Capítulo 7

737 134 3
                                    

–Así que has tenido tu primera cita después del divorcio –concluyó Fabrizio, mirando fijamente a Dawson. Él asintió–. Y me lo dices porque probablemente lo escucharé de alguien más en algún momento. ¿Eso dijiste, cierto?

–Sí.

–Bien, supongo que crees ser muy interesante para la sociedad italiana y todo, ya que... –se burló Fabrizio. Dawson negó–. ¿Qué es, entonces? Hay más, ¿verdad?

–Sí –volvió a confirmar–. Mi primera cita, como la has llamado, fue con... –puso en blanco los ojos–. ¿Quién pensaría que es tan difícil decirlo?

–Supongo que muy difícil ya que no dijiste nada sobre ella. ¿Cómo la conociste? ¿Cómo terminaron teniendo una cita? ¿Quién y cómo logró eso de ti?

–Lo dices como si no tuviera intención de salir jamás con nadie.

–Esa es la impresión que me daba hasta hace unas semanas. ¿Qué cambió?

–Solo sucedió.

–¿Solo sucedió? No, a ti nada te sucede así tan sencillamente –Fabrizio giró a mirarlo de frente–. A menos que... no, no... ¿verdad que no?

–¿Qué? ¿Cómo podría saber a qué te refieres?

–Quiero creer que estoy equivocado, pero algo me dice que no –cerró los ojos un momento, como si así fuera más fácil decirlo–. No se trata de ella, ¿verdad?

–Bueno, yo...

–¡Por supuesto que es ella! Y, que no tenga ni qué especificar sobre a quién me refiero, lo deja muy claro. ¡Demonios!

–Fabrizio, no es...

–Mi hermana tenía razón. Tú no...

–¡No! –Dawson lo cortó con fuerza–. No fue así. Yo amé a Gina y siempre será la madre de mis hijas. El pasado no tiene nada que ver con esto.

–¿No?

–Bien, admito que, si no fuera porque ya conozco a Sienna, no habría salido con ella. Pero, lo que nos unió, pasó. Si hay algo más, será diferente. Ni ella ni yo somos las mismas personas.

–No lo sé. Esto suena tan... ¿puedo preguntarte algo?

–Adelante.

–¿Se separaron por una traición? ¿Tú y mi hermana?

Dawson suspiró y miró hacia el techo. Fabrizio tomó aire de golpe.

–¡Tú...!

–¡Espera! –Dawson exclamó, apartándose del puño de su amigo–. No lo entiendes.

–¿Qué quieres decir?

–Sería mejor que hablaras con Gina.

–Curiosamente, se siente renuente a hablar sobre lo sucedido, aun cuando en otras circunstancias no lograría que lo dejara. ¿Por qué?

–Exactamente. ¿Por qué crees que es eso? –inquirió, con un toque sarcástico.

–Dawson...

–Fabrizio, yo nunca traicioné a tu hermana.

–Pero...

–Piénsalo. Estoy cansado de que todos culpen el fin de mi matrimonio a los sentimientos que supuestamente siempre albergué por alguien más. No fue así. Aunque supongo que la cena del día de ayer, todos creerán que sus sospechas se confirmaron.

–¿Nunca la traicionaste?

–No. ¿Acaso no me conoces nada? Y yo aquí pensando que éramos amigos por una razón.

Una historia (Sforza 7.5 - Sienna)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora