Izuku Midoriya, es un chico que nació sin tener un quirk, cosa que en esta vida es escencial. Luego de eso es tratado de forma brutal por todos aquellos que amaba, sin embargo, logra ver una pequeña luz de esperanza, pero no significa que no deba de...
En aquella oscuridad casi infinita se pudieron escuchar esas palabras, seguido de un pequeño lloriqueo de quien parecía ser un niño pequeño.
Pero; ¿en donde nos encontramos?
¿Alguna vez has escuchado que cada persona tiene un mundo en su cabeza? Pues en este momento no hace falta decir en que mundo estamos.
Parado allí se encontraba un hombre alto, de tal vez un metro noventa. Tenía el cabello largo hasta los hombros, grandes y afilados ojos tan rojos que solo se podían comparar con el mismo color de la sangre, y por algún motivo sentías que esos ojos eran de un nivel mayor.
Su brazo izquierdo no estaba allí, pues había sido reemplazado por uno metálico con una gran estrella roja en el hombro.
Frente a él, había un pequeño niño de tal vez 7 a 10 años. Estaba completamente golpeado, y la sangre que brotaba de él era mas que evidente.
Su cabellera verde estaba empolvada y sus ojos esmeralda aguantaban lo mas que podían para no romper a llorar.
Aquel hombre que estaba parado no era nada mas y nada menos que "winter"; y el niño frente a él era el pequeño Izuku.
Winter: vamos Izuku. ¡Levántate con un carajo!
El pequeño hizo el mayor esfuerzo que pudo para así poder levantarse de lo que parecía ser el suelo. Pequeñas lagrimas comenzaron a salir de sus ojos mientras más fuerzas ponía para levantarse, pues con cada esfuerzo el dolor acrecentaba.
De la nada una mujer entró en el campo de visión de winter. Se trataba de una mujer de cabellera verde; tal y como el pequeño Izuku. Tenía grandes y hermosos ojos color esmeralda; unos atributos bastante voluptuosos, un suéter negro de manga larga con un cuello de botella, además de unos pequeños y llamativos pendientes de color dorado.
Esa mujer era aquella que todos en ese mundo conocían como "mamá", aunque no tuvieran ni ganas de llamarla por ese nombre a excepción de Izuku, pero así era como ella había sido nombrada.
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La mujer se acercó al pequeño niño antes de que terminara de levantarse y lo abrazó, para luego comenzar a reclamarle a winter.
Mamá: ¿Qué demonios crees que le estas haciendo a mi bebé maldito soldadito?
Dijo la mujer a punto de que su reclamo pasara a convertirse en un grito.
Winter: Maldita vieja. Deja de meterte en lo que no te importa.
Mamá: Claro que me importa. Mira como dejaste a mi pequeño.
Izuku nunca tuvo una verdadera madre. Lo más preciado que Izuku tuvo de su madre biológica, según él recordaba, era nada más el hecho de darle la vida; por lo que en este gran espacio, una surgió con el único propósito de brindarle todo el cariño y amor que alguna vez en su vida pudo desear.
