No sabía en dónde estaba en ese momento exacto, no podía hablar ni moverme, estaba atada y amordazada. La furgoneta cogió un bache y me hizo saltar de mi sitio golpeándome la cabeza con una de las ventanillas. Alguien a mi lado me quitó la venda de los ojos y pude ver que me encontraba en la misma furgoneta negra de las persecuciones. El hombre que me había quitado la venda estaba sentado en medio de los 3 asientos traseros, yo estaba en la parte de derecha y a la izquierda pude ver a mi hermana inconsciente.
—¡Anna! Despierta tenemos que irnos ahor...— intenté hablar con ella, pero el hombre sentado a mi lado me soltó un puñetazo en la cara. Le miré con incredulidad y dolorida por el golpe, no me podía creer todo lo que estaba pasando.
—Si vuelves a hablar, te corto la lengua— Me dijo el hombre con toda la serenidad del mundo. Quería hablar y preguntarle donde nos estaban llevando. Quería asegurarme de que Anna estaba bien, aún no se había tomado sus pastillas y eso era muy peligroso para ella, si no se las tomaba pronto podría morir.
Miré a mi alrededor los hombres de delante estaban callados e inmersos en sus pensamientos, en cambio el que estaba sentado a mi lado estaba jugando con un cuchillo en sus manos. Este último estaba serio y con mirada perdida.
Fuera solo se veían los árboles del bosque que nos rodeaba y el asfalto de la carretera, no se veían casas, ni coches ni ningún signo de vida humana en quilómetros a la redonda. Fuera llovía con bastante fuerza, se oían las gotas impactar contra el cristal de las ventanillas con fuerza creando un ambiente incómodo y lleno de tensión.
Por el rabillo del ojo pude ver como Anna se revolvía en su sitio, el hombre que nos separaba también le quitó la venda a mi hermana, pero ella seguía inconsciente.
De repente un ruido fuerte y estruendoso sonó en el cielo, un rayo había impactado a pocos metros de nosotros haciendo que el conductor tuviera que frenar en medio de la carretera. A simple vista no se veía a nadie fuera, pero sentía que fuera había alguien esperándonos. Por la reacción de mis secuestradores adiviné que no era la única que había pensado en eso, ya que los hombres que nos habían secuestrado a Anna y a mí, compartieron una mirada de un sentimiento que no pude distinguir.
—Vamos a comprobar el perímetro y a asegurarnos de que no nos siguen. Tú quédate en el coche con ellas— Le ordenó el conductor al hombre a mi izquierda. Este asintió y tiró el cuchillo que tenía al suelo, para coger una pistola de su cinturón.
El piloto y el copiloto salieron del coche en guardia y con sus armas apuntado hacia el frente se adentraron en el bosque, fuera seguía lloviendo con fuerza y constancia, no se veía con claridad lo que estaba pasando fuera, pero me pareció ver a alguien más en el bosque, no era una persona, eran varias. Cuando parecía que todo estaba volviendo a la calma, sonaron una serie de disparos en el interior del paisaje boscoso que hicieron que el hombre que todavía estaba con nosotras se distrajera en el exterior. Vi como el conductor de la furgoneta intentaba salir del bosque, pero algo lo agarró y lo arrastró de nuevo hacia su interior, seguidos de gritos y más disparos. El secuestrador a mi lado, se había tensado y ahora toda su atención estaba centrada en el exterior de la furgoneta, se escuchaban los crujidos de las ramas, el silbido del viento colándose por la ventanilla entreabierta y el sonido de un búho que se había despertado antes de tiempo probablemente por culpa de los disparos.
Miré al hombre que ahora movía su cabeza en todas las direcciones intentando ver a través de los árboles. Vi el cuchillo en el suelo, lo cogí disimuladamente con el pie y me lo pasé a las manos, corté las cuerdas que me retenían y esperé a que el señor mirara en la otra dirección. En cuanto hizo esto cogí el cuchillo y se lo clavé en la pierna, el hombre gritó de dolor y me pegó una bofetada.
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La elegida de fuego
FantasyEve como cualquier adolescente hace todo lo propio de una adolescente; va al instituto, discute con su familia, queda con sus amigas... El problema viene cuando esa adolescente "normal" tiene póderes y tiene que aprender a controlarlos para poder sa...