Persiguiendo a la pandilla

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El sofá de la casa de la juventud se encontraba cubierto de mantas, cobijas, cobertores, cojines y almohadas, convertido en un refugio contra el frío invernal; uno pensaría que en ese lugar solo cabría una persona, pero la realidad es que ahí adentro se encontraban los 18 veintillizos, ¿Pero cómo era posible que todos cupieran ahí? Bueno, eso puede explicarse con su habilidad favorita: La de hacerse de un tamaño diminuto, tan pequeño que cabrían dentro de un zapato para niños, y gracias a que con ese tamaño en el fuerte había espacio de sobras, todos ellos estaban jugando alrededor del lugar usando los cojines como trampolines y tiras de sábanas como cuerdas para escalar del suelo al sofá...a excepción de República Dominicana, que simplemente vigilaba a todos mientras devoraba una sola papa frita.

Sin embargo, la diversión fue interrumpida por un ligero toque en la sábana superior del fuerte, un toque suave pero reconocible. México rápidamente escaló el sillón y con todas sus fuerzas levantó una pequeña parte de la sábana.

México: —Sonrió— ¡Hola, Japón!

Japón: M-México, es bueno verte~nya...

México: ¿Eh? ¿Qué pasa? No te escucho bien...

Japón: Y-Yo... —Juntó sus dedos con algo de vergüenza— Tengo un problema~nya...

México: ¿Problema? —Salió por completo del refugio y saltó al suelo, justo antes de caer, una nube de color verde rodeada de pequeñas piñatas lo rodeó y unos segundos después, había recuperado su tamaño ordinario— A ver, cuéntame

Japón: E-Es muy difícil de explicar~nya, algo sobre cacería improvisada y nuevos horizontes...

México: ¿Horizontes?

Japón: ¡El punto es que ahora no puedo encontrar a mi pandilla por ningún lado~nya!

México: EHHH?! ¡Eso no es bueno! ¡Tengo que ayudarte a encontrarla! —Asintió— ¿Crees que necesitemos ayuda extra?

Japón: ¡N-No es necesario~nya! Seguro que tú y yo podremos con esto, no quiero incomodar a nadie más~nya

México: ¡No digas eso, seguro que entre más seamos, más rápido los encontraremos!

Japón: ¿De verdad~nya?

México: ¡Palabra de honor! —Colocó su mano sobre su corazón—

Japón: ...Está bien~nya, puedes pedir ayuda...

México: Ya, ya, no te agüites, te prometo que esto es una buena idea, ¡Oigan! —Levantó un poco la sábana y señaló a Colombia, Chile, Perú, Tica y Dominicana— Tú, tú, tú, tú y tú, ayúdenme con algo

RD: No se puede, sueño... —Se recargó sobre su papa frita—

Colombia: ¿Qué se hace?

México: Japón no encuentra a su pandilla, ¿Nos ayudan a buscarla?

Chile: Hmmm... —Lo pensó un momento— Se oye interesante, yo estoy dentro

Perú: ¡Si es por Japón, cuenta conmigo!

México: ¡Pero no quieras robarte su amistad!

Perú: Sí, sí, no...no voy a hacer eso, dramático —Rodó los ojos—

México: Que conste

Tica: ¡Yo también quiero, suena divertido!

Colombia: ...Bueno, ya que todos están dentro... —Miró a Dominicana—

RD: —Suspiró— Está bien...iré para asegurarme de que ninguno se mate tratando de imitar a Japón

México: ¡Qué bien! Gracias a todos, la virgencita se los pague

Country Stories (LEGACY)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora