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Inspiró profundamente para calmarse y darse la determinación que necesitaba. Luego del acontecimiento con Tsukishima faltó unos días a clases. Se quedó en su casa ya que no se sentía bien, le contó a su madre toda la historia ya que no quería mentirle más. Su madre se sorprendió un poco, no esperaba que a su hijo le gustaran los chicos y menos que hubiera estado saliendo con su amigo de toda la vida.

Aun así, le aceptó. Entendía que esta era una sociedad nueva y que había cosas que no entendía del todo, pero que estaban bien. Abrazó a su hijo todo lo que necesitaba y le consoló con todo su amor, besó su frente cada día antes de irse al trabajo y le recordaba todos los días que todo iba a estar bien, incluso la hermanita de Yamaguchi, a pesar no entendía del todo lo de los novios y rupturas, se encargó de jugar más con su hermano que de costumbre para que no estuviera triste.

Por su puesto por su casa se paseó Terushima, pasaban un poco de tiempo juntos en la habitación del pecoso jugando a la consola mientras que Hayashi en el piso jugaba con sus muñecas y autos. Yachi también fue a su casa a regalarle helado de chocolate para las penas, helado que se comieron a cucharadas bajo las risas de Terushima, que también estuvo ahí este día.

Yamaguchi estaba sintiéndose bien, la gente a su alrededor le apoyó y no le dejaron solo, aunque siempre pensó que afrontaría cosas así estando solo, pero vió que no fue así.

Ahora estaba mirándose al espejo, su cabello estaba algo largo y en vez de cortarlo quiso teñirlo como la chica que vio una vez junto a Terushima en uno de sus encuentros.

-Kiyoko-san, ¿esto de verdad saldrá bien? -Yachi preguntaba fuera del baño, Terushima detrás. No sabía como teñirse el pelo, y para hacerlo más significativo quiso hacerlo en su casa llamando a una experta, Shimizu. Bueno, realmente la llamó Yachi pero igual cuenta.

-Claro que sí, saldrá bien -Dijo la linda pelinegra siendo tan seria como siempre, ahora tomando en un moñito el cabello que no pintaría, ya que sólo serían las partes de atrás.

-Te verás bien, estoy seguro de eso -Aseguró Terushima mirando a Yams por el espejo, se sonrieron y Yachi casi grita de la emoción al notarlo. Le alegraba que su amigo ahora tuviera a alguien tan bueno como Yūji a su lado, no sabían exactamente que relación tenían, pero parecían entenderse muy bien.

-Bueno, bueno. Empieza la magia -Dijo Kiyoko y comenzó a aplicar la tintura. Yamaguchi ahora estaba emocionado, nunca se preocupó mucho por su apariencia, lo único que se cuestionaba siempre era si sus pecas eran bonitas o no, sin embargo ahora estaba seguro de que ese estilo le quedaría, o bueno eso esperaba.

Luego de mucho rato, entre aplicación y esperar el tiempo que debían viendo peliculas, el resultado se dió. Se lavó el pelo y aplicó una crema (cortesía de Shimizu), quedando ahora espectacular. Terushima se sentía en el cielo.

-¿Eres un ángel? -Se cuestionó viendolo salir por la puerta del baño, detrás unas orgullosas Yachi y Kiyoko, chocaron puños.

-Qué dices, exageras -Rió Yamaguchi y se miró al espejo. Wow, realmente fue una gran idea. Salió de la habitación corriendo piso abajo donde su madre estaba mirando televisión junto a Hayashi.

-¡Mamá! ¡Me teñí el cabello, mira! -Dijo emocionado y su madre rió, estaba sorprendida pero no podía negar que su hijo se veía bien.

-Así que eso estaban haciendo arriba -Se levantó y fue a tocar un poco el cabello de su niño- Luces bien, hijo. ¿Te gusta como te queda?

-Sí -Sonrió.

-A mi también, me encanta -Exclamó Terushima escalera arriba, madre e hijo peliverdes rieron.

-Todo es gracias a Shimizu-sempai y a Yachi-san

-Me alegro, realmente te ves bien, hijo. Es un gran estilo -Le besó la frente- Sube, yo les iré a dejar algo de té y galletas, ¿está bien? -Yamaguchi asintió, agradeció y subió. Ya era algo tarde así que con los chicos comenzaron a limpiar todo el desastre que armaron. Cuando la madre de Yams les llevó lo que dijo, se quedaron hablando un rato simplemente para matar el tiempo. Se enteraron que Shimizu sabía hacer estas porque su madre era peluquera, así que aprendió mirando a su madre.

Fue un gran día, las chicas se fueron luego de un rato y ahora estaba despidiéndose de Teru fuera de su casa. Sin darse cuenta, estaban abrazados muy melosamente, Terushima abrazaba su cintura y Yams su cuello. No se dieron cuenta cuando se acercaron tanto. Ya no era un secreto que tenían sentimientos el uno por el otro, quizá era algo pronto, pero ya no podían disimularlo más. Se estaban sonriendo dulcemente, sólo mirándose. No habían nunca hablado al respecto, pero no necesitaban palabras.

-Te ves tan lindo con tu nuevo estilo -Susurró.

-¿De verdad lo crees? -Susurró también.

-Sí... -Se escondió ahora en el cuello del peliverde- Te tengo un regalo -Dijo ahora apartándose un poco para buscarlo en sus bolsillos. Sacó varias bolsitas pequeñas que tenían unos distintos piercings dentro. Eran del tipo que podías usar sin perforarte, sólo te los ponías- Sé que me dijiste que querías usar piercings pero que te da miedo el dolor, así que puedes usar esto, se quedan en un oreja sin necesidad de perforarte y puedes quitártelos -Yamaguchi sonrió tomando los diferentes sobrecitos.

-Muchas gracias, Teru-san -Sonrió- Me encantan, de verdad -Le dió un abrazo de nuevo luego de haber guardado todo en sus bolsillos. Obviamente fue correspondido, pero no pasaron de eso, aún no.

-No es nada, Pequitas -Se limitó a besar su mejilla y se apartó suavemente del abrazo- Debo irme -Tenia que, no pero no quería.

-¿Te veo mañana? Iré a clases -Teru asintió.

-Te iré a buscar luego de la jornada, nos vemos, bonito -Aseguró y se fue caminando hacia su casa con una sonrisa tonta, oh sí, estaba tan enamorado. La situación no era tan diferente para Yamaguchi, quien entró casi flotando a su casa haciendo reír a su madre.

Al día siguiente se levantó temprano y con ánimo. Iba a afrotar las cosas e iría a clases, incluso si tuviera que verlo a él. No saldría del equipo de voleibol, le gustaba mucho como para irse y el era más fuerte que eso. Vistió su uniforme, se sintió lindo, se veía bien usando la camisa. Alistó su bolso y bajó a desayunar, su cabello ahora con su nuevo estilo estaba con una pequeña coleta en la parte de atrás, realmente lucía bien. Comió junto a su madre y a su hermana, se despidió con un besito en la frente.

Salió de su casa con una leve sonrisa, sí, todo iría bien ahora.

——

Este es algo corto porque subiré el siguiente de inmediato, es una pequeña maratón.♡

Foto aquí abajo del estilo del cabello de Yamaguchi ahora, el Yams punk que todos amamos. uwu

 uwu

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"It was divine". [𝒕𝒔𝒖𝒌𝒊𝒚𝒂𝒎𝒂/𝒕𝒆𝒓𝒖𝒚𝒂𝒎𝒂]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora