capítulo 12

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Liv despertaba con el traqueteo del carro que la hacía moverse de un lado a otro lentamente mientras sentía ese peso en su cuerpo y esos mareos que aunque habían cesado, parecían estar algo presentes, de los cuales a medida que iba abriendo sus ojos, se esfumaban con lentitud hasta que parpadeaba unas cuantas ocasiones y se percataba en donde estaba.

Intentaba incorporarse poco a poco justo cuando se le colocaba a su lado Einar con el caballo y la hacía elevar un poco la cabeza para verle.

— nos queda poco para llegar. ¿ cómo te encuentras?

Miró a ambos lados — dame agua.

Sacaba una cantimplora de piel y se la entregaba ya abierta, viéndola darle un sorbo largo y extenso.

— vamos con algo de retraso, pero es por los carros, llevamos armas de más.

Tragó el líquido y volvió a mirarlo quedándose la cantimplora de piel porque sabía que iba a necesitarla. Sentía esa deshidratación, esas ganas de seguir bebiendo pero que debía apaciguar con calma para que no le sentara mal.
Asintió por esa información y luego se incorporaba un poco para ver con más detenimiento a su alrededor.

— ¿ dónde está?

— ¿ quién?

— Ingrid

Elevó su ceja algo curioso por que supiera su nombre — un poco mas atrás.

— que venga, quiero hablar con ella.

Dió media vuelta al caballo y se dirigió hacia donde estaba Alrek, colocándose a su lado — se ha despertado, quiere hablar contigo.

Alrek fruncía el ceño mientras que Ingrid asentía y se dejaba coger por las axilas para pasar de un caballo a otro y ser llevada hasta la mujer por la cual tendría su venganza.

Llegaban al carro mientras que Liv ya estaba hablando con Brynjar y Baggi, que al verla incorporada, no dudaron en ir hasta ella y saber como estaba.
Les calmaba la preocupación para que estuvieran más tranquilos y supieran que todo estaba bien, aunque aún se sentía algo atolondrada.
Fijó la vista hacia Einar e Ingrid y les dió tiempo a los otros dos para que se marcharan.

— sube — le dijo sin más.
Einar la ayudaba a subir al carro mientras él esperaba órdenes. — déjanos solas.

Apretó un poco su mandíbula, pero no dijo nada más, se limitó a separarse del carro para dejarlas en la intimidad mientras que ellas se miraban directamente a los ojos, como si lo supieran, como si ese sueño las hubiese conectado a las dos.

— ¿ te sientes mejor?

Suspiró — si, gracias.

— de nada, aún así, cuando lleguemos, es mejor que te vea Sir, yo todavía no estoy del todo al cien por cien.

— me lo imagino — se cruzó de brazos — sabía que tenías algo que ver con Aila, mi intuición no suele fallarme.

— pero tú si le fallas a ella.

Ladeó la cabeza, le resultó curiosa esa forma de hablarle, seguramente estaría más tranquila, pero le llamó la atención que tuviera el valor de decirle que no seguía su propia intuición.

— eso no suele pasar.

— pero cuando pasa, pierdes — se acomodaba mejor en el carro doblando sus piernas algo más cómodamente para poder seguir con esa conversación.

— tu forma de hablar, pareces diferente.

— llevaba años sin tener mi don, me estoy acostumbrando de nuevo.

LA ERA VIKINGA ( quinta temporada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora