Missing

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Se hacía tarde y no se sentía listo. Muy en su interior tenía una incómoda sensación de que olvidaba algo. Pero revisó el interior de su bolsillo derecho y ahí estaba lo importante, tal vez el objeto más valioso que había tenido en toda su vida y que ocuparía esa noche.

Se miraba al espejo una y otra vez examinando su imagen. Desde chico, siempre le habían remarcado lo guapo que era, aunque Taeyong no se sentía la gran cosa. Se puso maquillaje, uno muy ligero casi imperceptible, el traje que llevaba puesto estaba planchado y presentable, su cabello color rosa estaba peinado, sus dientes cepillados, su pequeño tesoro en su bolsillo.... ¿Qué faltaba?

El joven caminó hacia la sala de su hogar y luego le dio tres vueltas al sofá con la mano en el mentón y el ceño fruncido.

Estaba tan nervioso que sentía que se ahogaba, sus manos sudaban y su estómago hacía piruetas dentro de su cuerpo y comenzó a tener náuseas. El tic tac del reloj resonaba miles de veces más fuerte en su cabeza que en su pared haciendo que se estresara aún más.

Recorría una y otra vez el departamento como si fuera un tigre enjaulado, algo andaba mal, tuvo muchísimo tiempo para prepararse, hasta hizo una lista para asegurarse y ahora no sabía que le faltaba. Esa incómoda sensación en la parte de atrás de tu cabeza que se entierra como una espina y te recuerda que hay una cosa que no llevas.

Decidió relajar un poco su mente pues estresarse más haría que menos recordara, además seguro era algo sin importancia, siendo que él a veces se preocupaba demás por los pequeños detalles. Después de todo, lo importante estaba seguro en su bolsillo.

Cuando recién entraba a la carrera, se hizo a la idea de que se concentraría en alcanzar su meta, terminar con su título en mano y tener una vida universitaria perfecta. Obvio todo eso se fue al diablo porque la Universidad es como ir en bicicleta, una bicicleta que está en llamas y todo está en llamas porque estás en el infierno.

Sus horarios de comida; arruinados, sus horarios de dormir; inexistentes, su organización para hacer tareas; toda revuelta y haciendo malabares para terminar a tiempo. Y eso sería en absoluto malo de no haber sido por los grandiosos amigos que consiguió en el camino, reírse con ellos todo el tiempo aliviaba el estrés y le hacía disfrutar de todas las actividades que tenía que hacer, las clases eran divertidas y de hecho solo la tarea era tediosa, fuera de eso, era maravilloso.

Salir, discutir y comer comida rápida con sus amigos era lo mejor del mundo y la pasaba increíble porque podía desvelarse con ellos mientras entendían como realizar los trabajos asignados. Pero nada era seguro, los grupos de la carrera no eran fijos, a veces podías cambiar o adelantar algunas materias, podías ir de intercambio y regresar para cursar otras materias, en fin, el sistema era muy flexible.

Por eso, al ingresar al segundo semestre conoció nuevos amigos (ahora tenía demasiados) y por ende conoció a quién sería alguien muy importante en su vida Jung Jaehyun

Desde que conoció a Jaehyun sabía que iba a caer por él pero no pensó que por tanto tiempo ni tan profundo, cuando se dio cuenta, ya estaba rodando como gorda en tobogán, redondo en los encantos de aquel fantástico chico.

Fue tan amable con él desde que comenzaron a compartir horario, con el tiempo se hablaron más y hasta se sentaban juntos, sus ideas eran similares y reían todo el tiempo. Ambos se desvelaban haciendo las tareas y se ayudaban mutuamente, eran el equipo dinamita por lo bien que se complementaban.

Recordaba la vez que les habían dejado una visita a un museo y fueron en compañía de todos sus amigos, una visita que terminó rápido y el trabajo fue sencillo pero acabó convirtiéndose en una salida de bar en bar por las calles de Seoul. Fue genial, se gastaron todo el dinero y superaron sus tolerancias de alcohol hasta que llegó el momento de regresar a casa.

When I Come Around (NCT OT23)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora