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No pasaron ni un par de minutos y su mente se encontraba completamente conflictuada, después de todo, no podía negar lo importante que era el italiano para él y las frías palabras de sus hijos se repetían una y otra vez en su cabeza, agudizando aquel pulsante dolor en su corazón; porque después de todo, era bastante débil y vulnerable cuando se trataba del amante de la pasta, su mejor amigo y cómplice, por qué él era tan del italiano, como el italiano eran tan de él, algo que nadie sabía, porque era su mayor secreto (o eso seguía creyendo él).

Te prometo que pase lo que pase, jamás te dejaré, aún si llegamos a pelear, y este sentimiento que tenemos entre nosotros es robado, siempre estaré ahí para tí, aún si tú corazón le pertenece a alguien más

      Una promesa que nació como un bobo consuelo infantil, que terminó siendo su único motivo para continuar en incontables ocasiones, aunque claro, España jamás lo aceptaría en voz alta, porque no era necesario, solo Italia debía saberlo, solo él y nadie más. Aún si aquello traía más malentendidos de los que alguna vez pensó, como cuando Francia a manera de “broma„ les dijo a todos que la forma más fácil de conquistarlo era llevarse bien con el amante de la pasta (si es que querías una relación medianamente larga), algo que no fue sorpresa para nadie. Incluso recordaba cuando poco después de esa “revelación„ comenzaran los rumores sobre Italia y su persona, los cuales expresaban que tenían algún tipo de conexión, que los unía más y más, no importaba cuántas personas pasarán por sus vidas, ellos dos siempre se escogerían, quizás por eso, sus hijos creían fielmente que terminarían juntos, y aún cuando la idea era sorpresiva, no le habría disgustado, después de todo, Italia lo había conocido en sus mejores y peores momentos, lo había consolado cuando creía que todo tendría un fin e incluso, había tomado entre sus manos su corazón incontables veces para repararlo, en vista que, él era un enamoradizo de primera.

      Quizás por ello, jamás podría negar lo fundamental que era el italiano en su vida, sin él no sería ni la mitad de lo perfecta que es actualmente, claro que ahora Rumanía jugaba un papel fundamental, pero ¿Era tan indispensable su presencia en su vida como la del italiano? 

— Viata mea– escucho al salir por fin de sus pensamientos, sintiendo una delicada caricia en su pómulo izquierdo– no quiero que sigas con esta preocupación, aún hay tiempo para que logremos una armonía– hablo ella con aquella dulzura que lo derretía, pero ahora solo sonaba tan distorsionada por la gran mentira en la que vivía, porque su preocupación no eran sus hijos, no, claro que no, era por Italia, su preciado Cannoli, porque por lo dicho por México, él salía lastimado, y eso no podía permitirlo, pero era algo que no sabría cómo explicarlo, por lo que optó por lo más fácil, mentir sobre sus verdaderos pensamientos. 

— Lo sé, pero no quiero que te lastimen, eres un ser encantador, que aún con todas sus groserías lo sigue intentando– hablo casi por inercia, mirando su plato, el cual estaba casi intacto, aún cuando era su comida favorita.

— Y lo seguiré intentando– pronunció con cariño, dándole un beso en la frente– después de todo, no me gustaría ponerte en un dilema– trato de calmarlo con sus inocentes palabras, pero sólo empeoró el dolor de su corazón– ¿Spania?– preguntó con preocupación al verlo llorar, parecía tan roto, que lo rodeó entre sus brazos con delicadeza– Cariño, por favor, no llores, todo mejorará– trato de consolarlo, acariciando con suavidad su cabello, escuchando los pequeños hipeos de su ahora, prometido, escuchando algo que no logro entender por qué salió de sus labios casi como instinto, aunque prefirió no preguntar, en ocasiones la ignorancia era un mejor aliado. 

       Así pasaron tres horas, dónde prefirieron ir a caminar un rato por la ciudad, hablando de otras cosas, de mejores momentos juntos o eso hasta que ella decidió hablar, sabía lo importante que era la respuesta, por lo que detuvo su caminar, tomando fuertemente la mano de su amado.

Pétalos de esperanza ❀ [Italia & España] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora