"It was divine". [𝒕𝒔𝒖𝒌𝒊𝒚𝒂𝒎𝒂/𝒕𝒆𝒓𝒖𝒚𝒂𝒎𝒂]

09|

Entró a la escuela luego de haber respirado profundamente. Estaba algo nervioso, no podía negar eso. Lloró bastante estos días que no fue a clase, conversó y pensó bien en sus sentimientos y podía decir que ya no dolía. No tanto como en el primer instante, porque todo fue tan rápido y brusco que lo azotó con la realidad, que Tsukishima no era bueno para él.

Tsukishima y el peliverde se conocen de niños, entonces decir que fue fácil apartarse sería una mentira. Le amó, sí. Pero no dolía tanto el saber que se alejó de alguien que definitivamente no le estaba haciendo bien y que ahora tenía a alguien que le valoraba y quería sinceramente, Terushima.

No mentiría si dijiera que le gustaba Terushima. Y luego de ya varios días desde esa ruptura y de su nuevo estilo, se sentía alguien nuevo. Alguien más seguro, y quería decirle a Yūji sus sentimientos.

Sin dudar más caminó por los pasillos hasta su salón, recibiendo miradas ya que claramente casi nadie reconoció en primer instante a Yamaguchi, además de que realmente lucía bien con su cabello así. El sólo bajó la mirada, algo sonrojado por la atención, para seguir caminando hasta su destino, allí estaba Yachi junto a Hinata, quien se emocionó mucho de ver al peliverde.

—¡Yamaguchi! —Corrió a saludarlo— ¡Yachi tenía razón, de verdad te ves muy bien! —Sonrió dando pequeños saltitos.

—Gracias, Hinata —Agradeció y caminó dentro de su salón luego de haber saludado a Yachi también.

Ahí estaba él.

Justo a dos puestos separado de su lugar estaba Tsukishima, como siempre.

El rubio miró a Yamaguchi totalmente asombrado. Se veía tan malditamente bien que sentía que el universo se estaba riendo de él en su cara. Suspiró y volteó la mirada. Maldita sea, no podía creer que perdió a alguien como Yamaguchi.

Por su parte, el peliverde apenas le miró. Le dedicaba unas miradas, pero era más por la nostalgia. No intentó hablarle ni acercarse, no quería. Estaba buscando algo para comer en su bolso al término de la clase cuando sintió una mano posarse en su escritorio, levantó la mirada viendo a Tsukishima, este le observaba fijamente.

—Quiero que hablemos —Declaró luego de haber mirado que ya no quedaba nadie en el salón.

—Yo no creo que haya algo más que hablar, Tsukishima —Dijo ahora levantándose con un sándwich en la mano, tenía hambre y quería ir al patio a comer algo.

—No puedes ignorarme para siempre —Se quejó.

—¿Estás seguro de eso? Digo, cómo eres un experto en ignorar a la gente —Realmente quería decir eso, se le escapó.

—Yamaguchi...

—Escucha, yo dejé todo muy claro. Me cansé de ti y tu comportamiento, de que mis sentimientos no fueran recíprocos. Ya se acabó, fue suficiente

—Eres cruel

—No, no lo soy. Tú eres un insensible y ahora estás sufriendo el despecho. Ya se acabó, entiendelo, entre tú y yo ya no hay nada. Me trataste pésimo a mi e insultaste a Terushima por el camino, ¿no te parece que es momento que actues como el tipo maduro que siempre aparentaste? —Tsukishima rió.

—Así que lo elegiste a él —Se burló.

—Por supuesto que lo elegí a él, es mucho mejor que tú —Eso pegó fuerte en el orgullo del de lentes. Yamaguchi caminó a la puerta del salón— No quiero que me busques más —Determinó y luego se fue hacia el patio buscando a Yachi. Le encontró sentada leyendo el libro de lenguaje, se sentó junto a ella.

—El quiso hablar, ¿verdad? —Preguntó Yachi cerrando el libro, Yams asintió con un suspiro.

—Le dejé todo claro, no creo que vuelva a molestarme —Le dió un mordisco a su sándwich.