We'll never make it; Mitsukou

Lie

Dicen que las mentiras son buenas si son piadosas.

Pero... ¿Me perdonarías luego de saber todo lo que te he ocultado? Prometo que fue solo para verte feliz.

Minamoto Kou.

•••

—Si les dijera que me encuentro en una relación ¿Qué me dirían? —pronunció un Kou algo alterado.

—¡Felicitaciones, espero que sean muy felices! —Yokoo le regaló una sonrisa.

—Mientes —contestó Satou.

—Y en el caso hipotético de que yo  haya asegurado proteger y ayudar a aquella persona de todo lo que pueda lastimarlo, e incluso le haya prometido algo que sabía que no podía cumplir ¿Qué sería lo que me dirían?

—Fue muy dulce de tu parte aquello, ¡incluso solo el hecho de intentarlo ya es muy bueno de tu parte!

Yokoo seguía animando al decaído Kou, mientras que Satou lo regresaba a la realidad con sus palabras:

—Eres un charlatán, es muy tonto prometer algo que sabes no podrás cumplir.

Así se encontraban, los tres amigos conversando, Yokoo y Satou creían que su amigo estaba algo loco, el primero por supuesto que no se lo diría, pero el segundo no dudaría en gritarlo. Kou, en esos momentos se encontraba en medio de una crisis existencial, quería llorar, gritar, reír como loco y contarle a todos lo que había escuchado, pero no podía, no había a quien contarle, no había quien lo entendiera.

Todas las palabras del Minamoto menor salir atropelladas y apenas uno podía entenderlas, muchos dirían que estaba emocionado, pero la realidad era que estaba ansioso.

No podía seguir aguantando, no en este lugar, Kou salió corriendo del salón, sus amigos solo lo miraron extrañados.

Kou lloró, detrás de unas grandes escaleras abrió aquella mochila que guardaba sus sentimientos y uno por uno los liberó. No quería creerlo, pero su hermano se había encargado de convencerlo por completo. No había final feliz, tampoco un final abierto, Kou pensaba que aquello ni siquiera podría llamarse "fin".

Él no debe saberlo, ni debe saber que yo lo sé. Solo es porque quiero  protegerlo, ¿no? Pensaba Kou.

¿Era posible cambiar el destino? Minamoto debería asegurarse de saber aquella respuesta antes de contárselo. Debería hacer algo.

Todo había empezado ayer por la noche, habían pasado algunos días desde que el hermano mayor de Kou supo de la verdadera relación que compartía con la tercera aparición del colegio. Minamoto Kou evitaba al otro, preparó la comida desde muy temprano para que la recalentaran cuando quisieran, también hizo la limpieza con rapidez, luego salía corriendo al ver que su hermano aparecía.

Así fue durante cinco días, hasta que Teru no pudo más y explotó. Kou esperaba una charla sobre porqué un humano y una aparición no deberían estar relacionados de ninguna manera, y de hecho sabía como responder aquello, tenía pruebas para demostrarle que también podían existir apariciones buenas, las había reunido desde que empezó su amistad con Hanako, había trabajado mucho en eso...

Lo que no esperaba el Minamoto menor era que Teru pronunciara aquellas palabras.

"—¡Dentro de poco todo tipo de apariciones se desvanecerán! ¡Han estado causando demasiados desastres en el mundo de los humanos, naturalmente alguien tendría que ponerle fin a esto! ¡Incluso si lo desearas, no puedes cambiar lo que está destinado a ser! Esta vez no te voy a dar el discurso de porqué no debemos relacionarnos con entidades, Kou; esta vez hablo por ti, por tu bienestar.

—Conozco perfectamente a mi hermano, sé que es alguien frágil, que se deja llevar por las emociones del momento. Alguien bueno, incluso demasiado, lo que muchas veces lo convierte en un ingenuo. Desde un principio lo único que quise fue proteger a mi hermano de cualquier tipo de sufrimiento, pero quizá contarte todo esto solo equivaldría a lastimarte más, así que me abstuve a hacerlo. Kou, no entendiste, por más que yo insistiera no me hiciste caso.

—Ahora que ya sabes esto... Deberías cortar cualquier tipo de relación que tengas con ellos porque..."

El simple recuerdo de aquellas palabras solo lograba que se le nublara la visión y las lágrimas comenzaran a desbordar. Quería correr junto a Mitsuba, abrazarlo muy fuerte y decirle cuánto lo amaba, pero en el estado que se encontraba solo haría que el chico se preocupara. Debía calmarse, si no lo hacía Mitsuba podría sospechar que le ocurría algo en cuanto lo vea.

El destino de las tres personas que más apreciaba era... desaparecer. ¿Cómo podría él ir y decírselos? Ahora comprendía cómo se sentía Hanako, no podía simplemente decir: "Vive al máximo tus próximos días ya que muy pronto no podrás."

Cargando con todo este peso encima, ¿Qué se supone que debía hacer?

Quería olvidar, volver el tiempo atrás y nunca haber escuchado. No iba a aceptarlo, no quería. Pero si quería hacer algo debía, mas, en aquellos instantes simplemente sentía que no podía. Sentía que había agotado hasta sus últimas esperanzas cuando en realidad no había movido ni siquiera un dedo.

Lo único que podía hacer ahora mismo era mentir, a sí mismo y a los demás. Aunque no sabía si era por su bien o el de ellos.

Logró regular su respiración luego de un tiempo, limpió los restos de lágrimas con su manga y dando una profunda respiración, se puso de pie.

Después de que su hermano lo viera besando a Mitsuba, su comportamiento era nervioso con su novio, incluso se podría decir que algo torpe.

Podría ir y decirle que había conversado con su hermano y este se había negado a que estuvieran juntos, luego que ambos habían discutido por ello y que al final todo terminó mal. Era una gran excusa en su mente, así que se fue caminando en busca de Mitsuba planeando como decírselo. Luego se ocuparía de sus propios demonios, ahora el que importaba no era él mismo.