2. "Oscuridad iluminada".

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—Hace frío, pero es cálido— levanta su mano como si quisiera tocar el cielo— Parece lluvia... pero creo que es nieve, hm.

Contempla el lugar, viendo a ambos lados. Era de noche.

—Dónde... dónde estoy?.

Caminando, ve una figura sentada a pocos metros de allí, era, ¿una mujer?. Su cabello era corto, marrón y su cuerpo, se veía delgado.

Se acercó, sentándose junto a ella, parecía que estaba viendo algo o... a alguien.

—Así que, tú también estás aquí — habló con mucha dulzura, mientras le dirigía una sonrisa, no veía ni una sola gota de maldad en ese ser.

—Sí, pero... — nuevamente, miró aquel telón oscuro sobre él—Qué lugar es este?, hm.

—Es, donde pertenecen todas las estrellas, donde sale y se oculta el sol, el gigante celeste —extiende los brazos —Claro que, ahora es de noche.

—Entiendo. —hombre de pocas palabras con desconocidos, pero era su única compañía, ¿acaso era casualidad?.

Finalmente notó que no tenía puesta su banda de Iwagakure, ni aquella capa de Akatsuki. Tal y como él había desertado de la aldea, tal como hace tres años atrás.

—No deberías estar aquí, cierto? — ella volvió su vista a aquella imagen.

—Realmente no, pero tampoco lo entiendo, hm. —dejo de ver su entorno y fijó su mirada en la imagen también, viendo a un, ¿hombre?, ¿quién era ese?.

Su voz era distinta de aquella vez, aún así, pudo identificarla, pero, era imposible, él debió haber desaparecido después de eso, ¿verdad?.

—Hice la promesa de que siempre estaría viéndolo — ¿ella lo conocía? seguramente sí, tiene una sonrisa en su rostro —pero, cambió mucho a la última vez que lo vi. — oh no, su sonrisa se fue.

No lo entendía, ¿por qué?, ¿Por qué estaba en un lugar tan inmensamente grande y oscuro con esta chica?, y a pesar de la oscuridad, parecía que ellos dos ¡brillaban!.

—Al verlo a él, también pude verte a tí. — ¿qué?, ¿sabía de él también?, es decir, que vió, ¿cómo formaron su relación?, no, era imposible. Simplemente, imposible.

Ella volvió a girar su vista para ver al rubio, parecía feliz, muy feliz de hecho.

—Ambos estamos aquí porque él nos piensa al mismo tiempo. —volvió a sonreír, era completamente imposible, pero aún así, estaba pasando y era real, muy real.

—Yo, creo que no sé de qué hablas, hm —rascó su nuca nervioso, volviendo a ver a aquel sujeto en la imagen.

—Será una historia larga, pero también la conoces, he visto como formaste parte de ella — agarró el brazo del artista con fuerza, parecía que iba a hablar por un largo rato, pero, ya nada importaba porque no había nada más que hacer.

Solamente se acomodó mejor, para empezar a escuchar a aquella chica dulce.

—Todo comenzó en la academia... — y ahí comenzó.

La charla era larga y ninguno tenía prisa.

Flores Amarillas | TobiDei | Donde viven las historias. Descúbrelo ahora