4--Desafío 3- ¡Enfrentar otro mundo!

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Recién rompía la mañana del tercer día.

Shen QingQiu estaba acuclillado, incómodamente acuclillado (había cosas que nunca se adaptaría a hacer con las ropas luego de transmigrar), mirando a Luo BinGhe dormir desde detrás su abanico pincelado de bambúes.

El resto del día anterior, ese niño se lo había pasado sentado sobre sus rodillas, con sus manos sobre estas, en una esquina de la posada. Se veía totalmente diferente con su nueva expresión de cachorro mojado. Shen QingQiu llevaba tiempo sin verle esa cara, realmente le parecía como si tuviera catorce años de nuevo.

La nueva actitud de Luo BinGhe era igual de sumisa y lamentable también. En todo el resto del día anterior no había hablado una sola palabra además de las que se veía obligado a sacar cuando Shen QingQiu le preguntaba algo. Cuando los demás le hablaban, él aun miraba a Shen QingQiu como pidiendo permiso para abrir la boca, probablemente con la idea de que si hablaba sin permiso sería apalizado sin razón.

En la noche tampoco había querido cenar. En realidad, nadie había cenado ni comido nada luego de casi morir en el desayuno, estaban todos muy alertas menos WeiYing y XieLian que no sabían que pasaba y eran los únicos que soportaban tragarse ese veneno que habían hecho sin morir o algo peor. Cómo podían tragar yerbas espirituales, así como si nada, era un misterio.

Pero, volviendo al problema, la postura de Luo BinGhe de no salir de su esquina a no ser que Shen QingQiu lo llamara era inquietante.

¡Pero lo peor fue a la hora de dormir!

A la hora de ir a la cama BinGhe no chilló para dormir con Shizun, al contrario, ni siquiera quiso dormir en la misma posada que él. Simplemente había dicho que le deseaba buenas noches a Shizun y que se iba a su cuarto.

Con curiosidad, todos lo siguieron con la vista a ver a que cuarto se refería, cuando BinGhe salió por la puerta, todos salieron también incluso con mas curiosidad, sin que el los notara. Lo vieron mirar a un lado y otro en el patio como quien busca algo, y cuando sus ojos encontraron la casita de útiles polvorienta y destartalada que había detrás de la posada, el simplemente se quedó a dormir ahí sobre una pila de paja que encontró.

''¿Eres su Shizun, cierto? ¿Dónde lo hacías dormir? ¿Era algún tipo de entrenamiento?'' había preguntado HuaCheng a Shen QingQiu en tono bajo y con una mano cubriendo su boca.

''Es una larga historia...en todo caso, no era yo...'' respondió Shen QingQiu sin saber qué hacer con BinGhe. Quién había mandado a Luo BinGhe a dormir en los establos durante su niñez no había sido Shen Yuan, pero en los ojos de Luo BinGhe este Shizun que tenía ante él, era su Shizun despiadado de cuando tenía trece años... ¿Qué hacer?

''¿Lo vas a dejar dormir ahí?'' se lamentó XieLian.

''Le dije que durmiera conmigo incluso y se espantó. ¡No puedo amarrarlo a la cama!'' se exasperó Shen QingQiu. Al Luo BinGhe normal esa idea lo haría saltar de alegría, pero obviamente a los trece años aún no era el desvergonzado que era ahora.

Luego de eso, Shizun solo había podido llevarle una manta a Luo BinGhe y dejarla caer sobre él. Luo BinGhe estaba dormido como una piedra para entonces y ni lo notó. ¿Cómo podía adaptarse a dormir en la paja al punto de estar tan cómodo ahí?

Al final, Shen QingQiu fue el que no durmió nada en la noche. Pasó las horas con la vista fija en la ventana, que casualmente daba a la casita de útiles del patio, vigilando que Luo BinGhe estuviera bien, o que no se despertara a llorar a media noche. Después de todo, ahora tenía trece años y ya era llorón por naturaleza...

Pero en su lugar, el chico había dormido toda la noche, incluso cuando el Sol comenzó a iluminar el cielo, el aún estaba durmiendo.

Shen QingQiu recordó de pronto y sin razón que ayer le había tirado así no más una jarra de agua encima a BinGhe. Pensaba en hacerlo reaccionar, pero pensándolo ahora eso probablemente solo ayudó a empeorar la imagen que Luo BinGhe debería tener de el ahora. La imagen de Shen Jiu.

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