Encuentro O Despedida

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Angustia, preocupación y una gran tensión en el ambiente fué lo primero que sintió Terry al entrar en la habitación de Susana, sin embargo, todas aquellas emociones eran nada a comparación de la gran tranquilidad que le dio ver a Candy, aunque  estuviera de espaldas y viendo a la calle a través de aquella ventana, era ella sin duda alguna, hubiera reconocido esa gran cabellera rizada y rubia que tanto amaba.

Terry, ¿qué hace usted aquí? -preguntó sorprendida la señora Marlow antes de que Terry pudiera decir algo - ¿La obra a terminado ya? ¿Supo lo ocurrido con mi hija? Ella estará tan feliz de verlo aquí, y con un ramo de rosas como si fuera poco. Es evidente que su am...

Debo detenerla ahí señora Marlow-expreso Terry con firmeza- en toda mi vida solo eh amado a una mujer y esa es...

Considero que este no es el mejor momento para hablar de amores, si no de la salud de la querida Susana-interrumpió rápidamente Candy y, aunque seguía de espaldas, Terry supo de inmediato que algo no andaba del todo bien

¡Tu no puedes pronunciar el nombre de mi querida hija, te lo prohíbo!-grito la señora Marlow-No la conoces, no eres nada ni nadie y solo estas aquí porque el doctor dijo que tal vez seas de ayuda

¡Señora! , no puedo permitirle que... - y una vez más Terry no pudo terminar su frase porque Candy salió corriendo de la habitación. Terry no tardo ni un instante en seguirla hasta llegar a una pequeña capilla del hospital.

Candy-dijo Terry-Lo lamento mucho, en verdad yo no quería que tu te enteraras de esta forma, de hecho...

No Terry, basta, tu me mentiste. Anoche ambos dijimos y prometimos cosas que los dos sabemos que no podremos cumplir y tu más que nadie sabe porque-contestó Candy

Candy, yo no voy a romper ninguna promesa. Te amo. Te amo Candy. Y jamás me alejaré de ti. No importa lo que pase-repuso Terry

Es que no lo entiendes- dijo esta vez Candy con lágrimas en los ojos-ya pasó algo, y eso nos separará por siempre.

Escucha pecosa, en los asuntos del corazón no se manda. Es verdad que Susana me salvo la vida, pero mi vida no sería nada si tu no estuvieras en ella. Solamente sería la triste superficie de una persona si tu te alejas-dijo Terry-Le agradezco a Susana pero hablaré con ella y las cosas se arreglarán, ya lo verás. Todo estará bien y los dos estaremos juntos por siempre.

Terry, en verdad quisiera creerte, pero no se si tenga la fuerza suficiente para...-señaló Candy - no quiero causarle ningún mal a Susana

No le estas haciendo ningún mal pequeña pecosa, tu y yo estamos destinados a esstaar juntos. Lo podría apostar-respondió lo más enérgicamente que pudo Terry para tratar de hacer sentir mejor a Candy

Debo ir a hablar con ella-dijo Candy y salió de la pequeña capilla con la esperanza de que todo lo que Terry había dicho hace unos instantes pudiera volverse realidad.

Candy iba tan inmersa en sus pensamientos que estuvo a punto de chocar con dos enfermeras que estaban pasando en ese momento e iban hablando sobre algo que parecía ser importante.

-¿Supiste que la señorita Marlow intentó quitarse la vida?
-No puede ser, su joven y apuesto enamorado no vino a verla en solamente un día y la señorita ya piensa en dejar este mundo
-Escuché que la señora Marlow quiere comprometerlos lo más pronto posible
-Ya escucho las campanas de boda

Al escuchar esto, Candy se quedó completamente helada y aquellos pequeños brotes de esperanza que aún albergaba se marchitar on tan súbitamente que cualquiera hubiera creído que nunca habían estado ahí para empezar.

Las cosas no pintaban bien para ambos y Candy lo sabía muy bien, el dejar a Susana en ese momento no sólo afectaría la imagen de Terry, si no toda su futura vida. Nadie querría contratarlo para papeles importantes ya que todos dirían que evade sus responsabilidades y sus deberes, sus sueños quedarían hechos añicos, jamás volvería a ser el mismo y todo por escogerla a ella.

No podía permitir que algo así le pasara a aquel al que tanto amaba, así que sabía lo que debía hacer. Con el tiempo quizás y se lo agradecería, Susana era una muchacha muy bella, inteligente y compartía su pasión por el teatro, además de que era evidente el gran amor que sentía por el. Las cosas eran obvias, ya sabía lo que tenía que hacer

Susana, ¿estas despierta? -dijo Candy abriendo levemente la puerta de su cuarto

Pero que haces, la vas a despertar y debe estar en reposo-dijo la señora Marlow firmemente

Basta mamá, sabes bien que ya no estoy dormida - dijo una voz un tanto más suave-¿Podrías dejarnos solas un momento?

Susana, querida hija, no creo que sea...

Por favor, se lo imploro madre. Solo será un momento-suplico Susana

Adelante niña-dijo la señora Marlow en un tono nada amable pero a la vez el más suave que había recibido de ella ese día

Candy entró a la habitación y vió a una Susana totalmente diferente a aquella joven que había conocido en el hotel la noche que busco a Terry hace algún tiempo, esta nueva Susana se veía triste, melancólica, parecía que la vida se le estuviese yendo de las manos.

Después de que la señora Marlow saliera de la habitación y de un pequeño e incómodo silencio, Susana comenzó a hablar.

Candy, debo darte las gracias por ayudarme. En verdad salvaste mi vida hoy y nunca podré agradecerte lo que has hecho por mi este día-expreso Susana

No debes darme las gracias por nada, soy una enfermera y eso es lo que nosotras hacemos, salvamos vidas y ayudamos a la gente-dijo Candy

Candy, debo confesarte que siempre eh sentido celos de ti, yo... - empezó a decir Susana

¿Amas a Terry? - preguntó finalmente Candy

Con todo mi ser - contestó después de un momento de impacto Susana

Entonces creo que todo está dicho, debo irme ahora- respondió Candy

Candy, no puedo pedirte que hagas eso- repuso Susana- Pero creo que estas decidida a partir, así que solo me atrevo a pedirte una cosa. No busques más a Terry

Puedes contar con ello-y diciendo esto último, Candy se acercó a la puerta para salir de ahí antes de que rompiera en llanto

¿Sería nuestra promesa? - preguntó Susana antes de que Candy saliera del cuarto

Es una promesa: yo me voy pero tu debes hacerlo muy feliz, tan feliz que algún día se olvide de todo este gran lío-contestó Candy

Supongo que tenemos un trato-dijo Susana-Buen viaje Candy, y gracias por todo

Buena vida Susana, hazlo muy feliz-dijo Candy y salió de ese cuarto con el alma quebrada, el corazón destrozado y las lágrimas resbalando por sus mejillas.

¿Por qué lloras pecosa? - dijo una voz a sus espaldas

Terry, debo irme - dijo Candy lo más fríamente posible

Terry sabía que lago no estaba bien así que se acerco-¿Y no puedes ni verme a la cara para decirme que te marchas?

Debo irme, Albert necesita de mi y... - intento decir Candy

No metas a nadie en esto, por ahora solo somos nosotros dos. ¿Puedes verme antes de partir? - dijo Terry pero Candy no contestó así que hizo una pregunta más - ¿Puedo acompañarte?

No, ¿no entiendes que así será más duro? - y Candy bajo corriendo las escaleras para salir lo más pronto posible de ese hospital

Aquellas escaleras parecian una eternidad, pero curiosamente aquel instante en el cual Terry detuvo a Candy abrazándola de la cintura rogándole que no se marchará y confesandole su amor se sintió como si no hubiese sido ni un segundo.

Planes - Candy CandyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora