El Mismo Chicago, Una Nueva Candy

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"Te voy a buscar Candy, lo prometo. Solo necesito unos meses para arreglar las cosas con todos e ir contigo a Chicago. Te voy a buscar, lo prometo. Lo prometo" - Las palabras de Terry retumbaban en la mente de Candy y aunque le hubiese encantado decirle en ese momento a Terry que ella lo esperaría, no lo hizo.

"Se feliz"- esas fueron las únicas palabras que salieron de la boca de Candy aquella noche y después de eso, sólo corrió hasta salir de aquel hospital, de aquella situación, de esa Nueva York a la que había deseado ir, pero sobre todo salía de la vida de Terry.

Ahora ya era tarde, estaba en un tren camino a Chicago y el destino estaba sellado. Ella y Susana habían hecho una promesa y no sería Candy quien la rompería, Terry se enamoraría de Susana y la vida seguiría su curso. O almenos eso era lo que pensaba.

Al llegar a Chicago la vida le parecía muy diferente, no se sentía del todo bien así que decidió evitar a sus amigos, Annie, Patty, Archie y Stear al menos por unos días.

Se dirigió inmediatamente a su departamento en las Magnolias esperando que Albert no se encontrara allí, necesitaba un momento a solas para terminar de entender todo lo que había pasado en Nueva York y aceptar su nueva vida.

¿¡Candy!?-dijeron varias voces al unísono mientras ella entraba al departamento

Candy, no sabíamos que regresarías tan pronto- dijo Albert

De haberlo sabido hubiéramos ido por ti a la estación - dijo Archie

Y antes de que Candy pudiera decir cualquier cosa cayó desmayada. Los siguientes sucesos fueron tan fuertes e importantes para la vida de Candy que podríamos decir que marcaron su vida

Al despertar no sólo vio las caras tristes y preocupadas de sus amigos, si no que se dio cuenta de que Stear no se encontraba entre ellos.

Se fué a la guerra sin despedirse de nadie - le dijo Patty entre sollozos

"Pero si se despidió de mi" pensó Candy

Calma Patty- dijo Candy- el volverá y las cosas estarán bien, ya lo verás. No fué una despedida definitiva

Candy, ¿cómo fueron las cosas con Terry? ¿Por qué volviste tan pronto? - preguntó Annie

El semblante decaído y triste de Candy le reveló a Albert que las cosas no habían ido bien

Quizá debemos dejar descansar a Candy, tiene un poco de fiebre y debería guardar reposo unos días - dijo Albert rompiendo el pequeño silencio que había ocasionado las interrogantes de Annie

No, ustedes son mis amigos, son como mi familia así que deben saber esto-y así Candy les contó acerca de la trágica despedida entre ellos y las razones por las cuales el debía permanecer al lado de Susana

Candy- dijo Annie con lágrimas entre los ojos

Oh Candy- dijo Patty a la vez que ella y Annie se acercaban para abrazarla

Esto es inconcebible - exclamó Archie- Voy a...

Basta, por favor - dijo Candy- eso ha terminado y no me gustaría hablar más de ello. En estos momentos solo hay que rezar por el bienestar de Stear y que vuelva pronto a su hogar

El tiempo pasó y Candy lentamente fue superando su dolor, debía hacerlo, Terry estaba totalmente fuera de su vida y ella aún tenía mucho que hacer en Chicago, además de que el gran apoyo que recibió de todos sus amigos la animó a seguir adelante, especialmente las atenciones y cuidados de Albert.

Se dice que del odio al amor sólo hay un pasó pero Candy no podía creer que Neil Leagan le hubiera confesado su amor y más aún, que se hubiera atrevido a jugarle una broma en una casa del lago a donde la llevó con mentiras para intentar hacer que ella dijera que lo amaba. Pero, a pesar de la desagradable artimaña de Neil, fué en ese momento en el que Candy analizó sus sentimientos, y las cosas habían cambiado bastante en el último mes.

Era claro que los sentimientos hacia Terry no habían desaparecido por completo, sería muy difícil que lo hicieran, pero si era verdad que habían disminuido considerablemente y alguien más había entrado en ese corazón que ella pensaba destrozado, Albert.

Fue gracias a la furia de la familia Leagan y por querer mantener una gran distancia entre Neil y Candy que obligaron al director del hospital Santa Juana a despedir a Candy pero, además, ella no sería bien recibida en ningún otro hospital en Chicago.

Después de unos días en los que Albert intentaba convencer a Candy de no preocuparse por el trabajo ya que el podía cubrir a la perfección todos los gastos, Candy volvió a buscar empleo en cualquier hospital que quisiera contratarla de enfermera. Pero llegó una noticia que impactaría a todos.

<<Personas vienen y personas se van>>

La guerra es una cosa cruel que deja a miles de familias rotas, fracturadas e incompletas. Las madres y padres ven a sus hijos partir sin saber si volverán a verlos, la esposas esperan el regreso de sus maridos, los amigos y conocidos recuerdan con añoranza aquellos momentos en los que las cosas estaban bien y no lo sabían.

La muerte no distingue entre clase social, religión, étnia, país, edad o demás factores que a los humanos nos encanta señalar. Ella sólo toma sin pensar quien fué, o lo que puedo llegar a ser como fue el caso de nuestro querido Stear.

El día de su muerte, cuando su avión fue derribado, la pequeña cajita de música que Stear le había regalado a Candy, antes de partir ella a Nueva York, dejó de funcionar.

A Candy le pareció demasiado extraño y prometió llevarla a reparar, sin embargo, la noticia de la muerte de Stear no tardo demasiado en llegar a América, especialmente a oídos de la familia Andrew.

A su funeral llegó toda la familia que residía en América, incluso sus padres, quienes no habían estado en contacto con sus dos hijos desde hace mucho tiempo y, a pesar de la decisión de la tía abuela Elroy, Candy asistió al funeral.

La escena era una de las más trágicas. Stear un joven que tenía toda una vida por delante y un muy prometedor futuro se veía resumido a esta situación: un ataúd vacío, unos padres que no recordaban su aspecto físico y solo un nombre más en una lista que fue enviada desde el viejo continente con una pequeña medalla por valor, como si eso fuera a traer de vuelta al querido Stear.

A la muerte de Anthony, Archie y Stear habían prometido no volver a tocar la gaita nunca más pues esto era una acto que hacían únicamente si estaban los 3 juntos (con el amor de hermanos que se tenían)sin embargo, el funeral de Stear implicaba para Archie una pérdida aún mayor puesto que ¿quién lo ayudaría a salir de esa inmensa tristeza que ahora tenía en su corazón? Stear le ayudó a la muerte de Anthony, pero ahora el también se había ido.

Por favor mis queridos niños, no quiero que ninguno de los dos vaya a la guerra nunca-decía totalmente devastada la tía abuela Elroy a Archie y Neil- No podría soportar otra perdida en esta familia-terminó de decir y cayó desmayada

Rápidamente varios parientes la detuvieron y se acercaron a ella-Llamen a un médico- decían- Permiso, yo soy enfermera - dijo Candy- ¡No permitan que se le acerque! - grito Eliza- Tu cállate, la tía abuela necesita atención, todos un paso atrás por favor- exclamó Archie- Estará bien, solo debe descansar, fué un duro golpe- dijo Candy.

Mientras se llevaban a la Señora Elroy Candy logró escuchar que decía algo entre sueños- Primero el tío abuelo William y ahora mi querido niño Stear

Planes - Candy CandyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora