30 de diciembre de 1987.
—Así que, hermano, ¿funcionó el plan del papelito? —mis manos siguen ocultando mi rostro, por mi ineptitud en conocer mis propias emociones. Aun así, trato de asentir con la cabeza para animar el ambiente—. No te noto muy convencido, Tommy —escucho un sonido a mi lado, como si hubiera tomado asiento a mi lado—. ¿Qué sucede?
Esa es la pregunta: "¿Qué sucede?".
Desde mi reconciliación con Heather, tengo una sensación extraña de inquietud. He estado tan pendiente del teléfono, ya que no sé si marcar su número sea una buena idea. Sin embargo, me he detenido a tiempo para colgar. Siento que me estoy volviendo loco, porque nunca pensé que esta situación sería algo importante para mí.
Llevo un año de casado, y estoy enamorado como un loco de mi esposa, aunque se porte tan distante conmigo. Sus manos se volvieron frías desde estos últimos meses, cuando empezó un nuevo contrato para la televisión. Me sentí solo, así que recurrí a dejar llamadas al buzón de voz de su trabajo, y esperarla que apareciera en las madrugadas, con esa sonrisa tierna y efusiva que cambiaba cada vez que me veía sentado y medio dormido en el sofá. Eso no impidió a que me detenga, porque la llené de regalos y flores, pero nada funcionaba.
Entonces, recibí la llamada de mi antigua amiga, Kayla Holmes, en la madrugada de las vísperas de noche buena, pidiéndome que fuera urgente al hospital. Nikki lo había vuelto a hacer, tal cual como sucedió en mi boda.
Al acercarme al lugar, no imaginé que me encontraría con los ojos más llenos de esperanza que jamás conocí en mi vida. Al principio, mostré mi caridad por verlos juntos, porque Nikki es como mi hermano y quiero que sea feliz... Y el tiempo me da la razón, porque todo está funcionando. Desde la entrega encubierta de Vince con el número de Alissa en el pantalón de Sixx, hasta los celos de vernos juntos.
—No lo sé —miro a los ojos a Vince—. En verdad, no sé qué sucede.
Luego, todo se volvió personal.
No sé en qué momento me di cuenta de que estoy hablando con Alissa hasta la madrugada. Son pocos días de haber empezado con nuestras charlas, pero conllevó a un efecto placebo de no esperar tan ansiado la llegada de mi esposa. Es como si ya me hubiera acostumbrado a su ausencia.
—Cuéntame, Tommy —coloca su mano sobre mi hombro, y yo suelto un suspiro de cansancio—. Tienes apariencia de no haber dormido casi nada, ¿Heather sigue llegando tarde?
A pesar de la mejor cena romántica y pasear por el sitio de nuestra primera cita, no he podido olvidar el momento donde Dunne y yo nos quedamos viendo fijamente, por unos segundos en su cocina.
¿Qué significa la moral? ¿Existen los códigos de amistad?
—Lo de siempre —murmuro.
—¿O es por otra mujer que tiene nombre y apellido?
Su idea de ella fue demasiado excelente para salvar mi matrimonio, pero no sea si sea suficiente en mis intenciones. No hemos podido hablar sobre lo que nos molesta e irrita de nuestras acciones para poder mejorar a largo plazo y así vivir en un ambiente de amor, porque lo evade y se pone a magnificar que soy un sentimental empedernido.
Capaz es simple confusión por sentirme muy comprendido.
—¿A quién te refieres? —frunzo el entrecejo, y lo miro de lado, tratando que no note mi nerviosismo.
Vince vacila y palmea su pierna, para luego darme una sonrisa divertida.
—Dos palabras: Alissa Dunne —arroja con sarcasmo.
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Dulce hogar. |Nikki Sixx, Tommy Lee|
FanfictionNikki Sixx siempre ha sido un chico con grandes problemas emocionales, y en gran parte por culpa de la familia disfuncional en que habitó con su madre y su violento padrastro. Todo repercutió en el futuro, provocando un apego a los excesos como una...