Castígueme padre ! ( +18)

XXXII✔

Leonard : 

Estoy un bastante aburrido de estar aquí ya. Tantos días en esta cama me están volviendo loco. Incluso... hasta llegué a soñar con que esa pobre chica me hacía un oral. Porqué diablos soñaria yo algo así? Y menos con ella que aunque es bonita no tiene ese brío en la mirada que tiene la chiquilla esa la tal Marie  .. o cualquiera de las mayores .. quién iba a pensar que dentro de ese feo hábito oscuro y de esa apariencia de mojigatas hubieran semejantes diosas reprimidas. . Nunca pensé que cruzarme a ese tipo me traería tanta suerte . 

Al menos estoy mejor y eso es también gracias a los cuidados de esta niña , aunque a la superiora no le hizo mucha gracia cuando le dije que Raysa me cuidaba muy bien y que ella no podía quedarse porque en el convento la necesitaban. La verdad es que ella también me sofoca un poco , me han dicho que soy bueno en la cama pero de ahi a llegar a obsesionarse conmigo .. eso no me había pasado . Esa mujer tiene fuego entre las piernas y definitivamente si se hubiera quedado a cuidarme me la hubiera cogido aún estando herido.. total mi polla gracias a quien sea que este allá arriba sigue estando y funcionando de maravillas. . Demasiado diría yo.. no me hace gracia como palpita cuando esa chica está cerca y eso sucede desde que tuve ese maldito sueño tan caliente . Y es que de pensar en como se veía su cara mientras me la chupada con ganas y esos ojos llenos de lujuria creo que me volvería a correr.. 

- Tranquilizate Rens... Leonard - me reprendo en voz alta y casi meto la pata hasta el fondo como decía la mujer que me cuido con tantos años en mi niñez una Dominicana amorosa y muy cálida que me cuidaba como una madre. 

- Padre? Me ha dicho algo? - y ahí estaba de nuevo.. yo pareciendo loco hablando sólo y ella con esos labios que hasta hace unos días no había notado que  eran tan rosados y perfectos.. su boca parecía delineada por un artista plástico. ¿ Pero qué demonios estoy pensando? .

- No , sólo pensaba en voz alta . Disculpa es que tantos días encerrado me frustran un poco - a las que he llegado a estas alturas de mi vida .. debe ser efecto de los medicamentos . 

- No se disculpe padre , si necesita algo sólo pidamelo , no hay ningún problema. 
 

La chica sonrió y regresó la vista al libro que tenía en sus manos y que para gran sorpresa de el hombre frente a ella .. no era más y nada menos que " El Decameron" . Y contra todo lo que el esperaba .. Esa chica acababa de sorprenderlo .

Raysa: 

No sé si es cosa mia pero últimamente siento que el padre me mira de una forma rara... estuve asustada de su reacción luego de esa vez pero para mi sorpresa nunca dijo nada ni tocó el tema de ninguna forma . Sin embargo a veces siento que me mira fijamente y cuando le miro o levanto la mirada el desvía la suya o mira para otra parte . A veces hasta juro que le escucho hablar solo... será que se golpeó la cabeza? .. por alguna razón ese pensamiento inicialmente me hizo sonreír pero luego caí en que es algo serio y para tomar a la ligera. 

Hace días que la condición médica del padre a mejorado bastante y ha puede valerse en la medida de lo posible por si mismo sólo precisa mi ayuda para ponerse el pantalón pijama que ya le permiten usar debajo de la bata y solo debo ayudarle a terminar de subirlo. A veces y por raro que parezca siento que se tensa un poco cuando me acerco a él. Pero enseguida lo descarto. Pues su trato siempre a sido el mismo . De hecho me sorprendió que se haya acostumbrado a llamarme por mi nombre cuando según yo el ni lo recordaba. Ya que en el convento no era de las que rebolotearan mucho cerca de la capilla o de él.. 

...

Estaba concentrada leyendo el libro que tome sin permiso de la biblioteca privada de la superiora cuando dos toques en la puerta de la habitación me hicieron guardarlo en el bolsillo de mi hábito rápidamente para ir a abrir encontrándome con la cara sería de la superiora acompañada de Sor Marie, Sor Solyana, Sor Ilonka y Sor Lucile las cuales sonrieron al verme . Se acercaron muy efusivas a saludarme y luego algo más comedidas se acercaron al padre Leonard para saludarles y preguntarle como se sentía. Justo iba a cerrar la puerta cuando una gran mano me detuvo y me sorprendí al ver frente a mí a un Dietrich casi sin aliento . Al parecer había corrido un maratón..