Capítulo 7

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Narra T/N:

Cuando volví a abrir los ojos ya era de día y estaba lo suficientemente claro afuera, iba a darme vuelta en la cama para seguir durmiendo un rato más, pero repentinamente recordé todos los acontecimientos de la noche pasada y sobresaltada, salté de la cama y me vestí a toda velocidad para dirigirme al campamento y llevar a cabo mi plan antes de que sea demasiado tarde para salvar Neverland.

Al salir de mi habitación me encontré a Félix a punto de tocar en mi puerta, éste al verme bajó la mano que tenía empuñada para tocar y me dedicó una pequeña sonrisa.

-Justo estaba por ir a despertarte, vamos, te toca entrenamiento hoy.

Titubeé un poco pero accedí asintiendo con la cabeza mientras mis labios se curvaban en una sonrisa; salimos rumbo al campamento para desayunar y después ir al área de entrenamiento. Al llegar no pude evitar mirar con recelo a Wendy, que estaba sentada con Pan en un tronco y actuaba "normal" pero sin embargo miraba hacia todos lados nerviosa; creo que me quedé demasiado tiempo observándola porque Félix se me acercó claramente incómodo y me susurró al oído.

-Si sigues viéndola así, le harás un agujero en la nuca -Creo que fue con la intención de aligerar un poco el ambiente, cosa que no consiguió en lo absoluto-.

Una vez que salí de mi trance y me di cuenta de que Wendy también me estaba mirando con insistencia, seguí a Félix con la cabeza baja hasta un rincón del campamento donde agarré una manzana y comencé a mordisquearla sin ánimos, busqué a Sebastián con la mirada pero no lo encontré, desde ayer no sabía nada de él y eso me preocupaba mucho ya que era mi amigo pero en estos momentos no podía darme el lujo de buscarlo porque Neverland corría peligro, además él es fuerte y sabría como defenderse de cualquier cosa. Cuando terminamos de desayunar ambos fuimos a que me ayudara con mi manejo en las armas.

En el trayecto, estaba debatiendo internamente por contarle a Félix lo que había visto la noche pasada o guardarme todo para mi, pero decidí que lo mejor era decírselo disimuladamente.

-Félix, tu sabes cosas sobre magia no?

-Si, un poco, porque la pregunta?

-Pura curiosidad mía; oye alguna vez oíste acerca de un collar que sea tan poderoso como para destruir mmm- piensa T/N, piensa, no puedes decir "isla" es muy obvio- aldeas enteras?

-Si, he escuchado una leyenda acerca de eso, se llama "el Cristal de la Perdición" y todo aquel que lo posea tiene la capacidad de destruir lo que sea, ya sea una cosa, ciudad o persona en sólo cuestión de segundos si así lo desea el dueño de este, pero a cambio de el poder que te ofrece el cristal pide un alma, ya sabes, toda magia viene con un precio. No pensarás ir a buscarlo y crear destrucción por ahí, verdad? -volteó a verme con los ojos entrecerrados pero en broma-.

-No! Claro que no, no soy tan mala como para hacer eso, pero, si me interesa su funcionamiento, hay alguna forma de detener al cristal o algo así?

-En realidad eso no lo sé, creo que  te toca investigar por tu cuenta, pero será en otro momento porque ahora es tu entrenamiento.

Estuve tan concentrada en obtener información de Félix que no me di cuenta que ya habíamos llegado al área de entrenamiento, el antes nombrado se acercó a un arco y un carcaj de flechas para después volver hacia mí y entregármelo.

-T/N, Pan me dio instrucciones de enseñarte a usar el arco y las flechas, así que empecemos ok?

-Esta bien, no creo que sea tan difícil.

Me dirigí hacia una esquina en donde se encontraba un tiro al blanco y traté de imitar la posición que había visto hacer a los Perdidos cuando iban a tirar una flecha, coloqué esta en la cuerda y la tensé, pero al momento de tirar no avanzó más que unos cuantos centímetros.

Cautiva En Tu Alma - Peter Pan/Robbie Kay Y Tú (En edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora