Sasaeng [VHope]

4. Tú y yo

Advertencias: violencia, contenido sexual.

Una cachetada resonó por la habitación y lo siguiente que sucedió, fue un TaeHyung en el suelo, con el dolor palpitante en ella.

— ¿Tú estás imbécil verdad? — la voz de la mujer retumbó por la habitación debido a la molestia que mostraba en ella —, ¿Sabés lo complicado que lo haces? ¡¿ACASO TÚ TIENES IDEA DE LO QUÉ HAZ HECHO!?

Pronto sintió una mano cerrarse al rededor de su cuello y un golpe cayó justo en su rostro. Para ser una mujer, tenía una fuera increíblemente bruta, su voz se volvía más grave, la rabia pintada en su rostro y la fuerza se aplicaba más al punto de que la respiración le comenzaba a faltar.

— ¡HaNeul unnie, basta, basta, lo vas a matar!

La voz preocupada de su compañera retumbó por su cabeza y la fuerza se fue desvaneciendo para sólo quedar una roja marca en su cuello. Se reincorporó, tosiendo un poco, tratando de recuperar el aire que había perdido a bocanadas. La mujer aún le veía con molestia, una mueca formándose en sus finos labios y sus ojos oscureciéndose en señal de advertencia.

Aún así no le importó, porque volvió a sonreír como lo había hecho al entrar después de hablar con HoSeok, e incluso verle a través de la puerta que con dificultad logro abrir. La mujer al saber de su cometido, le había golpeado y ahora mismo estaban en un tenso silencio que era roto por las respiraciones pesadas que la chica tenía.

— ¿Tomaste tus pastillas HaNeul? — soltó una carcajada, poniéndose de pie, importándole poco que hace unos minutos la chica casi lo matara —, ¡Te estás poniendo muy salvaje! Pareces chihuahua enojado~

La rubia casi se le vuelve a lanzar de no ser por Suran, que le sostenía de la cintura con toda la fuerza que tenía.

TaeHyung sabía que la muchacha tenía ataques de ira que solo podían controlarse con pastillas y calmantes. Lo que había hecho era muy estúpido, claro que lo sabía y la chica tenía buenas razones para casi matarlo, pero no podía contenerse, no cuando estaba tan cerca del hotel del ídolo y sabia como burlar la seguridad. Claramente entrar nunca estuvo en los planes por lo mismo de causar sospechas o predecir que los sasaengs estarían listos para hacer su jugada el día del concierto, por ello ninguno acordó entrar al hotel, pero claro, a TaeHyung no le importo.

— Escúchame bien pedazo de gonorrea — la mayor le estampo contra la pared —, vuelves a intentar algo que nos ponga en peligro y te sacamos del plan, ¿Entendiste?

Soltó una risa, escupiéndole en el rostro y antes de que sucediera algo mas, TaeHyung fue sacado de la habitación por la de cabellos color menta mientras YangMi trataba de tranquilizar a HaNeul.

— TaeHyung, debes controlar tu boca — se quejó la chica cuando estuvieron en los pasillos —. Sabes muy bien como es HaNeul cuando esta molesta.

— No me da miedo — respondió, limpiando la sangre que anteriormente le provoco el golpe de HaNeul —. Tengo que salir, las espero donde acordamos, ¿Vale?

Antes de que la chica pudiera protestar, ya había salido del hotel en donde se hospedarían aquella noche. No iba a dormir en aquel lugar barato, eso era claro, no con esas chicas a las que falsamente llamaba amigas pero realmente no toleraba. Comenzó a caminar por las calles vacías hasta dar con el lugar que hace unas pocas horas había estado y una idea cruzo por su mente.

HoSeok.

Antes de pensar otra cosa, sus pies ya se dirigían hacia el hotel. Burlo la seguridad de una manera rápida y sencilla hasta dar con la habitación del idol. Y ahí estaba, tan precioso como siempre, la luz de luna golpeando su rostro pero él se mantenía en un profundo sueño.

Tan lindo, tan suave, tan vulnerable.

Sus manos picaban por tocar su brillante y suave piel, su nariz ansiosa de oler el fino y dulce aroma que desprendía y su piel deseosa de sentir su cuerpo contra el suyo haciendo uno propio.

Al carajo si arruinaba un plan, al demonio si no lograba lo queria, a la mierda si terminaba en un maldito manicomio. Él solo quería a HoSeok.

Sus pies se movieron ágilmente hasta llegar a hasta la cama del ídolo, sus manos pasándose por las sábanas donde su aroma estaba impregnado, haciendo un recorrido hasta llegar a la almohada, donde la arrebató de la cama para llevarla a su nariz y olfatrarla profundamente. Él dulce aroma hizo que su mente se nublara al igual que todos sus sentidos y su mente solo repetía la palabra HoSeok. Su excitación estaba a flor se piel por tan solo tener algo que había estado con HoSeok, algo que tenía su aroma.

Su vista busco por todo el cuarto, intentando encontrar algo que le perteneciera a él. Se movió por todo el cuarto hasta dar con una prenda de ropa interior cuidadosamente doblada dentro de en un cesto. Estaba junto con unas cuantas más pero no le importo. Sostuvo aquel tesoro en sus manos y no se resistió a llevarlo a su nariz. Su vientre cosquilleaba y su entrepierna se sentía cada vez más dura que el aroma se filtraba en sus fosas nasales.

Su mano se movió torpemente hasta llegar a la bragueta de su pantalón y sus dedos bajaron con desesperación el cierre hasta quitarse las molestas prendas que estorbaban. Su erección golpeó contra su vientre, dura y goteante, rogando por un poco de atención y aunque quisiera que fuera del ídolo, tenía que conformarse con su mano. Se sentó al borde de la cama, sin dejar de sostener la prenda interior. Observo con detenimiento el rostro durmiente y vulnerable de HoSeok, y sus dedos comenzaron a dar suaves caricias a su miembro mientras imaginaba un gran escenario donde ambos eran protagonistas.

La mano de su ídolo se mueve expertamente sobre su polla mientras le besa el cuello y le dice dulces palabras que le hace derretir. Le promete que se volverán uno solo y en ese momento, son solo ellos dos. La cama es su escenario, y las paredes son expectantes de su acto de amor. Su piel se eriza y siente tan cerca el orgasmo, cualquier roce es tan sensible que puede venirse en cuestión de segundos.

Y así lo hace.

Termino sobre su vientre, manchando su camisa y parte de su mano. Observo la prenda en su mano y decide que es una buena opción conservarla. Limpió todo y cuando estuvo apunto de salir, observo el rostro durmiente de su amado y no puede contenerse más.

Se acerco y junto sus labios con los de el. Puede jurar que es la sensación más adictiva que a provado en toda su miserable existencia. Sus dulces belfos contra los suyos encajan a la perfección y desearía nunca separarse de ellos, pero muy pronto los tendrá para el. Antes de salir, dedico un último beso en la mejilla del ídol y susurra para ambos..

"Pronto seremos solo tú y yo"

Hola bebés, feliz año nuevo atrasado y navidad igual uu. Este es como un regalo atrasado, pq creí subir un One-shot pero no lo hice y PS, aquí tienen otro capítulo.

Espero que más tarde o mañana actualice "alfas". Dicho esto, me voy.

- Melhoppie.