Ilusorio

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Agárrense de sus asientos y prepárense para leer más de 15 000 palabras que ni yo se de donde salieron. Cargadas de amor y cafeína solo para ustedes. 

Puede que haya sido porque Kageyama estaba muy concentrado en sus juegos contra Ohgiminami y Kakugawa High que no notara que hizo enojar a alguien, porque esa sería la única razón por la que el alfa de dos metros, del que no conoce el nombre, esté...

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Puede que haya sido porque Kageyama estaba muy concentrado en sus juegos contra Ohgiminami y Kakugawa High que no notara que hizo enojar a alguien, porque esa sería la única razón por la que el alfa de dos metros, del que no conoce el nombre, esté frente a él.

Conforme la intensa mirada del alfa no se disipa, Kageyama se pregunta si la técnica de huida que usa Hinata funcionaría en este tipo de situaciones.

Los asientos morados del vestíbulo se encuentran vacíos, la luz es baja y el alfa frente a él obstaculiza su camino hacia las grandes puertas transparentes de la salida. Sin éxito alguno, Kageyama escanea los alrededores en busca de algunos de sus compañeros.

—Soy Hyakuzawa —le dice el chico con un plano tono de voz. 

Kageyama no sabe qué responderle. En primer lugar, las personas no suelen acercársele de repente y, en segundo lugar, él tiene mucha hambre en este momento. De manera inconsciente, toca el collar de seguridad de su cuello y le regresa la mirada.

—¿Qué necesitas? —le pregunta con una voz modulada, como si estuviera caminando por un campo de minas. 

—Si —responde el alfa sin cambiar su expresión. Kageyama lo observa confundido y Hyakuzawa carraspea ligeramente—. Disculpa. ¿Tienes algo que hacer el fin de semana?

Kageyama retrocede con la intención de alejarse de él. Sabe que es imposible, pero una sensación de pánico se instala en su pecho al pensar que el alfa podría estar hablando de su situación con Oikawa. 

—No. ¿Por qué debería? —Kageyama le responde, ligeramente a la defensiva. 

Un plan se traza en su cabeza al mirar la salida de emergencia: si el chico alto menciona a Oikawa, Kageyama va a salir corriendo, luego, por cuestiones de seguridad, irá a buscar a los betas del equipo y por último, va a golpear a Hinata, por haber olvidado su lonchera y por simple costumbre.

—Quería saber si conoces algún buen lugar de comida italiana cerca de aquí —el chico reformula su oración con cuidado. 

Un suspiro de alivio se escapa de la boca del omega. Está a punto de responderle cuando un borrón naranja pasa corriendo frente a la salida, seguido de Sugawara. 

Las manos de Kageyama rebuscan entre su bolso deportivo con insistencia. Algún tiempo atrás su hermana le había dado una publicidad de un restaurante famoso, pero nunca tuvo la oportunidad de visitarlo.

—Ten —le extiende un el papel a Hyakuzawa, quien por primera vez cambia su mirada de seriedad a completa confusión—. Mi hermana dijo que era un buen lugar, creo que puedes ir ahí. Hasta pronto.

Se inclina con educación hacia el alfa, el cual no ha dejado su confundida expresión de lado, y empieza a correr persiguiendo a sus compañeros de equipo. Los alcanza en la parte exterior del edificio donde Sugawara tuerce sus labios con molestia y Hinata abre sus brazos para recibirlo.

Sostengo mi respiración [Omegaverse] | Oikage (Pausada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora