Capítulo 98: El legado dejado atrás

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El sol había terminado de ponerse y la luna ahora estaba muy por encima de Konoha. Jiraiya y Yamanaka Fū estaban en la oficina del Hokage, mirando el cuerpo de Shimura Danzō que estaba en el suelo encima de un gran pergamino de sellado.

Respetando las palabras de Hiruzen, los dos shinobi esperaron para avanzar hasta que la batalla entre Danzō e Hiruzen se completara. Los dos shinobi habían sentido un pulso gigante de chakra liberado a través de los bosques de Yu no Kuni. Se apresuraron hacia el campo de batalla cuando la energía se desvaneció solo para ser recibidos por la vista del cuerpo de Danzō sin rastro del cuerpo de Hiruzen. Fū tenía razón; El sello de Danzo funcionó.

Los dos guardaron silencio mientras Jiraiya analizaba el sello con atención. Después de un momento de estudiar, Jiraiya sacó un pincel de tinta y comenzó a dibujar marcas en el cuerpo de Danzō. Dibujó siete líneas que se asemejaban a los rayos solares alrededor de los bordes del sello Tetragram de Danzo, luego dibujó la imagen de una llama alrededor del centro. Con el sello colocado en su cuerpo, Jiraiya hizo cinco señales con las manos antes de golpear con la palma abierta el pecho del cadáver.

Una nube de humo llenó la habitación. Cuando se desvaneció, junto al cuerpo de Danzō estaba el cadáver de Sarutobi Hiruzen. Jiraiya se tensó de inmediato al ver el nuevo cuerpo.

"Pudiste vencer el sello de Danzō." Fū anotó.

Jiraiya negó con la cabeza: "No lo habría hecho en este momento. Este sello fue complicado. Se necesitaron algunos sellos adicionales para dibujar para neutralizar este poder de succión 'como un vórtice' que tenía este sello. Si este sello fuera casi instantáneo, No creo que nadie tenga tiempo de detenerlo a tiempo."

Los ojos de Jiraiya se movieron por el cuerpo de Hiruzen. Sus ojos se agrandaron cuando notó su rostro; Hiruzen estaba sonriendo.

"... Je." Jiraiya negó con la cabeza. Una pequeña sonrisa se desarrolló en su propio rostro cuando sus ojos comenzaron a lagrimear un poco. "Sarutobi-sensei siempre fue un hombre alegre de corazón. Me alegro de que haya podido salir en sus propios términos con una sonrisa en su rostro."

El Godaime se quedó callado por un momento más, mirando a la cara de su sensei. Sacudió la cabeza, frotándose los ojos y secándolos, antes de volver su atención a Fu. El Yamanaka seguía mirando el cadáver con una expresión neutra en su rostro.

"Tu ayuda fue esencial para derrotar a Danzō, Fu. No puedo agradecerte lo suficiente." Dijo Jiraiya.

El hombre de cabello castaño rojizo negó con la cabeza: "No necesitas agradecerme."

Los ojos de Fū se movieron hacia el cuerpo de Danzō. Se estrecharon en él mientras estudiaba el rostro del hombre.

"Es... extraño... verlo así." Él admitió.

Jiraiya se volvió para mirar al ex Agente ROOT: "¿Estás en conflicto con su muerte?"

"No. Necesitaba morir. Pero..." Fū suspiró. "No lo sé. Ojalá sintiera algo mirándolo así."

El Yamanaka experimentó una oleada de emociones cuando él y Kanji hablaron en Shimo y Konoha. Estas emociones se magnificaron aún más en su confrontación con Danzō, donde pudo liberar la ira y el odio reprimidos por sus experiencias en ROOT. Ahora, con Danzo muerto, no sentía nada.

"Eso tiene sentido. Danzō te entrenó a ti y a otros agentes ROOT para ser asesinos sin emociones para Konoha. Pasará algún tiempo antes de que puedas volver a abrirte a un estado emocional normal." Anotó el Hokage. Luego miró al Yamanaka. "En realidad, estaba planeando organizar una serie de sesiones individuales con Inoichi para ayudar a mejorar tu psique. Cuando terminen, tengo la intención de dejarte salir al público."

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