XXI✔

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Una semana había pasado. Las novicias aún seguían ignorantes sobre lo ocurrido con su compañera. Leonard había partido a hacer unas diligencias a pedido de la superiora a un poblado cercano pero le demoraria al menos una semana más realizarlas .

En su ausencia los servicios religiosos se habían limitado sólo a rezar el Rosario unas 2 o 3 veces al día puesto que también hacían uno para el servicio nocturno . Muchas de las chicas se divertían haciendo pequeñas travesuras a las monjas como esconderle cosas, mover otras de su lugar , arrojar pequeñas piedras desde atrás de los arbustos a algunas compañeras en la noche cuando salían desde la capilla a sus pequeños cuartos haciéndolas correr despavoridas para luego estallar en carcajadas.

Así transcurrían los días en el convento , rutina y rezos entre esas sobrias y silenciosas paredes, salpicadas de destellos de alegría cuando las chicas hacían de las suyas .

Raysa estaba sentada bajo un frondoso árbol luego de terminar sus labores, había tomado un libro de la biblioteca de la madre superiora aprovechando que ésta no se encontraba por estar en una de sus rondas de supervisión por el lugar . Era un pequeño libro algo viejo y con una leve capa de polvo pero la imagen de la portada algo rara había llamado la atención de la chica desde que lo vio en unos de sus turnos de limpieza en la oficina de la Madre S.

-" Decameron"- pronunció leyendo el nombre del libro antes de empezar a leerlo. No lo hizo.. porque justo cuando se disponía a hacerlo el sonido de un Vehículo acercándose llamó su atención, era raro ver alguno en el área a no ser por el "burro de carga" que ellas usaban y ese vehículo sonaba muy diferente además de que no recordaba que alguna de las monjas hubiera salido en el, ya que al padre Sor Ilonka lo llevó hasta la estación de trenes y luego se regresó para no llegar muy tarde ya que andaba sola.

Una densa nube de polvo se levantó frente a ella cuando el vehiculo frenó sobre el empedrado y viejo camino que llevaba al pueblo.

- Hola hermana, me recuerda? - La chica dio un respingo y camino un paso atrás al notar que la voz era de un hombre. Activando todas sus alertas, pues si quería hacerle daño ella estaba sola ahí y el hombre estaba muy cerca.

- Disculpe pero no s.. - iba a hablar y decirle que debía retirarse puesto que estaba prohibida la presencia masculina en el lugar por obvias razones cuando reconoció al portador de esa bonita sonrisa. Era el chico que había conocido en el pueblo el día que fueron de compras, se había enterado por Sor Irina que no era precisamente la discreción personificada.. que el joven la había ayudado y acompañado mientras se quedó en el pueblo a buscar a Sor Marie . Le sonrió devuelta tímidamente al recordar las palabras de la monja e iba a darle las gracias por ayudar cuando varias novicias salieron y se acercaron curiosas a ellos. Al parecer también escucharon llegar el auto y salieron a ver que sucedía. Sólo que por la reacción embobada de algunas Raysa supuso que no esperaban encontrarse con un chico guapo frente a ellas y que el sonrojo de algunas era demasiado notable ,lo que le causó una leve risilla por lo bajo antes de dirigirse a ellas ..

- Jovencitas se puede saber qué están haciendo aquí? Han terminado sus labores ya? La superiora las regañara si las ve aquí afuera y más frente a un extraño, por favor retirence a continuar con lo que hacían - hasta ella se sorprendió de la autoridad con la que les habló dado que las demás tenían la misma edad que ella e incluso una tenía 2 años más de edad ósea 21 . Como es bien sabido la rebeldía y las hormonas muchas veces vuelven a los jóvenes impulsivos u osados y esta no iba a ser la excepcion..

- Pero que dices si tu también estas aquí afuera, frente aún extraño y peor porque estabas sola con él - dijo una chica de espesas y perfectas cejas castañas con un rostro muy coqueto aún llevando la cofia reglamentaria del convento mirándo a Raysa desafiante con una ceja alzada.

Raysa no se dejó amedrentar, nunca había sido de las que se dejaba doblegar y esta no iba a ser la primera vez y menos frente al chico del pueblo.

- Para su información Sor Valeska ,yo hace rato terminé con mis deberes y justo en este momento me disponía a tomar un respiro y leer un poco la Biblia - mintió descaradamente señalando el libro mencionado que siempre llevaba consigo. Pues cuando vio el automóvil acercarse se apresuró a esconder el que había tomado de la biblioteca en un bolsillo de su hábito azul oscuro. - déjeme decirle que no estaba sola con un desconocido , este chico es mi primo y ha venido a traerme noticias de mi tía que está muy enferma ,ahora sino les molesta les pido por favor me concedan unos minutos para hablar con él - Ante ese argumento la chica llamada Valeska se giró sobre sus pasos con las demás siguiéndola hacia el interior del convento. Raysa sonrió con satisfacción al ver que se habían ido pero un sonido la hizo volver su vista al frente notando que el chico se estaba mordiendo los labios tratando de contener la sonrisa mirándola. Enseguida sintió sus mejillas arder y bajo la mirada.

- No sabía que éramos primos, de haber sabido que tenía una prima tan hermosa hubiera visitado a mi tía con más frecuencia y no tendría como 3 años sin ir a visitarla - continuo sonriendo pero de repende su sonrisa paró de golpe. Eso había sonado como un piropo y al ver el rostro de la chica recordó que estaba hablando con una novicia , una mujer que dedicaría su vida a servir a Dios. Y sin saber porque ese pensamiento le provocó una rara sensación en el pecho que no sabría definir hasta mucho tiempo después...

- Ohh perdone hermana, disculpe mi falta de respeto no volv.. - las palabras de Raysa cortaron el naciente discurso de disculpas haciéndole carraspear su garganta algo avergonzado por su comportamiento. ¿ Se habrá ofendido? Pensó y desvío la mirada. Que idiota soy..

- Disculpelas , no es común recibir visitas incluso de nuestras familias a las que sólo podemos ver cada 3 meses y menos a un hombre ya que está prohibido tengan acceso al lugar- le dijo en un tono que sonó más cortante del que pretendió pero al fin y al cabo había dicho la verdad. Tampoco le había mentido.. No podia entender porqué se habia puesto tan nerviosa de repente , Por Dios ni que fuera una Virgen frente al primer chico que le gusta pensó dándose Palmface mentales.

- Lo siento hermana ,no lo sabía sólo vine a traerles estas hortalizas y víveres que mi madre les envió , dijo que se enteró que por el percance con la chica no habían podido terminar sus compras e incluso muchas bolsas de provisiones se les habían quedado frente al puesto de flores del mercado. De nuevo me disculpo. Sólo dejaré estas bolsas y sacos donde me indique y me iré - el chico se notaba realmente avergonzado y no hallaba la forma de disimular en lo incómodo del momento.. Raysa se había quedado muy callada y eso tampoco ayudaba mucho a relajar la tensión del ambiente..

- Dietrich... , ese es tu nombre verdad ? - La razón por la que se había quedado tan callada era porque estaba tratando de recordar cómo le había dicho que se llamaba esa tarde en que se conocieron en el pueblo frente a la tienda de muebles bonitos que a ella tanto le gustaba mirar.

La mirada del chico tomo un brillo instantáneo al oirla pronunciar su nombre , lo habia recordado. No sabia porque pero ese simple detalle hizo que una nueva emoción estallara en su pecho..


Castígueme padre ! ( +18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora