🌸𝓞𝓻𝓸𝓬𝓱𝓲𝓶𝓪𝓻𝓾 𝓪𝓷𝓭 𝓽𝓱𝓮 𝓢𝓪𝓴𝓾𝓻𝓪 𝓯𝓵𝓸𝔀𝓮𝓻 🌸

🌸𝒮𝒶𝓀𝓊𝓇𝒶 𝓎 𝒪𝓇ℴ𝒸𝒽𝒾𝓂𝓇𝓊🌸

Sakura, cómete eso- Se veían pedazos de fruta ir de un lugar a otro, y papilla regada por todas partes, ¿La razón? Una niña que no quería comer porque no le gustaba lo que había de desayunar, papaya y melón era lo que había en su plato de periquera, y un Orochimaru estresado porque la niña no quería comer.

¡No! ¡No me gusta!- esa niña era la misma muerte reencarnada cuando de hacer berrinche se trataba, todo había comenzado bien en el día, ella se había despertado temprano, y como los días anteriores Orochimaru la había sentado en su periquera, era su silla alta con un plato grande enfrente donde colocaba un plato con desayuno, ella había probado la papaya, y casi al instante la había escupido, no se iba a comer esa cosa, olía mal y sabía muy mal, y del melón ni se diga.

Sakura, desayuna ya, no tengo tiempo para esto- había tomado una cuchara para darle papaya en forma de papilla, pero Sakura cerraba la boca y se volteaba a mirar a otro lado, le soplaba a la cuchara para que el contenido que cayera de ella.

No quiero desayunar eso- pataleaba de forma rápida con sus piernas tratando de darle una patada a su papá, pero por su pequeño tamaño esto no le era posible.

¿Y qué se supone que quieres desayunar?- dejó caer la cuchara en el plato y limpió su cabello negro, que había sido manchado por papilla y pedazos de melón, ahora entendía las peleas de Kabuto y ella una vez a la semana.

...hmm- Ella había puesto su mano en una de sus mejillas mientras que él cerraba sus ojos, pensaba detenidamente en un desayuno agradable para ella, de hecho, había muchas cosas que ella no comía, ya que le desagradaba el sabor, y eso era muy conocido por Kabuto y Orochimaru, que a menudo batallaban con sus comidas, de pequeña no había mucho problema, ya que al ser un bebé solo tomaba leche, ahora que había probado comida, la mayoría de las cosas le desagradaban por su sabor, olor o textura, una niña muy chiquiada, pero así la tenían, y así la iba a tener mientras ella estuviera a su lado.

¿No?, No te voy a dar otra cosa Sakura, no tengo tiempo que perder, si quieres desayunar ya sabes lo que hay- la tomó en brazos y la bajó de su silla, Sakura miraba a su papá con algo de culpa, pero ella no quería comer eso, no le gustaba su olor y su sabor, así que preferían saltarse el desayuno, aunque ahora que lo pensaba…

Papá… no me dejes con el monstruo- sus ojitos verdes se habían cubierto por lágrimas que amenazaban con salir, seguro su papá dejaba de quererla, Kabuto tenía razón, él la iba a abandonar en el bosque, y después el monstruo se la iba a comer viva, o la iba a hacer sopa de verduras, o Sakura a la plancha, ninguna le agradaba, y saber que su papá iba a dejar de quererla le causaba sentimiento, un nudo en su garganta, iba a llorar.

No te voy a dejar con el monstruo- fue la seca respuesta que le dió, ni siquiera la volteó a ver, podía decirse que lo había dicho en tono enojado, pero no, ella sabía que él no era así, por lo que limpió sus lágrimas, no podía asegurar que su padre la amaba con su alma y corazón, pero si al menos un sentimiento de aprecio, tal vez un poco de amor, y para una niña como ella, era más que suficiente recibir esa parte del corazón de su papá.

Oye papá, ¿Qué es una mamá?- aún mantenía su mirada pegada en su padre, que había detenido sus acciones por esa pequeña e inocente pregunta, ¿De dónde había sacado Sakura esa palabra? No recordaba haber mencionado tal palabra frente a ella.

¿Dónde escuchaste la palabra?- se arrodilló frente a Sakura para fijar sus ojos directo a los de ella, su seriedad podía notarse al igual que la tensión, y eso hasta Sakura lo había notado, ella podía ser feliz ya que desconocía lo que era tener amigos de su edad, o desconocía la mayoría del mundo, justo así como desconocía lo que es una mamá.

Kabuto me regaló un libro hace tiempo, tenía escritas muchas leyendas, y entre ellas una chica llamada Hisae, que había sido separada de su mamá porque ella era un monstruo, pero no sé que es una mamá- Él no mantenía el conocimiento de que Kabuto le regalaba libros a Sakura, pero era natural, ella había leído un tercio de los libros que poseía, ya que algunos no eran aptos para ella, incluso para Kabuto algunos aún estaban prohibidos, pero ese detalle de un libro que mencionaba la palabra "mamá", no sabía qué responder.