Alguien.

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Nunca pensé que iba a estar cansada de hacer nada, pero sin embargo hoy es uno de esos días. Que miro la pared, y busco si esta tiene algo nuevo para ofrecerme. La doctora Rogers, entra a la habitación acompañada de mi madre. Con una sonrisa, de oreja a oreja.

—Ya entendemos porque pudiste salir adelante, Maya. Hubo alguien, un chico. Lo vieron salvarte del candelabro. 

𝐄l chico de las estrellas en el rostroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora