Planes - Candy Candy

Una Noche Mágica En Nueva York

Candy va camino a Nueva York y su corazón late con fuerza pues va a ver a Terry, sin embargo no sabe del accidente de Susana y cuando llegue Terry no se lo dirá.

Terry no quiere que lo reconozcan así que va disfrazado a la estación del tren a recoger a Candy y después de una pequeña confusión, la lleva a comer a su departamento.

Terry quería llevarla a un restaurante pero Candy sabe que deberán estarse escondiendo y cree que es mejor estar a solas. Después de un lindo paseo por las calles de Nueva York y los carteles enormes de las obras de teatro Terry lleva a Candy a su departamento en un lugar un poco alejado de la ciudad en el cual podrán estar sin que se les moleste.

- Qué alegría está aquí Terry, me sorprende que vivas tan ordenadamente- dijo Candy

-Honestamente no es gracias a mí, la señora de la limpieza viene cada tercer día y me ayuda con los deberes de la casa- contesto Terry

-Ahora todo tiene sentido- rió Candy- ahora que lo pienso, yo tampoco soy muy buena con los deberes de la casa, Albert es mejor en eso que yo

-No puedo creer que digas eso Candy, Albert es tu invitado y dejas que el haga todo el trabajo

-Bueno, es que el es mejor en eso que yo

Al terminar de decir esto, Candy volteó hacia la ventana del cuarto de Terry y vio un afiche en una pared que decía "Romeo y Julieta" además de mostrar los nombre de Terry y Karen como los protagonistas de la obra.

Terry preparaba té mientras Candy admiraba el afiche y se le ocurría una gran idea.

-¡Pero qué haces pecosa!- exclamó Terry

-Creo que se ve mejor así, ¿no crees?- dijo Candy mientras terminaba de tachar el nombre de Karen y escribir el suyo en el afiche- no olvides que yo también puedo ser Julieta-rio Candy con dulzura- además, debo decirte que me alegra un poco que no vaya a ser Susana la que interprete ese papel

-¿Por qué dices eso Candy?

-Me da un poco de vergüenza pero estaría muy celosa de ella- dijo Candy apenada sonrojada

Oh Candy, si tan solo supieras lo que en realidad pasó. No, no puedo, no puedo decirle-pensaba Terry

-¿Esta todo bien? - pregunto Candy

-Claro que está todo bien pequeña pecosa, es solo que recuerdo ese día del festival de Mayo en el colegio en Londres

-¿A sí, y qué es lo que recuerdas con exactitud? - preguntó intrigada Candy

-Recuerdo ver cuando te cambiaste para ser Julieta - dijo Terry soltando una pequeña risita.

-¡Terruce Grandchester! - grita Candy acercándose, pero se resbala y cae en cima de él.

Los dos jóvenes se amaban, eso era evidente, y ahora estaban más cerca uno del otro de lo que jamás habían estado, tan cerca que Terry no pudo evitar besarla.

La noche cada vez más fría se acercaba y la primera nevada de la temporada cayó sobre Nueva York. Esa noche, el farol de la calle fue testigo del gran amor que había entre esos dos jóvenes y como todo indicaba que se quedarían juntos para siempre.

La mañana siguiente Marcus, mejor amigo de Terry, se apresuraba a bajar de su auto para ir a despertar a Terry.

Parece un niño, debemos ir a despertarlo como si fuera una cría. Es el actor principal y llegará tarde al ensayo final. - pensaba Marcus subiendo los primeros escalones de edificio.

Su sorpresa fue gigantesca cuando vio que Terry no sólo estaba despierto sino que además estaba totalmente preparado e iba bajando las escaleras de la mano de una señorita sumamente bella con una hermosa cabellera rubia.

Hacia mucho tiempo que no lo veía sonreír así - se dijo para si mismo al ver a Terry riendo junto con la señorita.

No sólo la cara de Terry había cambiado, Candy también se veía mucho más radiante y feliz al lado de él.

-Vaya, muy buenos días mi estimado Romeo-expresó burlonamente Marcus

Candy estaba totalmente sonrojada y nerviosa al ver que Marcus se había dado cuenta de lo que había pasado la noche anterior entre ella y Terry. Sin embargo Terry no dejaba de sostenerle la mano y con una mirada le dijo que no debía preocuparse por nada.

-Ni una palabra de esto a nadie, ¿entendido?- dijo Terry a Marcus sin titubear

-Soy una tumba- afirmó Marcus

Después de ir a dejar a Candy a su hotel, y prometerle a Candy que todo estaría bien, Terry y Marcus se dirigieron al teatro para dar los últimos toques finales a la obra que se presentaba ese mismo día en la noche.

-¿Así que ya tomaste una desicion?- preguntó Marcus

-¿A qué te refieres?

-No lo tomes a mal, pero me alegra que no te sientas nada presionado por Susana

Siempre supe que sería difícil, pero amo a Candy y voy a luchar por ella - pensaba Terry mientras se dirigían al teatro