su libro a una de sus manos— ¿Qué es lo que deseas?

—Yo me preguntaba si... El destino podría ser cambiado.

—Niño, desde que uno nace su destino está decidido, si te tocó una vida corta, pues es lo que tienes, ve y disfrútala, no me hagas perder el tiempo —tomó su libro y continúo con su lectura.

—¿Ni siquiera un gran acontecimiento podría lograrlo...? —pronunció lentamente.

—Puede, pero es demasiado difícil, intentarlo sería perder el tiempo, solo vi que ocurriera una vez, eso casi equivale a nada —el profesor no le prestó demasiada atención a Kou ni a sus palabras.

—Incluso si es así... No importa, debo lograrlo, ¡gracias por todo maldita araña Sensei!

El ojiazul estaba demasiado ansioso. Desde aquel día en el que se enteró de lo que ocurriría no había podido dormir tranquilo, apenas comía y se encontraba diciendo una serie de incoherencias de manera consecutiva.

Sin alguien para ayudarlo a soportar esta carga, Kou se sentía realmente desesperado. El hecho de saber que todo el peso caía sobre él lo volvía aún más inestable.

Por todas estas razones es que debía mantenerse fuerte hasta el último momento. Ahora, Kou se encontraba corriendo hacia el encuentro del vicepresidente, este raramente se encontraba solo y sin la compañía de su hermano, debía ser cuidadoso, ya que era muy probable que si Teru lo viera conversando con este, se involucraría y no dejaría que Akane siquiera le hablara.

Dobló la última esquina antes de llegar al salón del consejo estudiantil, por lo que había averiguado, a estas horas Akane se encontraría solo, era un perfecto momento par ir a su encuentro, esperaba que lo ayudara a conseguir algo de información o incluso ayudarlo, como uno de los misterios escolares él le serviría mucho, Kou ofrecería todo a su alcance con tal de conseguir su ayuda.

Estaba a unos pasos de llegar a la puerta del lugar, pero justo esta fue abierta ocasionando que Kou chocara con el personaje que se encontraba saliendo de ella.

—Teru-nii... —susurró.

—Si vas con Akane desperdicias tu tiempo, Kou, no accederá a lo que le pidas.

Teru parecía tener una mirada asesina, y el hecho de que colocara su mano sobre el hombro de su hermano hizo que Kou se estremeciera, luego de aquel contacto el Minamoto mayor se fue.

No quería admitirlo, pero Kou comenzaba a odiar a su hermano mayor.

El ojiazul pensó por un rato luego de ingresar al salón, Akane estaba sentado mientras corregía quién sabe qué desde su escritorio. Este ni siquiera volteó a verlo cuando entró, eso en definitiva lo desconcertó mucho.

Pasaron algunos minutos en silencio, hasta que el vicepresidente abrió la boca:

—Ya oíste a tu hermano, realmente no sé qué favor vendrías tú a pedirme pero lamento mucho no poder ayudarte, pusieron en juego a la persona que amo y...

Kou no se quedó ahí para terminar de escuchar lo que el otro diría, su sinceridad le importaba muy poco, lo único que quería era ayuda y si alguien no se la podía dar entonces este no le servía.

Era lamentable ver como el corazón de este chico se enfriaba cada vez más.

Necesitaba un plan, Kou siempre había sido alguien que hablaba sobre promesas, pero lastimosamente nunca alguien que pensara en si realmente podía cumplirlas, por lo que la falta de un plan casi siempre lo llevaba al fracaso.

A Mitsuba le había prometido que volvería a ser un humano y secretamente a Nene que podría vivir por más tiempo. Aunque ahora lo más importante era evitar que las apariciones fueran borradas del mundo humano, no podía evitar pensar en ello.

Si tan solo... Si tan solo fuera tan fuerte como su hermano mayor no tendría que estar pasando por esto.

Y con aquellos pensamientos desordenados fue corriendo hacia su salón ya que pronto iniciaría su próxima clase. Desde temprano sabía que hoy sería un día ajetreado, nunca se había involucrado en alguna actividad del colegio por lo que no tenía experiencia, pero iría a ayudar a sus amigos esta noche.

Ya era algo tarde, Kou y otros chicos más se encontraban ayudando en la cocina a preparar la comida, Yokoo y Satou estaban preocupados por Kou, ya que este último, desde hace unos días había comenzado a actuar raro, y hoy se le veía demasiado distraído, casi rompe una serie de objetos y estaba demasiado despistado, ahora ambos amigos debatían si ir o no hacia Kou, quien agarraba un cuchillo en su intento de pelar papas.

Yokoo no aguantó más y corrió tras su amigo para darle un empujón, Satou lo siguió luego.

—¿Estás bien? —dijo Yokoo.

Asustado, kou volteó a verlos.

—Yokoo, Satou...

—No deberías sostener un cuchillo si te sientes mal —pronunció Yokoo de forma amable.

—Puedo hacerlo por ti —ofreció Satou.

—Ah... Lo siento, tienen razón, hoy no puedo hacer nada bien... —dijo Kou algo avergonzado.

—Sí eres bastante inútil —habló Satou sinceramente.

—Lo dijiste tú mismo —rió Yokoo.

Luego de aquella charla, los tres chicos continuaron con sus labores hasta muy tarde, pronto anochecería, Kou había acordado quedar con Mitsuba por la noche, así que este se apresuró.

Horas más tarde todos los presentes estaban reunidos en un salón haciendo canastas de bambú, Kou aprovechó que estaban distraídos y salió en silencio del lugar.

Sentía que el día de hoy apenas comenzaba a ser pesado.

We'll never make it; MitsukouDonde viven las historias. Descúbrelo ahora