Capítulo 2

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Al día siguiente, Max nos llamo y nos dijo que los boletos de avión ya estaban listos. Tomamos nuestras cosas y nos despedimos de Rudy. Pedimos un taxi que nos llevó hasta el aeropuerto, pasamos por la revisión del lugar y subimos al avión. Un par de horas después ya nos encontrábamos bajando del avión en el aeropuerto de Aldovia.

- Hay muchos reporteros- músite a Amber al salir del lugar

- Ya lo se, al parecer esperan al príncipe- agregó en el mismo tono

- ¿Nosotras no deberíamos estar aquí paradas como buitres?- cuestione divertida

- Nosotras tenemos que ir al castillo- susurro Amber con media sonrisa

Nos formamos detrás de una fila, la cual estaba a la espera de taxis, después de minutos ya era nuestro turno, detuvimos un auto, me gire para tomar mi maleta y cuando regrese mi vista al auto un hombre se había subido.

- Oiga, es nuestro- dije mirandolo sería

- Lo siento, necesito irme- expresó el hombre de barba

- No, pero este es nuestro taxi- repitió Amber en un tono molesto

- Mil disculpas- dijo el hombre antes de cerrar la puerta

- ¡Tonto egoísta!- le grito mi amiga antes de que el se alejara

Después de otros minutos esperando, logramos detener un taxi, el cual nos llevó hasta el hotel. Dejamos nuestras cosas en la habitación y bajamos para toparnos con las camionetas que nos transportarian al castillo. Para mala suerte Amber subió en una y yo en otra, íbamos separadas, pero llegaríamos al mismo destino. Algun tiempo después, bajamos de las camionetas y me acerqué a mi amiga.

- Es fantástico- le susurre con emoción

- Tienes razón- afirmó Amber con una sonrisa

Un hombre nos guío hasta el interior del castillo en donde sería la conferencia, ya al estar todos sentándos, no tardó mucho en empezar.

- Damas y caballeros, muchas gracias por venir hoy, viajaron grandes distancias para estar aquí, pero lamento anunciarles que debemos cancelar la conferencia de prensa- informó un hombre de la sala

- Debe ser una broma- susurre negando

El hombre explicó que la coronación si se haria según lo planeado, pero la conferencia no. Nos pidieron retiramos del lugar, me dirigía a la camioneta, cuando vi que Amber se detuvo y me miro.

- No podemos volver con las manos vacías- dijo la rubia en un tono pensativo

- ¿Piensas lo mismo que yo?- pregunte mostrando una sonrisa

Ella asintió y comenzamos a caminar en otra dirección, logre ver una puerta en la parte de atrás del castillo, estaba abierta así que entramos con facilidad. Ahora nos encontrábamos en un pasillo muy elegante, Amber comenzó a tomar fotos, mientras yo observaba las cosas que había en el lugar.

- ¿Puedo ayudarlas?- cuestionó un hombre muy alto

- No, no, no...- dijo Amber pero la interrumpi antes de que nos descubrieran

- Nosotras debemos de estar en...- complemente pero el hombre me interrumpió

- Ah, norteamericanas- afirmó para si mismo

- ¿Disculpe?- pregunte confundida

- Ustedes deben de ser las tutoras americanas de la princesa Emili- respondió el hombre con una sonrisa

- Si, esas somos nosotras, las tutoras- afirmó Amber con rapidez

El hombre nos pidió seguirlo y así lo hicimos, después de una leve caminata por el lugar, se detuvo frente a unas largas escaleras.

- Sra. Averill- la llamo el hombre- Las tutoras de la princesa Emili han llegado- informó captando la atención de la mujer

- ¿Sarah Asthon y Martha Anderson?- pregunto la mujer acercandoce a nosotras

- Si, Sra. Averill, Sarah y Martha a sus servicios- respondí con una sonrisa

- Encantada en conocerla- dijo Amber estirando su mano para estrecharla con la mujer

- Oh, pensé que la agencia había dicho que no iban a estar disponibles hasta el cómienzo de año- explicó Averill con seridad

- No estábamos disponibles, pero nuestros últimos trabajos terminaron antes, así que...- respondió Amber a medias

- Así que decidieron sencillamente aprecerce aquí y dos semanas antes- dijo la mujer

- No era nuestra intención causar molestias, será mejor que nos vayamos- músite mirando a Amber

- La reina menciono que deseaba que alguien acompañara a la princesa Emili en las festividades... sus últimas tutoras se fueron abruptamente- informó el hombre

- ¿Qué fue lo que ocurrió?- pregunto Amber

- Eso no les concierne- dijo la Sra. Averill

- Algo sobre un ratón en su cama- comentó el hombre

- Un ratón- repetí con los ojos muy abiertos

- Vengan conmigo, por favor- pidió la mujer y comenzó a subir las escaleras

Amber y yo la seguimos, caminábamos por un pasillo que nos guíaba hasta las puertas de una oficina.

- ¿Dónde están sus maletas?- cuestionó la mujer

- Las dejamos en un hotel- respondío Amber con rapidez

- Me sorprende que encontraran alojamiento con tantos reporteros en el pueblo- confesó sin mirarnos- Son unos parásitos

- Más bien son buitres- corregí causando que la mujer me mirara

- Me agrada como piensa, Srta. Asthon

En el leve transcurso nos recordó la manera correcta de saludar a una persona de la realeza. Eso me pareció necesario, ya que si no lo mencionaba, llegaría saludando con la mano a quien se me cruzará.

Un príncipe de Navidad o alguien más | SimonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora